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La Justicia belga también investigará las revelaciones periodísticas del 'caso Congo Hold-up'

Logo de 'Congo Hold-up'.

Yann Philippin (Mediapart) | De Standaard | Le Soir

Es una magnífica casa cerca de un campo de golf en Grez-Doiceau, en la Bélgica francófona. Este martes por la mañana, el acaudalado empresario belga Philippe de Moerloose recibió la visita de agentes de la Oficina Central de Represión de la Corrupción (OCRC), que registraron su domicilio en el marco de una investigación judicial sobre “corrupción privada de funcionarios públicos extranjeros”, según nuestros socios belgas de los diarios Le Soir y De Standaard. Los policías anticorrupción también registraron otros dos domicilios particulares y tres empresas de Philippe de Moerloose.

La Fiscalía Federal belga nos ha confirmado que esta investigación judicial, encomendada a un juez de instrucción, se abrió “a raíz de las informaciones publicadas en el caso Congo Hold-up (el expolio del Congo), la amplia investigación internacional sobre la corrupción y la malversación de fondos públicos en la República Democrática del Congo, publicada el pasado mes de diciembre por infoLibre y 23 medios de comunicación y ONG, entre ellos Mediapart y los diarios belgas De Standaard y Le Soir [ver aquí nuestro dosier]

La investigación judicial belga se ha iniciado a raíz de nuestros artículos sobre Philippe de Moerloose, una de las cien mayores fortunas de Bélgica, que dirige las empresas SDA Holding y African Equities, especializadas en la distribución de material agrícola y de obras públicas.

Gracias a numerosos documentos confidenciales, revelamos cómo Philippe de Moerloose vendió cientos de máquinas (tractores, remolques, cosechadoras, etc.) a la República Democrática del Congo (RDC), en tiempos del expresidente Joseph Kabila, por más de 740 millones de dólares, aplicando márgenes estratosféricos. En algunos contratos, las máquinas se vendieron hasta por siete veces el precio de compra.

Estas supuestas facturaciones por encima del precio interesan a la Justicia belga. Más aún si se tiene en cuenta que parte del dinero vinculado a estos contratos pasaba por empresas offshore con sede en paraísos fiscales como las Islas Vírgenes Británicas, Mauricio y Luxemburgo, como reveló nuestra segunda investigación.

Contactado este martes, Philippe de Moerloose no pudo ser localizado.

En el momento de la publicación de los artículos, en diciembre pasado, el empresario negó la existencia de esta sobrefacturación de equipos en la RDC. “Estos márgenes de beneficio se ajustan a los estándares del sector y del mercado (margen bruto de alrededor del 25 al 30%)”, dijo.

Philippe de Moerloose también negó en aquel momento cualquier cercanía particular con el expresidente Joseph Kabila, que deja el cargo en 2019. Sin embargo, negoció estos contratos directamente con el antiguo jefe de Estado congoleño, según sus antiguos colaboradores contactados. Esta cercanía se reflejó también en la venta a la suegra de Joseph Kabila de una magnífica villa de siete dormitorios con piscina, en Grez-Doiceau, a pocos pasos de la casa de Philippe de Moerloose, con un valor estimado de 1,2 millones de euros.

Nuestras investigaciones sobre el Congo Hold-up (El expolio del Congo) se basan en la mayor filtración africana conocida hasta la fecha, obtenida por Mediapart y la ONG Plataforma para la Protección de los Denunciantes en África (PPLAAF): 3,5 millones de documentos del banco gabonés BGFI. 

Otro de nuestros artículos reveló también una turbia operación entre Philippe de Moerloose y la empresa Sud Oil. Controlada por Francis Selemani, hermano adoptivo de Joseph Kabila y en su momento director del banco BGFI DRC, la empresa fue utilizada por la familia Kabila para malversar 92 millones de dólares de fondos públicos congoleños.

En 2013, el empresario belga vendió a Sud Oil un gran garaje en Kinshasa, que había comprado dos años antes a su propia empresa, por 12 millones de dólares. Según nuestras informaciones, negoció el acuerdo directamente con Francis Selemani. Sud Oil pagó parte de la factura, por valor de 5,5 millones de dólares, con dinero desviado del Banco Central del Congo. Y Philippe de Moerloose cobró los 12 millones de dólares en una cuenta suiza en el banco UBS de Ginebra.

Philippe de Moerloose nos respondió entonces que sus “encuentros con el Selemani se referían” únicamente a la “garantía de pago” concedida por el BGFI “y no a la transacción inmobiliaria”. Dijo que “en su momento exigió una copia del registro de accionistas” de Sud Oil, y que el documento que se le presentó “no informaba a ningún miembro de la familia Kabila”.

Casualmente, el procedimiento judicial abierto en Bélgica se produce tras el anuncio de que la Fiscalía Nacional Financiera ha abierto una investigación preliminar en Francia sobre otro aspecto del asunto del Congo Hold-up. Se trata de posibles delitos de "blanqueo agravado de fondos públicos", y se centra en particular en el papel de la filial francesa del banco BGFI. 

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Desde nuestras primeras revelaciones en el invierno de 2021, la fiscalía de Kinshasa indicó que había abierto una investigación.

Traducción: Mariola Moreno

Leer el texto en francés:

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