Al menos nueve personas murieron este martes y más de 2.800 resultaron heridas, unas 200 de ellas de gravedad, por la explosión en cadena de buscapersonas o mensáfonos que estaban en manos de miembros del grupo chií libanés Hizbulá en varios puntos del Líbano, informó el Ministerio de Salud Pública.
El titular del departamento gubernamental, Firas Abiad, anunció en rueda de prensa que entre los fallecidos hay un menor de 8 años y precisó que el número de heridos asciende ya a más de 2.800, la mayoría de los cuales sufrieron daños en la cara, las manos o el abdomen, según informa EFE.
Hospitales de todo el país recibieron grandes cantidades de víctimas alrededor de las 15.30 hora local (12.30 GMT), todas ellas a raíz de la detonación de una serie de aparatos y entre ellas más de 200 personas que se encuentran en estado crítico, indicó el ministro en su breve comparecencia.
Hizbulá confirmó en un comunicado que sobre dicha hora explotaron "una serie de aparatos de mensajería conocidos como 'mensáfonos', que están en posesión de varios trabajadores en diferentes unidades e instituciones" de la formación.
El movimiento chií aseguró en su nota que al menos dos de sus integrantes fallecieron en el incidente, aunque por el momento se desconoce la identidad de la mayoría de las víctimas mortales.
Según la nota, expertos de la formación están llevando a cabo una investigación "de seguridad y científica" a gran escala para determinar las causas de lo ocurrido, por lo que alertaron en contra la difusión de "rumores" e "información falsa" que sirve a la "guerra psicológica" de Israel.
Hizbulá lleva más de once meses enzarzado en un intenso fuego cruzado con el Estado judío, en los peores enfrentamientos entre las partes desde la guerra que libraron en 2006.
Al menos 14 heridos en Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos
Al menos 14 personas resultaron heridas este martes en Damasco y sus alrededores por la explosión simultánea de aparatos buscapersonas en manos de miembros del grupo chií libanés Hizbulá, coincidiendo con la oleada masiva de incidentes del mismo tipo en el Líbano.
Según un comunicado de la ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, una de las deflagraciones tuvo lugar en el interior de un vehículo que circulaba por el barrio capitalino de Kafr Sousa, donde resultaron heridas cuatro personas. El resto de los incidentes se registraron en las áreas de Qalamoun y Sayeda Zeinab, está última con una significativa población chií y fuerte presencia de Hizbulá.
El movimiento libanés está presente en Siria como aliado del presidente, Bachar al Asad, y en los últimos meses ha sido objetivo de una serie de ataques selectivos israelíes, entre ellos algunos contra vehículos que circulaban por las zonas fronterizas con el Líbano.
Hizbulá y el Gobierno libanés acusan a Israel
El Ministerio de Exteriores del Líbano y el grupo chií libanés Hizbulá atribuyeron individualmente a Israel la explosión masiva de buscapersonas de este martes.
"Tras examinar todos los hechos, datos actuales e información disponible sobre el malvado ataque ocurrido esta tarde, consideramos al enemigo israelí como completo responsable de esa agresión criminal que también tuvo como objetivo a civiles y que mató a varias personas", anunció Hizbulá en un comunicado. La formación armada prometió en su nota que el Estado judío recibirá un castigo "justo" por la acción.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores libanés también atribuyó el incidente de este martes a un "ataque cibernético israelí, en el que han sido detonados un gran número de mensáfonos", e informó de que está preparando una queja al respecto para presentar ante el Consejo de Seguridad de la ONU. "Esta escalada israelí grave y deliberada coincide con amenazas israelíes de ampliar la guerra hacia el Líbano y con su postura intransigente que llama a más derramamiento de sangre, destrucción y sabotaje", denunció el departamento gubernamental en un comunicado.
Israel guarda silencio respecto a su posible implicación
Las autoridades israelíes guardan silencio este martes sobre su posible implicación en la explosión de cientos de dispositivos buscapersonas del grupo chií Hizbulá en varios puntos del Líbano. Sin embargo, el ejército israelí está evaluando la situación tras la explosión, pero de momento no hay cambios en las directrices militares, dijeron este martes las fuerzas armadas israelíes en un comunicado.
"En este punto no hay cambios en las directrices del Comando del Frente Interior. Se debe mantener la vigilancia, y cualquier cambio en la política se anunciará de inmediato", se lee en un comunicado castrense, que no menciona directamente Líbano ni al grupo chií.
El escrito añade que el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, mantuvo hoy una "evaluación de la situación" junto a la cúpula militar, con "un énfasis en la preparación para el ataque y la defensa".
No es raro que las autoridades israelíes mantengan una política de ambiguo silencio cuando se producen incidentes de este tipo. El país nunca ha llegado a reconocer el asesinato en Teherán del entonces líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en un ataque a finales de julio que Irán atribuye a Israel.
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El país lleva enfrascado en un intenso intercambio de fuego con el grupo libanés desde el 8 de octubre, cuando Hizbulá empezó a lanzar ataques en solidaridad con las milicias palestinas de la Franja de Gaza.
El martes pasado, Yoav Gallant, el ministro de Defensa, dijo que con sus "misiones" en Gaza casi cumplidas, el foco de Israel se está trasladando ahora a la frontera con Líbano, donde el constante fuego cruzado con Hizbulá ha obligado a unas 60.000 personas a vivir evacuadas en hoteles o casas de familiares por todo el país.
En estos once meses de intercambio de fuego, más de 650 personas han muerto a ambos lados de la frontera, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 400 bajas, algunas también en Siria.
Al menos nueve personas murieron este martes y más de 2.800 resultaron heridas, unas 200 de ellas de gravedad, por la explosión en cadena de buscapersonas o mensáfonos que estaban en manos de miembros del grupo chií libanés Hizbulá en varios puntos del Líbano, informó el Ministerio de Salud Pública.