Al término de las elecciones que se celebran en Europa del 6 al 9 de junio, se espera que la extrema derecha se abra paso en el hemiciclo del europarlamento. Los sondeos pronostican un auge de sus dos formaciones, Identidad y Democracia (ID) y los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).
Tanto es así que la francesa Marine Le Pen hizo este llamamiento a la primera ministra italiana a finales de mayo: “Ha llegado el momento de unirnos [...]. Si lo conseguimos, podemos convertirnos en el segundo grupo del Parlamento”. Por su parte, el pasado lunes 3 de junio, el primer ministro francés, Gabriel Attal, no dudó en advertir de esa posibilidad en la cadena France Info: “Por primera vez, la extrema derecha podría formar un grupo capaz de bloquear el Parlamento Europeo”.
Pero si lo miramos en detalle, esas fuerzas emergentes abarcan realidades muy diversas, lo que dificulta su trabajo conjunto en el seno del Parlamento.
En vísperas de las elecciones europeas de 2019, Mediapart intentó trazar un mapa de las familias de la derecha radical, demostrando su extrema diversidad. Para las elecciones de 2024, hemos analizado los votos de los 153 eurodiputados de extrema derecha sobre diez textos decisivos de la legislatura que acaba de terminar (ver la metodología en la caja negra). Esta radiografía, partido por partido, confirma la existencia de desacuerdos fundamentales en cuestiones clave, desde el libre comercio a las relaciones con Rusia, pasando por ciertos aspectos de la política migratoria.
Mediapart analiza cada una de las diez votaciones clave de la legislatura, centrándose esta vez únicamente en los principales partidos con al menos tres eurodiputados.
1. La deuda común de la UE-27
Además de adoptar un presupuesto para los próximos siete años, los eurodiputados aprobaron en diciembre de 2020 el principio de una deuda común, con el fin de financiar parte del plan de recuperación lanzado tras la epidemia del Covid. Se trata de una pequeña revolución en Bruselas, ya que la decisión, decidida por las capitales, supone un nuevo impulso federalizante: dar nuevas competencias a la Unión Europea (UE).
Como era de esperar, la mayoría de los partidos de extrema derecha se opusieron, como el francés Rassemblement National. Pero algunos pesos pesados del panorama se abstuvieron: los italianos de Fratelli y la Liga de Matteo Salvini, y la Nueva Alianza Flamenca (N-VA). El húngaro Fidesz, entonces miembro del Partido Popular Europeo (formación que abandonó en marzo de 2021 para situarse como no inscrito), votó a favor del texto.
2. La Política Agrícola Común 2023-2027
En noviembre de 2021, el Parlamento Europeo aprobó el contenido de la Política Agrícola Común (PAC) para el periodo 2023-2027, el primer presupuesto de la UE. En aquel momento, los opositores al texto denunciaban una PAC que hacía oídos sordos a cuestiones urgentes como el cambio climático y el colapso de la biodiversidad.
Los partidos de extrema derecha representados en el Parlamento Europeo votaron de forma diferente. Los de los grandes países agrícolas, como el RN francés y el PiS (Ley y Justicia) polaco, votaron a favor de la PAC. También lo hizo el partido Fidesz del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, acusado de malversar las subvenciones agrícolas europeas en beneficio de empresarios cercanos. Pero muchos otros partidos, en Suecia, Finlandia y España (Vox), rechazaron el texto principal de la PAC.
3. La situación en la frontera ucraniana antes de la invasión rusa de 2022
Esta resolución de diciembre de 2021, menos de tres meses antes de la invasión rusa, “apoya la independencia, la soberanía y la integridad territorial” de Ucrania y “condena el actual despliegue militar a gran escala de Rusia a lo largo de la frontera con Ucrania”. El texto fue aprobado por 548 votos a favor, 69 en contra y 54 abstenciones.
Los eurodiputados de RN formaban parte de una minoría de extrema derecha que votó en contra de la resolución, junto con el Foro Holandés para la Democracia, por ejemplo. El Vlaams Belang flamenco y el FPÖ austriaco, dos estrechos aliados de RN en Bruselas, se abstuvieron.
Como era de esperar, los Fratelli de Giorgia Meloni, que desde hace tiempo mantienen una línea pro-ucraniana, votaron a favor del texto, al igual que la mayoría de los grupos de extrema derecha de Europa central y oriental y Escandinavia. En este caso, la proximidad geográfica con Ucrania también es un factor que explica el voto.
4. El acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Nueva Zelanda
Junto con el de Vietnam, es uno de los dos acuerdos de libre comercio aprobados durante la legislatura. Como era de esperar, RN votó en contra del texto, mientras que su principal aliado dentro del grupo Identidad y Democracia, la Liga, más cercana al mundo empresarial en Italia, votó a favor. El Fidesz húngaro votó a favor, mientras que el PiS polaco se opuso. La votación puso de relieve dos familias tradicionales de la extrema derecha, una crítica con la globalización y a favor del proteccionismo, y otra pro-mercado.
5. Nuevas normas para reducir y reciclar los envases
Este texto, aprobado en noviembre de 2023, establece normas para luchar contra el aumento constante de los residuos y fomentar la reutilización de los envases. Es uno de los tres de nuestra lista, junto con el pacto migratorio y el deber de diligencia, en los que la extrema derecha votó de forma más parecida: la mayoría en contra, para evitar a la industria nuevas obligaciones.
