Poco después de que el Gobierno anunciase este jueves su plan urgente de respuesta a la sequía, las grandes organizaciones agrarias salieron en bloque a protestar por la ambigüedad con la que el documento se refiere al campo. El texto aprobado por el Consejo de Ministros crea un fondo de 276 millones de euros destinado a ayudas directas para costear las pérdidas agrícolas a lo largo del año debido a la falta de agua, pero no concreta qué cultivos cobrarán dinero ni cuándo llegará. Además, se trata de una cifra muy pequeña comparada con las pérdidas, según los representantes del sector. La ganadería extensiva, por su parte, sí recibirá 335 millones de euros en ayudas directas destinadas al vacuno, el ovino y el caprino, movimiento que han aplaudido esas mismas organizaciones.
"Teniendo en cuenta la magnitud de la sequía, que afecta a cinco millones de hectáreas de cereal de secano, pedíamos ayudas directas para quienes se han quedado con una producción cero, precisamente en un año de costes por encima de lo normal", señala Miguel Padilla, secretario general de la asociación agraria y ganadera COAG. En la misma línea se han expresado los portavoces de Asaja y de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA).
Desde el Ministerio de Agricultura, dirigido por Luis Planas, aseguran que este apoyo llegará próximamente a los cultivos afectados por la sequía, pero antes tienen que estudiar qué zonas están afectadas e identificar qué profesionales necesitan ayuda. "Ahora tenemos la campaña de cereales, pero tendremos otras campañas a lo largo del año. Ese fondo nos permitirá tomar las medidas de apoyo necesarias para que los destinatarios puedan continuar con su producción y aliviar las cargas que supone esta situación", dijo el ministro en referencia a las pérdidas que se esperan en el olivo, el viñedo y otros cultivos. "Si es necesario, adoptaremos más medidas en un futuro”, añadió.
"Quiero pensar lo que se ha presentado es una primera fase y que seguiremos negociando en las próximas semanas con el ministerio para crear nuevas líneas para los más afectados", contesta Miguel Padilla, de COAG.
En estas fechas se recogen en España los cultivos de cereal de secano plantados en otoño, pero la sequía sin precedentes que asola el país ha arruinado la campaña, según las estimaciones de los profesionales. COAG asegura que la escasez de agua afecta al 80% del secano, especialmente al trigo y la cebada de Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha, entre otros. Asaja da por perdido al 70% del cereal, con un coste estimado de 3.300 millones. No obstante, como relatan los agricultores, muchos de ellos han recolectado el cereal, pese a que no ha generado grano por falta de agua, para empacarlo y venderlo como forraje, una cosecha peor pagada, pero que permite asegurar un mínimo de ingresos.
Las previsiones de pérdidas de Agroseguros, la entidad que gestiona los seguros agrarios en España, da una estimación más conservadora de 300 millones de euros en pérdidas por sequía hasta la fecha, con 1,5 millones de hectáreas dañadas. Eso sí, se gún sus datos se sitúa ya como el episodio climático más caro registrado en el sector, por encima de los 220 millones que costó a las aseguradoras la helada de la primavera del año pasado.
Más allá de las ayudas directas, las más reclamadas por el sector, el Consejo de Ministros sacó adelante este jueves otras medidas más concretas para apoyar a los agricultores. El Gobierno aumentará la subvención de los seguros agrarios para los agricultores de secano durante esta temporada hasta el límite que permite Bruselas, del 45% actual al 70%, un coste de 40 millones en los Presupuestos. Concretamente, quienes contrataron en otoño una póliza contra la sequía esta primavera, recibirán un rembolso próximamente por la diferencia entre esos porcentajes. También se han ampliado las líneas de préstamos bonificados y los avales públicos y se rebajará el IBI para agricultores y ganaderos afectados por el clima.
Las comunidades más castigadas por la sequía han aumentado hasta un 30% su superficie de regadío
El otro gran alivio que espera el sector es la suavización de los criterios para acceder a los fondos de la PAC, ya que la sequía impedirá a miles de profesionales cumplir con los objetivos comprometidos con Bruselas para recibir las ayudas. En este punto, habrá que esperar al menos hasta el 30 de mayo, cuando se reúne el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE. "Aunque puede que incluso esa fecha sea pronto", aclaró el ministro Planas en rueda de prensa.
Donde sí hubo consenso este jueves fue en las ayudas destinadas a la ganadería, donde ya se han publicado cifras concretas. Se darán 100 euros por vaca y 15 por oveja y cabra de carne, y 40 euros por vaca y 10 euros por oveja y cabra de leche. Las ayudas se abonarán directamente a los titulares de las explotaciones que sean beneficiarios de ayudas de la Política Agraria Común (PAC) a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA).
En este caso, las coberturas van para explotaciones extensivas, donde los animales alimentan de pasto, ya que muchas de ellas se han quedado sin hierba esta primavera por falta de agua y tienen que sustituirla por forraje y pienso que cubren de su bolsillo. “Hay ganaderos decidiendo ahora si deshacerse de una parte de su rebaño porque no pueden permitirse alimentar a todos, por eso esta medida es un salvavidas”, opina Montse Cortiñas, vicesecretaria general de UPA.
Poco después de que el Gobierno anunciase este jueves su plan urgente de respuesta a la sequía, las grandes organizaciones agrarias salieron en bloque a protestar por la ambigüedad con la que el documento se refiere al campo. El texto aprobado por el Consejo de Ministros crea un fondo de 276 millones de euros destinado a ayudas directas para costear las pérdidas agrícolas a lo largo del año debido a la falta de agua, pero no concreta qué cultivos cobrarán dinero ni cuándo llegará. Además, se trata de una cifra muy pequeña comparada con las pérdidas, según los representantes del sector. La ganadería extensiva, por su parte, sí recibirá 335 millones de euros en ayudas directas destinadas al vacuno, el ovino y el caprino, movimiento que han aplaudido esas mismas organizaciones.