Igualdad
Los puntos débiles de España en igualdad: la falta de medidas de conciliación y de protección de la natalidad
El último informe del Banco Mundial muestra que tan solo seis países en el mundo tienen en la actualidad leyes paritarias al 100%. España no está entre ellos. Los países que han conseguido este hito son Bélgica, Dinamarca, Letonia, Suecia, Luxemburgo y Francia. Todos ellos pertenecen a la Unión Europea y dentro del estudio se enmarcan entre las economías más desarrolladas de la OCDE. Este grupo consigue, en conjunto, la mejor nota en cuanto igualdad legal. En la presentación del informe, la presidenta del Banco Mundial, Kristalina Georgieva, dio algunas claves sobre el objetivo de esta investigación: “La economía mundial es 160 billones de dólares menos rica debido a que la legislación no es igualitaria. Yo llamo a esto un coste muy caro que se puede solucionar”. En el informe, el Banco Mundial refleja que las mujeres disfrutan tan solo tres cuartos de los derechos que tienen los hombres a nivel mundial.
El cambio en la última década es uno de los ejes del estudio, que engloba 187 economías de todo el mundo, de las cuales 131 han incluido reformas legislativas en post de la igualdad. Esto incluye a 35 países que han mejorado las leyes en cuanto al acoso sexual, lo que revierte en 2 millones más de mujeres protegidas en este ámbito, según afirma la propia Kristalina Georgieva.
La igualdad legal no es todavía una realidad en la mayoría de los países de Occidente y, en concreto, en nuestro país. Bien es cierto que España recibe la segunda mejor nota y se puede posicionar en el podio de los países igualitarios en materia de leyes, obteniendo un 97,5 sobre 100, la misma nota que reciben otras economías como Finlandia, Austria o Canadá. En España, las facilidades en materia de maternidad son aún desiguales y los permisos de paternidad se encuentran en el punto de mira. Desde PiiNA (la Plataforma por Permisos Iguales e Intrasferibles de Nacimiento y Adopción) consideran que España está en el buen camino tras la aprobación del decreto ley que igualará los permisos de paternidad y maternidad en los próximos tres años. “Si se cumplen los calendarios”, apostillan muchas de las expertas preguntadas al respecto.
María Pazos, coportavoz de esta plataforma, asegura que para su organización ningún país ha conseguido una legislación por completo igualitaria, ni siquiera aquellos que afirma el Banco Mundial. “Nuestro modelo se apoya en tres puntos: que los permisos sean iguales en duración, que sean intransferibles y 100% remunerados. Ningún país ha obtenido aún ese nivel, aunque algunos se acercan más como Islandia”. Para el Banco Mundial, Islandia no es uno de los seis países completamente equitativos debido a una brecha en la retribución de las pensiones, pero la institución lo considera igualitario en cuanto a las políticas de maternidad.
“Hay una regla de oro y es que, si los permisos no se remuneran al menos al 80% y son intransferibles, la mayoría de los padres no los toman, y esta regla se cumple a nivel internacional, los datos lo reflejan en todos los países”. Esta es la explicación que María Pazos ofrece sobre la necesidad de que los permisos no sean transferibles y bien pagados. “Los hombres no piden excedencias o permisos mal pagados, esos solo los adquieren las mujeres. Además, hay muchos países con un periodo que es completamente transferible entre la pareja, lo que puede parecer igualitario, pero los datos muestran que son las mujeres las que toman estos permisos en su gran mayoría”.
El impacto de la maternidad
Marisa Soleto, presidenta de la Fundación Mujeres, coincide con Pazos en que estos permisos transferibles siguen accediendo las madres y esto ayuda “a perpetuar el estereotipo de las mujeres menos productivas y que abandonan más su puesto de trabajo”. “Desde el punto de vista real y legal la maternidad sigue teniendo un gran impacto en la empleabilidad de las mujeres, y que esta mejore depende de la implementación de las medidas aprobadas. Ya se habían aprobado con anterioridad medidas para la igualdad que no han llegado a aplicarse”, asegura Soleto.
