Personas desesperadas que perdieron sus casas y viven entre escombros o en atestados refugios bloquearon el martes las calles de pueblos de Haití para obligar a que los camiones que reparten ayuda a que se detengan y les presten atención.
Los camiones avanzan por el país, pero la frustración de los supervivientes del huracán Matthew se está transformando en una profunda ira e incluso violencia, ya que la ayuda no llega a sus manos. Algunos incluso han atacado con piedras a los camiones, furiosos por la aparente falta de coordinación en la distribución de alimentos y agua.
"Nos humillan, nos toman por animales, no sabemos dónde vamos o qué habrá en el futuro, todo está destruido", afirmó Dmitry Pierre, uno de los supervivientes que vive en una escuela ahora habilitada a modo de refugio, según informa la agencia Reuters.
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El huracán Matthew dejó más de 1.000 personas muertas en Haití, mientras que decenas de miles han perdido sus hogares y unas 1,4 millones tienen la urgente necesidad de recibir asistencia humanitaria. Todo eso en un empobrecido país que aún lucha para recuperarse tras un devastador terremoto en 2010 que mató a alrededor de 200.000 personas y que redujo a escombros gran parte del territorio nacional.
En estas circunstancias, residentes bloquearon el martes con troncos el paso de una caravana de tres camiones cerca de la base de Naciones Unidas en el pueblo de Jeremie, en el noroeste de Haití, sin darse cuenta de que frenaban a fuerzas de paz y no a quienes cooperan en las labores de ayuda.
Las fuerzas de paz brasileñas salieron de sus vehículos con porras y escudos antidisturbios e incluso utilizaron un dron para grabar la situación en caso de que se saliera de control. "Hemos estado aquí un largo tiempo, nunca hemos recibido algo, cada camión que pasa no nos deja nada", aseguró Jean-Eddy Charles, quien afirmó que él organizó el bloqueo del martes.
Personas desesperadas que perdieron sus casas y viven entre escombros o en atestados refugios bloquearon el martes las calles de pueblos de Haití para obligar a que los camiones que reparten ayuda a que se detengan y les presten atención.