Independencia

El nacionalismo escocés, ante el reto de dar la vuelta a los sondeos a un mes del referéndum

Manifestación por la independencia de Escocia.

infolibre

El Gobierno de Escocia, liderado por el nacionalista Alex Salmond, encara el último mes antes del referéndum independentista con el reto de levantar unos sondeos que siguen dando la victoria al no y que pronostican, por tanto, un triunfo político de los partidos mayoritarios con base en Londres.

El 18 de septiembre, los ciudadanos de Escocia mayores de 16 años están llamados a responder a una pregunta: "¿Debería ser Escocia un país independiente?". Así lo pactaron las Administraciones central y escocesa, que mantienen posturas opuestas respecto a cuál debería ser la respuesta de la consulta.

Mientras que el Ejecutivo de Salmond defiende la secesión como fórmula de despegue escocés, Londres y sus principales partidos, con conservadores y laboristas a la cabeza, han unido fuerzas en aras de la actual composición territorial de Reino Unido.

Un sondeo de ICM difundido el domingo pronostica un apoyo del 38 por ciento a la independencia, 4 puntos más que hace un mes, mientras que el respaldo a la continuidad de Escocia en Reino Unido también subió 2 puntos, hasta el 47 por ciento. El 14 por ciento se declara indeciso.

Un segundo estudio elaborado por Panelbase muestra un apoyo del 42 por ciento a la independencia, un punto más que en julio, mientras que el 'no' estaría en el 46 por ciento, dos puntos menos que en el último sondeo. En este caso, el 12 por ciento dice no haber decidido su voto.

Salmond, que este lunes visitará la abadía de Arbroath –escenario de la declaración de independencia de 1320–, ha destacado el avance "significativo" del sí para no dar nada por resuelto.

"Vamos en la buena dirección. La gran mayoría de la gente de Escocia quieren mantener la libra y no creen las declaraciones de Westminster sobre la pérdida de todos los activos financieros británicos", ha alegado, en declaraciones a la radio de la BBC.

La economía ha sido precisamente el gran eje de esta larga campaña electoral, en la que se ha discutido qué moneda utilizaría una hipotética Escocia independiente. Los nacionalistas esperan poder seguir utilizando la libra, pero la campaña unionista y los principales partidos británicos rechazan la posibilidad de una unión monetaria.

Laboristas y conservadores han aumentado su presión en los últimos días para que Salmond explique cuál es su plan B en materia de divisas. El jefe de Gobierno escocés, sin embargo, sostiene que no hablará de alternativas antes de la consulta para no alimentar mayores discusiones con Londres.

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Los políticos y medios británicos también han fomentado en los últimos meses discusiones en materia de defensa, sanidad o incluso medios públicos para plantear distintos escenarios en caso de que finalmente triunfe el sí dentro de un mes.

La campaña ha estado marcada en las últimas semanas por el debate del 5 de agosto entre Salmond, jefe del Partido Nacionalista Escocés (SNP), y el líder de la alianza antiindependentista Mejor Juntos (Better Together), Alistair Darling, a quien las encuestas dieron como ganador.

Hay previsto un segundo debate entre Salmond y Darling para el 25 de agosto, el último de la campaña. El ministro principal escocés ha expresado ya su deseo de explicar mejor en el próximo debate su postura sobre la libra.primir

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