Todo hacía pensar que los pasillos de la COP28 estarían copados masivamente por el lobby de la industria de los combustibles fósiles. La primera lista de participantes inscritos en esta cumbre internacional sobre el clima de Dubai (Emiratos Árabes Unidos) hace temer lo peor.
Del listado difundido el jueves 30 de noviembre por la Secretaría del Clima de la ONU, Mediapart ha contabilizado seis representantes de la petrolera francesa TotalEnergies infiltrados en el corazón de esta COP. Se trata de Helle Kristoffersen, miembro del comité ejecutivo de TotalEnergies y directora de desarrollo sostenible del grupo, Pascal Siegwart, vicepresidente de mercados de carbono y economía de la empresa, y Lucile Badaire, vicepresidenta para el clima.
TotalEnergies también ha podido enviar a sus emisarios bajo el paraguas de ONG como Comité 21 y BusinessEurope. Y también está presente en la mesa de negociaciones a través de organizaciones empresariales que defienden sus intereses privados.
Por ejemplo, han llegado a Dubai nueve representantes de la Asociación Francesa de Empresas de Medio Ambiente, organización presidida por el CEO de TotalEnergies, Patrick Pouyanné. La Alliance to End Plastic Waste, ONG fundada por la industria petrolera y de la que TotalEnergies es miembro fundador, ha enviado cuatro delegados.
El Consejo Empresarial Mundial de Desarrollo Sostenible, Ipieca y la Asociación Internacional de Comercio de Emisiones -lobbies de las grandes empresas de combustibles fósiles, entre ellas TotalEnergies y multinacionales petroleras como Shell y Chevron- han enviado al menos 176 portavoces acreditados.
Mediapart también ha contabilizado al menos sesenta lobistas enviados directamente por las grandes petroleras fósiles, como ExxonMobil (14 delegados), Chevron (6 representantes), BP, Shell y Eni. También el grupo gasístico francés Engie está representado, con cuatro delegados.
Esta mezcla de géneros en un momento de cambio climático acelerado plantea dudas sobre el proceso de acreditación por parte de la ONU Clima, especialmente porque el presidente de la COP28, el Sultan al-Jaber, que también es propietario de la petrolera nacional emiratí Abu Dhabi National Oil Company (Adnoc), quiere, según una investigación de la BBC, utilizar la cumbre para cerrar contratos de combustibles fósiles con una quincena de gobiernos para Adnoc.
Torpedear la apodada "COP de los fósiles”
Los sobre-beneficios cosechados por las grandes petroleras, el hecho de que la cumbre esté organizada por una petro-monarquía y el nombramiento del Sultán al-Jaber como presidente de la COP han llevado a que la salida de los combustibles fósiles se haya convertido en el tema clave de la conferencia de Dubai.
A finales de septiembre, TotalEnergies anunció que aumentaría su producción de hidrocarburos entre un 2% y un 3% anual en los próximos cinco años, en contra de la necesidad urgente de hacer frente al cambio climático y de las recomendaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y de la Agencia Internacional de la Energía. En cuanto a Shell y BP, han llegado incluso a anunciar claramente este año que no tenían intención de cumplir sus objetivos climáticos.
En consecuencia, los observadores de la sociedad civil que suelen seguir las cumbres sobre el clima llevan meses temiendo que cientos de lobistas del petróleo, el gas y el carbón aterricen en Dubai para torpedear una conferencia de la ONU que hace tiempo que se anuncia como una "COP de los fósiles".
El año pasado, en la COP27 de Sharm el-Sheikh (Egipto), 636 representantes de las industrias del petróleo, el gas y el carbón ya trabajaban entre bastidores para mantener el negocio, una cuarta parte más que en la COP26 de Glasgow. Esos emisarios de los mayores emisores de CO2 del mundo superaban en número a las delegaciones nacionales de los diez países más afectados por el cambio climático.
Según un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente publicado a principios de noviembre, los gobiernos prevén producir en 2030 el doble de energía procedente de combustibles fósiles de la necesaria para mantener el calentamiento global por debajo de la barra de los +1,5°C. Una semana antes de la apertura de las conversaciones, Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de la Energía, se mostraba alarmado por la situación: "La industria del petróleo y el gas se enfrenta a un momento de la verdad en la COP28. Tiene que elegir: seguir alimentando la crisis climática o comprometerse con las energías limpias".
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Traducción de Miguel López
Todo hacía pensar que los pasillos de la COP28 estarían copados masivamente por el lobby de la industria de los combustibles fósiles. La primera lista de participantes inscritos en esta cumbre internacional sobre el clima de Dubai (Emiratos Árabes Unidos) hace temer lo peor.