Cabe destacar aquí el papel fundamental de Fratelli d'Italia: junto con los eurodiputados italianos de otros grupos, trató constantemente de desbaratar estas normas antes de la votación, presentando numerosas enmiendas de la industria agroalimentaria italiana.
6. Nuevos transgénicos (OMG) en ciernes
En febrero de 2024, el Parlamento Europeo allanó el camino para la regulación de las “nuevas técnicas genómicas”, calificadas por sus detractores de “nuevos OMG”. En aquel momento, RN no sabía si apoyar y oponerse, en ausencia de Jordan Bardella (su líder actual, que suele ausentarse, ndt). Sobre este texto, emblemático de la relación con la tecnología, la extrema derecha estaba dividida entre Alternativa para Alemania (AfD) o Fratelli (a favor) y Fidesz o PiS (en contra).
7. La relocalización de los inmigrantes
Incluso en un texto sobre inmigración, las extremas derechas no piensan lo mismo. El Parlamento Europeo aprobó en abril su “pacto migratorio”, una batería de diez polémicos reglamentos y directivas. El RN francés rechazó la mayoría de los textos –al igual que la mayoría de los grupos de extrema derecha– y se mostró especialmente contrario con el que introduce un principio de “solidaridad flexible”.
Eso obliga a todos los Estados miembros a mostrar algún tipo de solidaridad con los países en primera línea (Italia, España o Grecia), acogiendo a inmigrantes o pagando compensaciones financieras o materiales a los países de primera entrada.
Por el contrario, los miembros de Fratelli d'Italia votaron en masa a favor del pacto, y de ese texto en particular, a pesar de que su líder, Giorgia Meloni, había apoyado previamente la propuesta en el Consejo Europeo, institución que lleva la voz de las capitales a Bruselas. La Liga siguió más o menos el ejemplo de Meloni absteniéndose, a pesar de que forma parte de la coalición de derechas que gobierna en Italia.
8. La reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento
Esa fue la votación que más dividió a la extrema derecha. En enero, el Parlamento Europeo aprobó una reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, una votación que, para sus detractores, significa el regreso de la austeridad. En este caso, los aliados del grupo ID están al unísono (en contra), con la excepción de la Liga italiana, que sigue estando más cerca de los empresarios que el resto de su grupo (abstención). La mayoría del grupo ECR, en cambio, votó a favor del pacto presupuestario, incluidos el español Vox y el flamenco N-VA (Fratelli se abstuvo).
9. El deber de diligencia de las multinacionales
El texto, que establece obligaciones para las multinacionales en los ámbitos social y medioambiental, es una de las victorias de los partidos de izquierdas durante esta legislatura. Y fue una de las directivas en las que coincidieron todos los partidos de extrema derecha, cuyos principales partidos votaron unánimemente en contra de ese deber de diligencia, a pesar de que se presentó justo al final de la legislatura en una versión mucho menos ambiciosa que al principio. El argumento esgrimido fue que no debía aumentar la “carga” administrativa y regulatoria de las grandes empresas.
10. Trabajadores de plataformas digitales
Otro texto emblemático del mandato es la directiva para reforzar los derechos de los trabajadores de plataformas digitales como Uber y Deliveroo. Los partidos franceses ultra Rassemblement National y Reconquête la aprobaron de conformidad, para RN, con las posiciones adoptadas por Marine Le Pen en los últimos años (era una exigencia de su programa presidencial en 2022).
Según nuestro análisis, la mayoría de los partidos de extrema derecha europeos apoyan el texto. Destaca la oposición de Vlaams Belang, en el Flandes belga, y de Vox, una posición que, para el grupo de Santiago Abascal, se explica sin duda por el deseo de oponerse al Gobierno socialista en España, artífice y ferviente defensor de este texto.
Caja negra
Para realizar este estudio, Mediapart ha incluido, además de treinta y cinco eurodiputados no inscritos, a todos los partidos miembros del grupo Identidad y Democracia (ID, cincuenta eurodiputados) y del grupo Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, sesenta y ocho eurodiputados), incluida la Nueva Alianza Flamenca (N-VA) en Bélgica, aunque su clasificación como extrema derecha está sujeta a debate.
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Hemos contado a Alternativa para Alemania (AfD), que acaba de ser expulsada del grupo ID, como no inscritos, a la espera de la reconfiguración de los grupos de extrema derecha tras las elecciones. Otros diputados cambiaron de partido o de grupo político durante su mandato, como el francés Nicolas Bay, que en 2022 pasó de RN (ID) a Reconquête (No inscritos y luego ECR): en este caso, para mayor claridad, los hemos clasificado según su afiliación al final de su mandato.
Partidos emblemáticos de la extrema derecha europea, como el Chega portugués o el Partido por la Libertad (PVV) holandés, no se tienen en cuenta porque no han estado representados en el Parlamento durante este mandato (lo que podrá cambiar tras estas elecciones europeas).
Traducción de Miguel López
Al término de las elecciones que se celebran en Europa del 6 al 9 de junio, se espera que la extrema derecha se abra paso en el hemiciclo del europarlamento. Los sondeos pronostican un auge de sus dos formaciones, Identidad y Democracia (ID) y los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).