Cuatro días, camino al quinto, lleva el mundo pendiente de Ucrania. Las más de 80 horas que han pasado desde la comparecencia del presidente ruso, Vladimir Putin, anunciando la invasión han dado para mucho: han pasado muchas cosas, muy rápido y sin casi tiempo para asimilarlas. Ante la avalancha de información, estos son los datos clave de este domingo:
Así está el tablero en Ucrania
La jornada del domingo comenzaba con un avance para las topas rusas: entraban en la segunda ciudad más importante de Ucrania, Járkov. Era el propio gobernador de la región, Oleh Sinegubov, el que informaba de ello a primera hora. El alcalde, Igor Terekhov, también se pronunció en la misma línea y añadió que la situación era "muy tensa" y que había enfrentamientos en las calles. Sin embargo, horas después, Sinegubov aseguró que las fuerzas ucranianas controlaban de nuevo "totalmente" la ciudad: "Las Fuerzas Armadas, la Policía y las fuerzas de defensa funcionan y el enemigo está siendo totalmente erradicado de la ciudad".
¿Y Kiev? El sábado por la noche, los corresponsales desde la capital ucraniana avanzaban un empeoramiento de la situación con un avance claro de las tropas rusas hacia el centro. Sin embargo, con la luz del día y tras otra noche de sirenas antiaéreas, y según informan las Fuerzas Armadas ucranianas, la situación es "tranquila" y está "completamente controlada" a pesar de que existieron "enfrentamientos con grupos de sabotaje por la noche". No obstante, las autoridades han alertado del avance de un gran convoy de vehículos blindados del Ejército invasor hacia la capital desde el sur.
El incidente más grave de la jornada ha tenido lugar en la ciudad de Vasilkov, 40 kilómetros al sur de Kiev. Según la agencia ucraniana UNIAN, un depósito de petróleo, uno de los más importantes de la capital, fue alcanzado por cohetes rusos provocando una gran explosión. El resultado ha sido un incendio que podría provocar "un daño ambiental enorme", según ha informado el Servicio Estatal de Comunicaciones Especiales de Ucrania y recoge Europa Press.
Asimismo, el avión más grande del mundo, el AN-225 Mriya ucraniano, ha sido destruido en un ataque aéreo ruso sobre el aeropuerto de Gostomel, cerca de Kiev. El avión ha quedado calcinado y se estima que se tardará más de cinco años en recuperarlo, con un coste de 3.000 millones de dólares.
Otras ciudades como Hostomel, Irpín o Priluki también han sido escenario de fuertes ataques, e incluso en la zona de Bucha, cercana a la capital, se han llegado a registrar disparos contra viviendas.
En el informe facilitado por las Fuerzas Armadas ucranianas durante la mañana también han señalado disparos de misiles balísticos y de crucero contra Kiev y otras ciudades y que se han utilizado aviones del territorio de la República Autónoma de Crimea y la República de Bielorrusia. Asimismo, han asegurado que la falta de combustible de las tropas rusas ha detenido el avance de las columnas de vehículos en su ataque.
Negociaciones
El domingo comenzó en Moscú con el anuncio del envío de una delegación a la ciudad bielorrusa de Gómel, en el sur del país, para sentarse a negociar con Ucrania un acuerdo de cese de hostilidades. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dejó claro a lo largo del sábado que su postura estaba abierta al diálogo, pero no en suelo de Bielorrusia y ofrecía, a cambio, otros lugares como Varsovia, Estambul, Bakú o "en cualquier otra ciudad donde no se estén lanzando misiles contra Ucrania".
No obstante, según ha avanzado el domingo, Zelenski ha dado marcha atrás y tras una conversación con el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, ha accedido a una reunión "sin condiciones previas" en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, cerca del río Prípiat. Para el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, sólo la celebración de una conversación con Rusia es "una gran victoria". Eso sí, por ahora no hay ni fecha ni hora para esta reunión entre ambas partes.
Cruce de amenazas
A pesar de estas conversaciones, los decibelios de las declaraciones de los líderes ucraniano y ruso siguen muy altos. Aunque el ritmo de publicaciones de Twitter de Zelensky han descendido, y mucho, este domingo tras la riada de tuits del sábado, el presidente ha anunciado que su país ha presentado una denuncia contra Rusia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para conseguir un dictamen que obligue al cese inmediato de la invasión. "Rusia debe rendir cuentas por manipular la noción de genocidio para justificar la agresión", ha asegurado. Con sede en La Haya, es una corte internacional dedicada a dirimir disputas entre países conforme al Derecho Internacional pero no tiene ninguna forma de hacer cumplir sus fallos, algo que prácticamente queda a la voluntad de los Estados.
Pero, sin duda, el enfrentamiento verbal ha alcanzado su zénit en Moscú. Putin ha anunciado la activación de la fuerza nuclear de Rusia como respuesta a las sanciones y a "los agresivos comentarios" de los países miembros de la OTAN. "Ordeno al Ministro de Defensa (Sergei Shoigu) y al Jefe del Estado Mayor (Valeri Gerasimov) que transfieran las fuerzas de disuasión del Ejército ruso a un régimen especial de servicio de combate", ha asegurado el mandatario en declaraciones recogidas por RIA Novosti durante un encuentro con estos dos máximos responsables de sus fuerzas armadas. Estas fuerzas de disuasión están especializadas en el lanzamiento de misiles balísticos y de crucero de gran alcance, y son responsables del control habitual de armas nucleares y convencionales.
¿Qué está haciendo Europa?
