Himnos a Mussolini y saludos nazis: dentro del movimiento juvenil del partido de Giorgia Meloni

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Selena Frasson, Cristiana Mastronicola y Luigi Scarano (Fanpage.it / Mediapart)

En sus cánticos, los activistas se presentan como " la migliore gioventù" ("la mejor de las juventudes"). Giorgia Meloni se refiere a ellos en público como "ragazzi stupendi" ("jóvenes magníficos"). Fratelli d'Italia los define simplemente como "el alma y el motor " necesarios para la victoria del partido de la primera ministra italiana. Sin embargo, tras una fachada respetable, la Gioventù nazionale ("Juventud nacional"), la rama juvenil de Fratelli d'Italia, celebra el fascismo y canta "Duce" (Benito Mussolini, fundador del fascismo) y "Sieg Heil", al tiempo que lamenta la época del terrorismo neofascista de los años setenta.

Estos son los resultados de una investigación gráfica realizada por la web italiana Fanpage, que difunde Mediapart (socio editorial de infoLibre). En el vídeo se ve a jóvenes militantes de Fratelli d'Italia participando en conciertos de extrema derecha, haciendo el saludo fascista o coreando consignas fascistas como "Boia chi molla" ("traidor el que se rinda"). Entre ellos se llaman "legionarios". Estas acciones, llevadas a cabo a la vista de los líderes del movimiento, no solo se toleran, sino que a veces incluso se fomentan.

La Gioventù nazionale, creada en 2014, cuenta ahora con miles de miembros y afirma ser el mayor movimiento de juventudes de los partidos italianos. En el Atreju, el festival anual organizado por Fratelli d'Italia, la primera ministra Giorgia Meloni dio las gracias a los jóvenes militantes de su partido: "Esto es lo que tanta gente nos envidia, que tengamos jóvenes que todavía creen en la política y en la militancia. Esto es único, no tiene precio".

La investigación de Fanpage revela cómo Flaminia Pace, la joven líder emergente del movimiento juvenil, que en el pasado ha defendido públicamente al partido de las acusaciones de fascismo, manifiesta en privado su deseo de votar "tres veces al Duce" en las elecciones europeas e insulta a las minorías. La periodista encubierta de Backstair, la unidad de investigación de Fanpage, informa de que Pace también ha confesado a otros militantes tener vínculos familiares con figuras clave del terrorismo neofascista de los años 70, responsable de muchas muertes, sobre todo en el atentado de Bolonia de 1980 (85 muertos y más de 200 heridos).

La formación de los militantes está impregnada de ideologías extremistas. Los adolescentes y jóvenes universitarios que se unen al movimiento están inmersos en un ambiente en el que es aceptable insultar a los profesores queer y hacer comentarios racistas.

Como muestra el vídeo, uno de los momentos más significativos para los militantes es el ritual de cantar "presente" en conmemoración de sus compañeros de extrema derecha caídos. Durante estas ceremonias, los jóvenes activistas hacen gala de disciplina militar, y los responsables se cuidan mucho de que no se filmen comportamientos comprometedores, como el saludo romano.

Los partidos de la oposición denuncian el "incomprensible silencio" de Giorgia Meloni

Las cámaras de Fanpage captaron al eurodiputado Nicola Procaccini, copresidente del grupo parlamentario ECR, el de los conservadores radicales en la anterior legislatura, y a los eurodiputados Marco Perissa y Paolo Trancassini realizar gestos típicamente fascistas, como saludarse cogiéndose por los antebrazos. La investigación también reveló la participación de jóvenes militantes en actos secretos, como conciertos de música de extrema derecha en la sede de Fratelli d'Italia, donde, lejos de la prensa, las juventudes de Giorgia Meloni se desmelenaban, haciendo el saludo romano y cantando canciones fascistas.

La investigación ha provocado reacciones. Los partidos de la oposición italiana, el Partido Democrático (PD), el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Alianza de los Verdes y la Izquierda, han pedido una investigación y denunciado el "silencio incomprensible" de Giorgia Meloni. La presidenta del grupo SD (Socialistas y Demócratas) en el Parlamento Europeo, Iratxe García Pérez, afirmó en la red social X que "no hay normalización posible de la extrema derecha en Europa". "Esas imágenes estremecedoras nos recuerdan el pasado imperdonable de quienes todavía elogian el fascismo, el racismo y la intolerancia", ha añadido. Procaccini, en su defensa, dijo que "estaba demasiado cerca de alguien. Uno me agarró por el bíceps y me cogió el codo".

