"La verdad es que es me siento afortunada por haber podido venir este año, incluso con todo el tema de la pandemia, por lo menos no he tenido que enfrentarme al papeleo". Laura Cobos, estudiante de Filología en la Universidad de Burgos, está disfrutando de una beca Erasmus+ en Dundee, Escocia. Cobos, que comenzó su experiencia en enero de este año, habiéndose hecho ya efectivo el Brexit, no ha tenido que realizar papeleo adicional para poder vivir en el país británico, sin embargo, a partir del curso que viene las condiciones comenzarán a cambiar. "Sé que la gente que viene el próximo cuatrimestre ya tiene que hacer visados o permisos temporales", explica la joven estudiante. Bajo su punto de vista "es una pena" que Reino Unido no mantenga este programa porque "te da la oportunidad de estudiar en universidades muy prestigiosas y de conocer mejor la cultura británica".
Tras tres años de negociaciones, el 1 de enero de 2021 el Reino Unido dejó de ser parte de la Unión Europea. Ese día no solo se hacía efectiva la salida del club de los 27, también suponía la salida del programa Erasmus+ en el que cada año participan más de 940.000 estudiantes de todo el continente. Este programa, con más de 30 años de historia, ha permitido que más de 10 millones de jóvenes europeos hayan podido estudiar en otras universidades de la Unión, y solalemente en España durante los cursos comprendidos entre 2014 y 2020 la Comisión Europea concedió 384.646 estancias de movilidad en el ámbito universitario.
El primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johson, aseguraba en enero de 2020 que “el programa Erasmus no entraba en el tratado” y que los estudiantes británicos podrían seguir disfrutando de este tipo de intercambio pese al Brexit. Sin embargo, cuando se presentó el acuerdo final se anunció que Reino Unido no seguría participando en el programa Erasmus+ 2021-2027.
Esto dejó a los estudiantes españoles que querían hacer su intercambio en este país preocupados, como cuenta Matilde Pilar Sánchez Fernández, vicerrectora de Internacionalización de la Universidad Carlos III de Madrid: “Los estudiantes tienen interés en marcharse y no saben muy bien si van a tener que pagar más dinero o qué proceso tienen que seguir para poder hacerlo” por lo que, como corrobora Sebastián Bruque, vicerrector de la Universidad de Jaén, “se han recibido muchas consultas de estudiantes”.
Matilde Sánchez explica que desde las universidades se ha estado “siempre en contacto” con los estudiantes informándoles de lo que necesitaban hacer, especialmente con aquellas personas que estaban ya en el país británico o con las que se marcharon a principios de 2021. Uno de los principales cambios para quienes se encontraban en mitad de su experiencia o a punto de comenzarla es que han tenido que entrar con pasaporte, ya no vale con el DNI. A partir de septiembre esto cambiará ya que será necesario o bien un visado, para quienes estén más de seis meses, o bien el permiso de residencia de estudiantes para aquellas personas que vayan a estar en Reino Unido un periodo de tiempo inferior, según explica Bruque.
Hacer Erasmus en Reino Unido seguirá siendo posible el próximo curso
El Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE) explica que “tanto los beneficiarios del Reino Unido, como los beneficiarios del resto de países del Programa con el Reino Unido, pueden continuar participando en los proyectos subvencionados hasta que se completen todas las actividades, incluso si son después de 2020”, esto quiere decir que el programa Erasmus+ continuará vigente en el caso de la movilidad estudiantil durante el curso 2021/2022 y que todos los proyectos de docencia o investigación financiados con este programa aprobados en 2020 podrán ser llevados a cabo.
Reino Unido es, según datos del SEPIE, uno de los destinos más elegidos por los estudiantes españoles para disfrutar de la experiencia Erasmus, solo por detrás de Italia y por delante de países como Francia, Alemania o Polonia, por lo que su salida “no es una buena noticia para nadie”, según Sebastián Bruque, pero al menos durante el curso que viene las condiciones en lo referente a movilidad van a ser las mismas. Aquellas personas que se vayan de Erasmus tendrán la misma cuantía presupuestaria que hasta ahora (300 euros mesuales) y pagarán la matrícula en su universidad y no en la de destino.
