El Gobierno alemán ha criticado la "caza" de extranjeros vivida el fin de semana en la ciudad de Chemnitz, en el este del país, después de que una manifestación convocada a través de Internet reuniese a simpatizantes de la ultraderecha que querían tomarse la justicia por su mano.
El origen de la protesta se remontaría a la madrugada del domingo, cuando un hombre alemán de 35 años falleció supuestamente en una reyerta en la que participaron al menos diez personas de distintas nacionalidades. Unas 800 personas se sumaron en el centro de Chemnitz a una protesta contra los "criminales extranjeros" que concluyó en disturbios, según el diario Bild.
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"Lo que pasó ayer en Chemnitz y que en parte se puede ver en algunos vídeos no tiene cabida en nuestro Estado de Derecho", ha afirmado este lunes el portavoz del Gobierno de Angela Merkel, Steffen Seibert, durante una rueda de prensa celebrada en Berlín.
"Ese tipo de motines y persecuciones de personas que tienen una apariencia diferente u otra nacionalidad o el intento de propagar el odio por las calles no lo toleramos, no tiene cabida en nuestras ciudades y digo en nombre del Gobierno que lo condenamos firmemente", ha apostillado.
El portavoz del Gobierno central, sin embargo, ha recordado que "en Alemania uno no se puede tomar la justicia por su mano y tampoco hay sitio para aquellos grupos que salen a la calle porque quieren propagar odio, intolerancia y extremismo".
El Gobierno alemán ha criticado la "caza" de extranjeros vivida el fin de semana en la ciudad de Chemnitz, en el este del país, después de que una manifestación convocada a través de Internet reuniese a simpatizantes de la ultraderecha que querían tomarse la justicia por su mano.