En esta línea, el decreto ley aprobado en 1 de marzo en el Congreso de los Diputados, y que entra en vigor el 1 de abril, es lo que más se acerca al modelo que la plataforma PiiNA propone. “Pero hay que tener cuidado con la letra pequeña, porque estas nuevas leyes se van complicando y se acercan a la igualdad, pero siguen teniendo trampas”, advierte María Pazos. En concreto desde la plataforma advierten de tres puntos en los que consideran que la reforma es mejorable. La que más resaltan es la obligatoriedad de ambos progenitores de tomar el permiso simultáneamente durante las primeras seis semanas. “En esas primeras semanas simultáneas, por presión social, hay un alto riesgo de que se consoliden los roles de madre cuidadora principal y de padre ayudante, en muchos casos no desenganchado de su empleo”, afirman en un comunicado. Además, “se impide alargar al máximo el tiempo de cuidado de la criatura”.
Para María Pazos, coportavoz de PiiNA, la brecha salarial y de las pensiones (hitos en los que España obtiene la máxima ponderación en el informe del Banco Mundial) no se pueden desligar de las políticas de maternidad. “Puesto que las discriminaciones de la maternidad, que las mujeres sigan siendo casi totalmente las principales cuidadoras de sus criaturas, las que se retiran de sus empleos, excedencias, con reducciones de jornada con mayores permisos, esto hace que para las empresas sean mano de obra de alto riesgo, eso influye directamente en la discriminación salarial. La discriminación influye también en las pensiones, porque todas las lagunas de cotización que tienen las mujeres no se compensan por los suplementos por hijo”, afirma Pazos. Además, la experta considera que el efecto de esta medida tiene “un cambio en el comportamiento de forma inmediata, los padres se acostumbran muy rápido a pedir estos permisos”.
Irlanda o Canadá obtienen la misma ponderación que España, y fallan también en las políticas de maternidad. El informe muestra que de los ocho indicadores que se estudian, la maternidad es el punto más vulnerable a nivel mundial. En contrapunto las libertades de movilidad son las más igualitarias en todo el globo. Otros países con la misma puntuación que España, como Portugal, fallan en otros conceptos. En el caso de la legislación portuguesa no gozan de plena igualdad de acceso al matrimonio y de cómo repercute este en la vida laboral de las mujeres. Algunos estados con notas generales mucho más bajas que las del nuestro, como Chad o China, obtienen la misma puntuación en cuanto a la igualdad en las políticas de maternidad.
Arabia Saudí y Estados Unidos
El país más desigual del mundo es Arabia Saudí, que apenas alcanza el 25% de la igualdad legal, según el informe. La igualdad legal en el país es deficiente en todos los puntos medidos y en especial en la libertad de movimiento y la retribución de los salarios, dos puntos en los que el país obtiene un 0 como ponderación. Según el informe, ha hecho algunos progresos en los últimos diez años. El año pasado, el reino saudita aprobó una ley que permitía a las mujeres acceder a un permiso de conducir. Yolanda Besteiro, la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, afirma que: “En concreto, en este país, que las mujeres puedan conducir o que puedan acudir a un partido de fútbol son hechos anecdóticos, cuando se permite en la legalidad una aplicación informática para controlar donde está una mujer en todo momento”. Para ella no existen notas posibles en este sentido: “No hay graduación posible, o admites la igualdad y legislas en base a ella, sancionas y regulas para que la igualdad legal sea reconocida sin condicionantes, o todo lo demás es anecdótico, es completamente desigual y contrario a los derechos humanos y de las mujeres”.
Absher, o “el predicador” en español, es una aplicación descargable en los smartphones que se sirve para dar permiso legal a las mujeres para transacciones cotidianas desde comprar un billete de avión hasta casarse. En esta aplicación los “miembros dependientes de la familia” son registrados con sus datos legales para este fin. Las mujeres en Arabia Saudí tienen un tutor al que están a cargo, en los casos más comunes este es el padre o el marido y son ellos los que deciden si pueden abrir o no una cuenta bancaria, entre otras gestiones.
