Las grandes catástrofes naturales de este siglo han costado a España al menos 15.000 millones
Los grandes desastres naturales ocurridos este siglo han costado a España al menos 14.700 millones de euros y dejado al menos 20.052 muertes en España, según el recuento del Centro de Investigación sobre Epidemiología de las Catástrofes (CRED), un proyecto de la Universidad de Lovaina (Bélgica) vinculado a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los datos son conservadores porque solo abarcan los episodios más catastróficos de la última mitad de siglo, pero constatan el coste humano de los eventos climáticos extremos, que son cada año más recurrentes debido al cambio climático.
Las inundaciones son el desastre a gran escala más habitual en España, según el recuento de los científicos, seguido de las tormentas y los incendios. Aunque los eventos más mortíferos son sin duda las olas de calor, ya que son responsables del 99% de las muertes relacionadas con el clima ocurridas entre el año 2000 y 2022 en el país. De hecho, solo durante el verano pasado se registraron 4.655 fallecidos debido a las altas temperaturas, según el CRED, en el que fue el estío más duro registrado hasta la fecha con 42 días de ola de calor. Esa ola solo fue superada por el verano de 2003, que dejó 15.090 muertos en España.
Las tormentas y las inundaciones, por su parte, son las responsables de disparar el coste de estos desastres en el país por su impacto en las ciudades y los destrozos que provocan en los cultivos, especialmente en los alrededores de Alicante y Murcia. De los episodios estudiados por los expertos, los más caros de este siglo fueron el incendio de Guadalajara de verano de 2005 –que dejó daños valorados en 2.800 millones de euros y acabó con la vida de 11 personas– y el aguacero que arrasó Orihuela (Alicante) en septiembre de 2019 –2.600 millones y siete fallecidos–. Si se atiende al histórico del siglo XX, la mayor catástrofe registrada en España fue la inundación de Bilbao de 1983, que costó el equivalente en pesetas a más de 10.000 millones de euros, con la moneda ajustada a la inflación.
Las cifras recopiladas por los investigadores solo recogen una parte de las consecuencias económicas y humanas de los desastres porque no abarcan todos los sucesos. Para ser considerados en el análisis de CRED deben cumplir uno de estos supuestos: causar al menos 10 muertes en un territorio, afectar a un centenar o provocar que el país declare un estado de emergencia. En todo caso, al tratarse de un recuento que abarca todos los países del mundo, la lista puede estar parcialmente incompleta y el cómputo de daños quedarse corto al tratarse de cifras redondas. De hecho, la base de datos de CRED para España comienza en el año 1953 y desde entonces se han producido en el país al menos 106 desastres naturales, con un coste aproximado de 70.000 millones, según los autores.
El Gobierno acuerda un incremento "extraordinario" de las subvenciones del seguro agrario por la sequía
Ver más
Precisamente este lunes, la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés) actualizó su atlas de costes y mortalidad de desastres climáticos, que elabora a partir de los datos del CRED, y estima que entre 1970 y 2021 ocurrieron en el mundo 11.778 eventos de este tipo, que dejaron dos millones de muertos y causaron pérdidas por valor de 4,3 billones de dólares.
Según esta organización, dependiente de las Naciones Unidas, las catástrofes son cada década más caras a medida que los países desarrollados se industrializan, pero al mismo tiempo las muertes anuales han caído porque la tecnología para prever los sucesos ha mejorado y se han desarrollado métodos para alertar a la población y desalojar las zonas afectadas.
"Desgraciadamente, las comunidades más vulnerables se llevan la peor parte de los peligros meteorológicos, climáticos e hidrológicos", declaró este lunes el secretario general de la WMO, Petteri Taalas, en Suiza. "En el pasado, tanto Myanmar como Bangladesh sufrieron la muerte de decenas e incluso cientos de miles de personas. Gracias a las alertas tempranas y a la gestión de catástrofes, estas catastróficas tasas de mortalidad son ahora, afortunadamente, historia. Las alertas tempranas salvan vidas", añadió.