Hablamos con Selena Frasson, la periodista infiltrada.

Mediapart: ¿Qué le llevó a hacer esta investigación?

Selena Frasson: Gioventù Nazionale es el mayor movimiento juvenil de Italia y goza de una excelente representación en la prensa. Basta pensar que el pasado mes de enero, uno de los principales telediarios nacionales de la televisión pública dedicó un reportaje entero a una de las manifestaciones organizadas por el movimiento en el cementerio de Verano, en Roma, calificándola de apolítica, cuando en realidad la habían organizado y participado en ella sólo miembros de Gioventù nazionale. A pesar de este relato, son conocidos los vínculos entre algunos representantes de estas juventudes y movimientos de extrema derecha como Casaggì en Florencia.

A partir de estos elementos, Backstair, la unidad de investigación de Fanpage para la que trabajo y que está especializada en investigaciones encubiertas, quiso conocer las conexiones del movimiento en Roma, en la capital, donde son más fuertes las relaciones con las instituciones y el partido. Desde el principio, quedó claro que los mismos militantes que ponen la cara más moderada ante las cámaras sienten una profunda conexión con la subcultura de extrema derecha, esa que no pueden mencionar en público pero de la que presumen constantemente en privado, dentro de las secciones y en los mítines.

Cuando trabajas de incógnito, tienes que prestar atención a todo lo que te rodea

 

¿Cuánto tiempo le llevó realizar la investigación?

Varios meses. En este tipo de trabajo, no sólo se necesita tiempo para la fase operativa. También hay una larga fase de planificación e investigación. El punto crucial en el periodismo encubierto es construir un perfil fiable del entorno en el que vamos a entrar; tenemos que ganarnos la confianza de las personas con las que entramos en contacto, y sólo una vez superado este escollo empezamos a descubrir algo que puede ser muy relevante para la opinión pública, que es siempre nuestro objetivo.

¿No fue psicológicamente exigente llevar a cabo una investigación así?

Cuando trabajas de incógnito, tienes que prestar atención a todo lo que te rodea: tienes que observar lo que ocurre y estar preparado para interceptarlo sin llamar la atención para no levantar sospechas y proteger tu identidad secreta.

He pasado los momentos más difíciles en el campamento comunitario, por ejemplo, porque el lugar estaba muy aislado, no había cobertura y no podía ponerme en contacto con mi equipo; en estos casos, la única forma de protegerte a ti misma y a tu trabajo es permanecer extremadamente lúcida. Este tipo de trabajo conlleva diferentes niveles de implicación emocional y psicológica, y se hace complicado no dejarse absorber; también hay que saber encontrar espacios para volver a entrar en contacto con tu realidad, y desde ese punto de vista es esencial el trabajo en equipo.

¿Qué reacciones ha tenido tras la difusión de su investigación? ¿Teme presiones o intimidaciones?

No esperábamos el silencio y la total falta de respuesta de las instituciones, empezando por la primera ministra, Giorgia Meloni, líder del partido que celebró con entusiasmo su movimiento juvenil. No puedes ignorar ninguna señal cuando decides emprender un trabajo como éste.

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Sabes que corres riesgos, pero Backstair, como unidad de investigación, y Fanpage, como periódico, llevan varios años realizando investigaciones encubiertas, y todos sabemos cómo prepararnos para cualquier escenario. Soy periodista, y todo periodista tiene el deber de documentar las cosas e informar de lo que ve. Aunque lo que muestre incomode a los poderes fácticos, yo sólo he hecho mi trabajo.

 

Traducción de Miguel López

En sus cánticos, los activistas se presentan como " la migliore gioventù" ("la mejor de las juventudes"). Giorgia Meloni se refiere a ellos en público como "ragazzi stupendi" ("jóvenes magníficos"). Fratelli d'Italia los define simplemente como "el alma y el motor " necesarios para la victoria del partido de la primera ministra italiana. Sin embargo, tras una fachada respetable, la Gioventù nazionale ("Juventud nacional"), la rama juvenil de Fratelli d'Italia, celebra el fascismo y canta "Duce" (Benito Mussolini, fundador del fascismo) y "Sieg Heil", al tiempo que lamenta la época del terrorismo neofascista de los años setenta.

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