Estados Unidos sigue considerándose la primera potencia económica mundial, sin embargo, obtiene una puntuación de igualdad por debajo de la media de la OCDE. No se encuentra ni tan siquiera entre los primeros 50 países. El gigante americano se posiciona al mismo nivel que países como Tanzania, Kenia o Malawi en cuanto a igualdad legal entre hombres y mujeres. Aún existen deficiencias en la igualdad salarial y el acceso a pensiones en los que obtiene un 75 sobre 100 de puntuación, según el Banco Mundial. Su gran materia pendiente coincide, no obstante, con la de nuestro país, ya que en maternidad obtiene tan solo un 20% de paridad. El mismo porcentaje que reciben economías como Zambia, Siria o Sudán.
Para Yolanda Besteiro, esto se debe a “la propia dinámica de funcionamiento de la economía en EEUU, ya que es más liberal y el gobierno tiende a regular menos el mercado. Es la ley de la oferta y la demanda sin incluir factores para corregir las desigualdades”. Además, para esta experta en legislación, tiene relación con las diferencias entre el derecho romano que rige ciertos países de la UE y el derecho anglosajón que siguen otros países como EEUU y Alemania –que obtiene una nota por debajo de la media de la Unión Europea en igualdad legal según el informe del Banco Mundial. En el derecho romano la fuente principal de derecho es la ley y la jurisprudencia solo tiene un papel interpretativo; mientras que el derecho anglosajón la principal fuente de derecho es la costumbre y la jurisprudencia tiene más peso. “Por tanto estas diferencias se deben sobre todo al funcionamiento de su mercado y de su propio sistema legislativo”, ha resumido Besteiro.
Zonas más y menos igualitarias del mundo
El informe del Banco Mundial también responde en qué áreas del globo las mujeres tienen más o menos derechos con respecto a los hombres. La ponderación es de 74 sobre 100, lo que implica un cuarto de desigualdad a nivel mundial. Esta diferencia no es homogénea y existen grandes diferencias entre las zonas más y menos igualitarias del mundo.
Los países desarrollados de la OCDE son los que obtienen una mayor puntuación. La media de este grupo de países es del 93,54% de igualdad legal, en este grupo de países destaca la Unión Europea. Sobre este asunto la presidenta del Banco Mundial afirmó en la presentación del informe que “la Unión Europea lidera el cambio y las mejoras en la última década. Si alguien nos preguntase por qué las mujeres gozamos de más derechos en la Unión Europea, tendríamos que decir que somos una sociedad luchadora y no hay mejor manera de alcanzar derechos (...) además hay otros factores como la buena oraganización y representación de las mujeres en los cuerpos legislativos de la Unión Europea". Hasta seis países de la UE alcanzan una ponderación de 100 y otras 39 economías, entre ellas la española, obtiene una puntuación por encima de 90. El país que peor nota obtiene en este grupo es Chile con tan solo un 77,50 sobre 100.
Oriente Medio y el Norte de África son las regiones en las que las mujeres obtienen menos derechos respecto a los hombres y son las regiones que menos han mejorado sus legislaciones en las última década. Según el Banco Mudial, los indicadores estudiados tan solo han mejorado en un 3%. Mientras que la zona que más mejoras ha llevado a cabo son el Sur de África y el África Subsahariana que han aumentado en un 8,2% y 6,8%, respectivamente. El informe refleja que la zona de África Subsahariana se han aprobado hasta 71 medidas para mejor la brecha en la legislación. Burundi, las Comoras, Ruanda, Santo Tomé y Zambia introdujeron leyes sobre el acoso sexual en el lugar de trabajo y la violencia doméstica.
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Oriente Medio y el Norte de África también han conseguido algunos avances. En concreto en cuatro economías –Argelia, Bahrein, Líbano y Arabia Saudita– introdujeron leyes de violencia doméstica e Irak fue el que más cambios ha introducido sobre la igualdad de género en la región en los últimos diez años.
La presidenta del Banco Mundial, Kristalina Georgieva, añadió en la presentación del informe que el mundo será mucho más productivo, pacífico y feliz el día en el que se alcance una igualdad de género. Además, añadió que “somos conscientes de que alcanzar la igualdad requiere mucho más que cambiar las leyes. Estas leyes deben ser implementadas de forma significativa”. “En mi organización nos propusimos llegar a una completa igualdad entre géneros en el año 2020. Hemos alcanzado ese objetivo este año y somos una organización mejor como resultado”, así cerraba su discurso una las mujeres influyentes a nivel mundial de nuestros tiempos.