Convenios bilaterales entre Universidades
Cuando el periodo de adaptación finalice lo que están preparando ya algunas universidades son convenios bilaterales. Esto consiste en que las universidades se ponen en contacto directamente entre ellas y preparan un convenio para que sus estudiantes puedan seguir disfrutando de esta experiencia en Reino Unido, y para que el estudiantado británico pueda hacer lo mismo en el resto de Europa. Sánchez explica que en el caso de la UC3M dentro del programa Erasmus se ofertan 158 plazas para Reino Unido, lo que supone un 10% de las plazas de movilidad ofertadas dentro del continente, y que tras el Brexit ya hay varias universidades británicas que se han puesto en contacto con la universidad madrileña para buscar la manera de que “los estudiantes puedan seguir teniendo la oportunidad de vivir la experiencia tanto en la Carlos III como en las universidades británicas”.
El proceso que se va a seguir tras la salida de Reino Unido del programa Erasmus+ supone, según explica el vicerrector de la UJA, Sebastián Bruque, “un coste inicial de recursos, encontrar alternativas de financiación, firmar y crear nuevos convenios”. Coincide con él la vicerrectora de la UC3M ya que, según cuenta, "Erasmus+ es un programa global que facilita mucho el proceso” porque los convenios ya están hechos y se firman "muy rápidamente". Ahora cada universidad podrá "poner sus propios requisitos", explica Sánchez. Esto podría suponer que las personas interesadas en realizar su estancia en Reino Unido tengan que presentar certificados de idiomas oficiales ya que "quizá ahora pidan un C1 o algún título oficial en vez del examen que se solía hacer dentro del programa Erasmus".
Esto supondría un incremento en el precio final de la movilidad al país británico ya que sería el propio estudiantado quien tendría que pagar el certificado. "Tampoco queremos dar privilegios a Reino Unido por haber salido de la Unión Europea", explica Bruque. Dentro del programa Erasmus+ existe la herramienta llamada OLS (Online linguistic support) o Apoyo Lingüístico en linea que está diseñada para ayudar a los participantes en el programa Erasmus+ a mejorar el conocimiento de la lengua que utilizarán para trabajar, estudiar o desarrollar su movilidad en el extranjero, pudiendo así aprovechar al máximo esta experiencia, puesto que "la falta de habilidades lingüísticas puede ser uno de los principales obstáculos para la participación en las oportunidades de movilidad o formación que ofrece este Programa", indica SEPIE. Este programa sirve también para avalar el nivel de idioma en la mayoría de las Universidades y no supone ningún coste adicional para el alumnado.
Más allá de la movilidad de grado
Otra de las consecuencias de la salida de Reino Unido es la pérdida de financiación para los programas de intercambio de personal docente. Este tipo de intercambios se ha triplicado en los últimas años, pasando de 209 participantes en 2014 a 603 en 2020 y sumando un total de 2.575 en esta modalidad de becados por el programa Erasmus. Bruque señala que las Universidades británicas han estado desde el principio "muy preocupadas" por el tema de los intercambios para investigación ya que no hay ninguna alternativa pensada para esta parte, que también quedaba cubierta por el programa Erasmus+. "Seguramente este intercambio se pierda completamente al contrario de lo que ocurrirá con el intercambio de grados que podrá seguir realizándose", sostiene.
El programa Erasmus tiene, además de las becas de movilidad de grado y las de intercambio de personal docente, convocatorias y acciones para educación escolar como eTwinning, programas para Formación Profesional de los que se han adejudicado más de 59.000 proyectos en los últimos 7 años, según datos del SEPIE, que en el caso del país británico no podrán seguir adelante.
