En la sala de audiencias del tribunal de Budapest, Rui Pinto permanece estupefacto, inmóvil, con la mirada fija. Sólo al cabo de algunos minutos mueve ligeramente la cabeza el denunciante portugués de los Football Leaks, visiblemente afectado por el veredicto. Una jueza húngara acaba de informarle, este martes por la mañana, de que ha decidido extraditarle a Portugal, además de la entrega a las autoridades portuguesas de la totalidad de los 10 terabytes de datos confidenciales incautadosterabytes en su domicilio en el momento de su arresto, el 16 de enero.
Rui Pinto está perseguido en su país natal, Portugal, por robo de datos y tentativa de extorsión, acusaciones que él refuta. Sus abogados han anunciado inmediatamente su intención de recurrir, lo que deja en suspenso la extradición. A la espera de un segundo proceso, el joven permanecerá en residencia vigilada con una pulsera electrónica.
Este veredicto en primera instancia supone un fracaso para Rui Pinto y su equipo de abogados, que habían basado su estrategia en el hecho de que la justicia húngara reconociera a Rui Pinto el denominado estatuto de denunciante. Bajo el pseudónimo de “John”, Pinto ha facilitado, desde 2016, más de 70 millones de documentos de Football Leaks a la revista alemana Der Spiegel, que los ha compartido con Mediapart –socio editorial de infoLibre– y el resto de medios del European Investigative Collaborations (EIC).
Nuestras revelaciones basadas en estos documentos han dado lugar a la publicación de más de 800 artículos y han provocado la apertura de investigaciones judiciales en varios países, entre ellos Francia, Bélgica, España, Suiza y los Estados Unidos. Nuestros documentos han jugado un papel clave en las condenas por fraude fiscal en España de varias estrellas del balón como Cristiano Ronaldo, José Mourinho y Ángel Di María, que han generado decenas de millones de euros para el Estado español.
Dos meses después de su arresto, Rui Pinto había comenzado también a colaborar con la justicia francesa. Entregó 12 millones de ficheros informáticos a las autoridades financieras nacionales, que han iniciado un procedimiento de cooperación vía Eurojust con el fin de compartir los datos. En una primera reunión de trabajo celebrada el 19 de febrero, ocho países han mostrado su interés en investigarlos.
La estrategia de Rui Pinto
Esta cooperación con los fiscales franceses era el centro de la estrategia de Rui Pinto. En la audiencia en Budapest dijo que había lanzado el proyecto Football Leaks en aras del interés general, precisando que quería destapar las numerosas prácticas ilegales del negocio del fútbol.
Rui ha pedido a la jueza húngara que no le extradite a Portugal porque está convencido de que no gozará de “un proceso independiente” en su país. Considera que existen demasiados intereses comunes entre el fútbol y las instancias políticas y judiciales portuguesas.
Y es que acabamos de dar a conocer que el magistrado que representa a Portugal en Eurojust omitió declarar que su hijo trabajaba en un bufete de abogados que representa a Cristiano Rolando y a varias personalidades citadas por los Football LeaksFootball Leaks. Rui Pinto terminó su declaración diciendo que “la decisión de extraditar es también una cuestión de vida o muerte”. Teme ser agredido por los fans del Benfica de Lisboa si le ingresan en una prisión portuguesa. Los últimos meses ha estado recibiendo amenazas de muerte por correo.
La prensa portuguesa ha publicado que él sería el hombre que pirateó los emails confidenciales del Benfica, algo que Rui ha desmentido. El asunto ha sido un escándalo en Portugal y ha provocado varios procedimientos judiciales con el club en el punto de mira.
Posible error procesal
En la pequeña sala de audiencias, repleta de periodistas y cámaras, su abogado húngaro, David Deak, ha desarrollado en su alegato varios puntos contra la extradición, entre ellos un posible error procedimental que podría ser aprovechado en el recurso. Al parecer, las autoridades portuguesas no habrían emitido una orden de detención nacional antes de emitir la orden de detención europea. En todo caso, la orden nacional no aparece en este momento procesal. Si esto fuera confirmado iría contra las reglas aplicables.
La jueza húngara se retiró a continuación durante 45 minutos antes de proceder a anunciar su decisión. Su fallo a favor de la extradición parece apoyarse en un argumento simple: puesto que los presuntos delitos de los que se acusa a Pinto datan de 2015, y ocurrieron pues algunos meses antes de compartir los datos con los medios miembros del EIC, ella no puede decidir si Rui Pinto puede beneficiarse de la protección que se concede a los denunciantes durante ese período.
Si la condena fuese confirmada sería una muy mala noticia para los países europeos, entre ellos Francia, que quieren investigar las derivas del negocio del fútbol. La justicia húngara se ha incautado en su domicilio de discos duros con 10 terabytes de datos (entre ellos 6 terabytes inéditos que no han sido enviados al EIC). Es decir, Rui Pinto no ha tenido tiempo de transmitir más que alrededor del 10% a los fiscales franceses del PNF.
La jueza ha ordenado que la totalidad de los datos sea enviada a Portugal. Ahora bien, según expertos preguntados por el EIC, el derecho portugués prohíbe, al contrario que el derecho francés o alemán, el uso de datos obtenidos ilegalmente para iniciar actuaciones judiciales. Es incluso probable que la ley impida a los magistrados portugueses compartir datos con otros países europeos.
En resumen, existe un riesgo elevado de que las autoridades portuguesas destruyan los datos, lo que paralizaría las investigaciones en curso sobre Football Leaks en varios países.
Tras una primera entrega en 2016, Mediapart y catorce medios europeos de la red European Investigative Collaborations (EIC) publicaron en noviembre de 2018 la segunda enterga de Football Leaks, la mayor filtración en la historia del periodismo. Más de 70 millones de documentos obtenidos por Der Spiegel, o 3,4 terabytes de datos, fueron analizados durante ocho meses por cerca de 80 periodistas, diseñadores gráficos e informáticos. Corrupción, fraude, dopaje, transferencias, agentes, evasión fiscal, explotación de menores, compra de juegos, influencia política: Football Leaks documenta la cara oculta del fútbol de una manera nueva.
El denunciante Rui Pinto, la principal fuente de las filtraciones de fútbol, fue detenido a mediados de enero en Hungría y está luchando para evitar la extradición a Portugal, su país, que sospecha que es un ladrón de datos y perpetró un "intento de extorsión" (lea su entrevista aquí). Dos meses antes de su detención, Rui Pinto comenzó a trabajar con la Fiscalía Financiera Nacional (PNF), a la que proporcionó 12 millones de archivos informáticos de los Football Leaks. El 19 de febrero, la PNF inició un procedimiento de cooperación judicial europea para compartir estos documentos en una reunión de Eurojust a la que asistieron nueve países.
Ver más'Football Leaks': el denunciante Rui Pinto será extraditado a Portugal
Traducción de Miguel López
Aquí puedes leer el texto completo en francés:
En la sala de audiencias del tribunal de Budapest, Rui Pinto permanece estupefacto, inmóvil, con la mirada fija. Sólo al cabo de algunos minutos mueve ligeramente la cabeza el denunciante portugués de los Football Leaks, visiblemente afectado por el veredicto. Una jueza húngara acaba de informarle, este martes por la mañana, de que ha decidido extraditarle a Portugal, además de la entrega a las autoridades portuguesas de la totalidad de los 10 terabytes de datos confidenciales incautadosterabytes en su domicilio en el momento de su arresto, el 16 de enero.