La niña de 11 años que se quedó embarazada al ser violada por la pareja de su madre, dio a la luz este jueves, devolviendo a la primera plana de la prensa paraguaya un caso que ha reabierto el debate sobre las agresiones sexuales a menores en el país suramericano.
Mainumby, el nombre ficticio que las autoridades paraguayas han dado a la joven madre, dio a luz a una niña de 3 kilos y 50 gramos en el hospital que gestiona Cruz Roja en Asunción, según informó el director de la ONG en la capital, Mario Villalba, y recoge Europa Press.
La niña se ha sometido a una césarea "que ha ido como cualquier otra, pero con la diferencia de la edad", dijo Villalba a una radio local. Tanto la madre como la bebé están bien y se espera que, de seguir esta evolución, reciban el alta en tres días.
Las dos menores quedarán bajo la tutela de la madre de Mainumby, que está en libertad condicional a la espera de que la justicia paraguaya determine su responsabilidad en las presuntas agresiones sexuales a su hija.
El caso salió a la luz el pasado 21 de abril, cuando la niña –entonces de 10 años– acudió junto a su madre a un hospital de Asunción con dolores estomacales. Los médicos descubrieron que estaba embarazada y la menor confesó que había sido violada por su padrastro.
El hombre, de 42 años de edad, fue detenido inmediatamente y desde entonces está recluido en la Penitenciaría de Tacumbú, aunque él sostiene que es inocente. La madre también fue arrestada por, supuestamente, encubrir los hechos.
Mainumby recobró el debate sobre las numerosas agresiones sexuales a menores en Paraguay –y en general en América Latina–, así como sobre la respuesta que las autoridades han dado, que en la mayoría de los casos pasa por prohibir el aborto.
En este caso, tanto la niña como su madre y varias ONG y relatores de Naciones Unidas especializados en asuntos sobre mujer reclamaron la interrupción del embarazado, pero el Estado paraguayo se negó, apegándose al tenor de la ley, que sólo autoriza la interrupción del embarazo cuando la vida de la gestante corre un grave peligro, y no contempla excepciones en casos de violación o de que el feto sea inviable.
Amnistía pide a Paraguay que derogue esta ley "draconiana"
"Estamos muy contentos de que las dos, Mainumby y la recién nacida, estén en buenas condiciones de salud, pero tiene suerte de estar viva", expresó la organización humanitaria a través de un comunicado.
Amnistía sostuvo que "el hecho de que Mainumby no haya muerto no es excusa para las violaciones de Derechos Humanos que ha sufrido a manos de las autoridades paraguayas, que decidieron jugar con su vida, su salud y su integridad, a pesar de las abrumadoras evidencias de que su embarazo era de mucho riesgo y de que era una niña víctima de una violación".
La ONG reclamó a las autoridades paraguayas que se aseguren de que Mainumby puede seguir con su educación y de que recibe atención social y económica. "Solo el tiempo nos permitirá conocer la verdadera extensión de las consecuencias psicológicas de esta traumática experiencia", lamentaron.
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Para Amnistçia "la trágica historia de esta niña ilustra lo malo de la situación de los Derechos Humanos en Paraguay cuando eres pobre y mujer, desde el hecho de que las quejas de su madre fueron ignoradas durante semanas hasta la negación de un tratamiento médico para salvar su vida".
"Es aterrador que su historia siga siendo demasiado común y que las autoridades paraguayas no haga más para proteger a las víctimas de violencia sexual, descriminalizar el aborto y garantizar el acceso a anticonceptivos modernos así como a información sobre los derechos sexuales y reproductivos", añadieron desde la organización.
Por último, Amnistía exigió al Gobierno de Horacio Cartes que derogue la "draconiana ley del aborto" que solo permite interrumpir el embarazo en caso de grave riesgo para la vida de la gestante.
La niña de 11 años que se quedó embarazada al ser violada por la pareja de su madre, dio a la luz este jueves, devolviendo a la primera plana de la prensa paraguaya un caso que ha reabierto el debate sobre las agresiones sexuales a menores en el país suramericano.