Reino Unido ya ha anunciado que creará un nuevo programa llamado Turing en el que se ofertarán movilidades no solo a países europeos sino también al resto del mundo. En cuanto al estudiantado de la Unión Europea, Bruque remarca que con la salida del programa Erasmus "nosotros hemos perdido un país pero Reino Unido ha perdio un continente entero", por lo que pese a "no ser una buena noticia para nadie" la movilidad estudiantil no se va a ver tan afectada a largo plazo. Miguel Hernández, presidente de Erasmus Student Network Spain, califica la situación de "triste" ya que "el Erasmus es el programa estrella de la Unión Europea" y un "referente mundial" en cuestiones de movilidad.
Ethan Shannon-craven, estudiante de la Universidad de Bristol que actualmente está de erasmus en Madrid, cree que este nuevo programa "tendrá menos presupuesto" por lo que hará que la movilidad, para los estudiantes británicos, sea "mucho más elitista". Turing busca "que los estudiantes vayan a las mejores Universidades" y no tiene tan en cuenta como el programa Erasmus la inclusión, por lo que "seguramente muchos de los estudiantes vengan de escuelas privadas y tengan de base un buen nivel económico".
Por su part,e el nuevo programa Erasmus+ presentado por la Unión Europea el pasado 25 de marzo renace con el objetivo de ser más inclusivo, más digital y más ecológico. Se intentará conseguir mayor inclusividad para personas con orígenes culturales, económicos y sociales diversos y para ello cuenta con un presupuesto de algo más de 28.000 millones de euros en los próximos seis años.
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Sentimiento de pertenencia
Erasmus Student Network (ESN), la asociación estudiantil más grande de Europa, ligada al programa Erasmus+ desde el momento de su fundación, estuvo intentando "hacer presión" para que Reino Unido no saliese del programa porque, según las palabras de Miguel Hernández, es el proyecto más exitoso para generar un sentimiento de pertenencia al continente, un “sentimiento de que estamos todos y todas en el mismo barco” y eso se traduce en lo que se conoce como la generación Erasmus, que es gente "muy abierta de mente que ve a gente de otros países como iguales y aprecia la multiculturalidad" entre otras cosas.
Este programa, según explica Hernández, es “una referencia mundial”, por eso es "una lástima" que habiendo países de fuera del continente europeo queriendo participar en él, como por ejemplo Egipto, Reino Unido que está en Europa y participaba en el programa deje de hacerlo. Desde ESN creen que el Gobierno británico “va a tener un gran reto” para igualar tanto el prestigio como las ayudas, no solo en las becas de movilidad sino también en temas de accesibilidad e inclusión. Pese a la salida de Reino Unido, las asociaciones estudiantiles como ESN seguirán estando disponibles para que el estudiantado británico que llegue a España u otros países de la Unión siga teniendo ayuda “antes, durante y después” de la movilidad, reafirma Hernández. Coincide con él Iona McWilliams, voluntaria en ESN Strathclyde (Glasgow), quién asegura que las delegaciones británicas de esta asociación se están organizando para intentar ayudar a aquellos estudiantes que quieran realizar una movilidad tras la salida de Reino Unido del Erasmus. Por su parte, desde las universidades se seguirá trabajando para que el estudiantado se vea "lo menos afectado posible", concluye Sánchez.
"La verdad es que es me siento afortunada por haber podido venir este año, incluso con todo el tema de la pandemia, por lo menos no he tenido que enfrentarme al papeleo". Laura Cobos, estudiante de Filología en la Universidad de Burgos, está disfrutando de una beca Erasmus+ en Dundee, Escocia. Cobos, que comenzó su experiencia en enero de este año, habiéndose hecho ya efectivo el Brexit, no ha tenido que realizar papeleo adicional para poder vivir en el país británico, sin embargo, a partir del curso que viene las condiciones comenzarán a cambiar. "Sé que la gente que viene el próximo cuatrimestre ya tiene que hacer visados o permisos temporales", explica la joven estudiante. Bajo su punto de vista "es una pena" que Reino Unido no mantenga este programa porque "te da la oportunidad de estudiar en universidades muy prestigiosas y de conocer mejor la cultura británica".