Muchos expertos ven en esta reacción de Putin la respuesta a la decisión conocida a última hora del sábado de EEUU, la UE, Canadá, Reino Unido y Japón de apretar el conocido ya como el otro botón nuclear: expulsar a Rusia del sistema de telecomunicaciones clave para el funcionamiento de la banca mundial, Swift. Esto deja al país de Putin considerablemente descolgado de los mercados internacionales.
La UE no se ha quedado ahí este domingo. Tras una cascada de anuncios a lo largo del día de diferentes países, entre ellos España, sobre el cierre del espacio aéreo a los aviones con pasaporte ruso, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que el cierre progresivo del espacio aéreo europeo que están aplicando los Estados miembro afectará también a "los jets privados de los oligarcas". El objetivo es que ningún avión propiedad de una persona física o jurídica rusa pueda "sobrevolar, aterrizar o despegar" en territorio de la UE, según ha subrayado la política alemana en una comparecencia sin preguntas, acompañada del alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, para explicar el endurecimiento de las sanciones que ultima el bloque.
No ha sido el único anuncio de Von der Leyen y Borrell. El endurecimiento de las medidas contra el Kremlin incluye también el veto a sus medios de comunicación estatales, Russia Today y Sputnik, su "máquina mediática". "Estamos desarrollando herramientas para prohibir su desinformación tóxica y dañina para Europa", ha apuntado la jefa del Ejecutivo comunitario, quien ha confirmado que se preparan más medidas sancionadoras contra el régimen bielorruso de Lukashenko por su ayuda a Moscú.
Además, Borrell ha anunciado tras la videoconferencia con los ministros de Exteriores de la UE que la UE destinará 450 millones de euros a financiar el envío de armas letales y munición a Ucrania para ayudar a la población a defenderse. Un apoyo que sumará a otros 50 millones para material no letal como por ejemplo combustible o material médico. "La UE es un proyecto de paz, queremos conservar paz en Europa pero hay que estar preparados para defender esa paz", ha dicho el alto representante de Política Exterior.
¿Y España? La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha avanzado que el Gobierno enviará este mismo domingo un total de 20.000 kilos de material sanitario y de protección, mientras prepara también cien camas en hospitales de Madrid y Zaragoza en caso de que sea necesario traer heridos del país que enfrenta la invasión de Rusia. Asimismo, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha avanzado que España va a proponer la expulsión de los equipos deportivos rusos de las competiciones europeas.
¿Y EEUU?
Tras el anuncio conjunto del sábado con la UE, EEUU ha anunciado este domingo un envío de ayuda humanitaria a Ucrania por casi 54 millones de dólares (unos 48 millones de euros) para atender a los damnificados por la invasión rusa. En total, desde el inicio del conflicto en 2014, Washington ha destinado casi 405 millones de dólares (unos 359 millones de euros).
Más allá de las grandes sanciones anunciadas el jueves por el presidente Joe Biden para convertir a Putin "en un paria" a nivel internacional, en algunas tiendas de EEUU, y también de Canadá, están incluso retirando el vodka ruso de sus estanterías. Según publica Los Angeles Times, el vodka vendido en suelo estadounidense supone 7.000 millones de dólares para Rusia.
Las cifras
Como en todo conflicto armado, hablar de una cifra exacta de fallecidos civiles es tremendamente complicado. El sábado, el ministro de Salud de Ucrania, Viktor Lyashko, informó de la muerte de 198 personas, incluidos tres niños, desde el comienzo de la invasión rusa. Este domingo, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, confirmó al menos nueve civiles "muertos o desaparecidos" durante los ataques aéreos a la ciudad. Save the Children confirma, por su parte, al menos una decena de niños fallecidos en los bombardeos rusos sobre Ucrania.
Putin impone su sueño imperial con la invasión de Ucrania
Con respecto a las bajas en combate, por primera vez este domingo, el Ministerio de Defensa ruso ha confirmado víctimas entre sus filas. En concreto, habla de un número no determinado de "muertos y heridos", pero "menos" que el bando contrario. Las fuentes ucranianas, por su parte, declaran que unos 4.300 soldados rusos han muerto o resultado heridos hasta ahora. Cabe destacar que la situación de conflicto hace prácticamente imposible verificar estas cifras.
La otra cifra que nos deja este conflicto es la de refugiados. La agencia de Naciones Unidas para los refugiados, ACNUR, ha confirmado que 200.000 ucranianos han huido ya del país. Aproximadamente más de la mitad de estos refugiados se encuentran ahora mismo en Polonia. En este país están también los dos dos convoyes con ciudadanos españoles y la embajadora en Ucrania. A esta cifra facilitada por la ONU hay que añadir los más de 122.000 residentes de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, que se encuentran ya refugiados en territorio ruso.
"Detened la Tercera Guerra Mundial"
Y mientras Ucrania sigue bajo los misiles rusos, las calles de todo el mundo se siguen tiñendo de azul y amarillo en apoyo a los ucranianos. En España, este domingo, decenas de miles de personas han salido en Madrid, Barcelona, Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Valladolid y Alicante para decir "no a la guerra en Ucrania", con pancartas pidiendo paz y al grito de "Putin asesino".
Cuatro días, camino al quinto, lleva el mundo pendiente de Ucrania. Las más de 80 horas que han pasado desde la comparecencia del presidente ruso, Vladimir Putin, anunciando la invasión han dado para mucho: han pasado muchas cosas, muy rápido y sin casi tiempo para asimilarlas. Ante la avalancha de información, estos son los datos clave de este domingo: