La rápida instalación de energías renovables en España, combinada con una falta de planificación por parte de Red Eléctrica, costó el año pasado 1.300 millones a los consumidores, el equivalente a 68 euros por hogar, según un informe publicado este miércoles por la consultora británica Aurora Energy Reseach. El exceso de instalaciones de generación eléctrica en zonas poco habitadas –donde el consumo no es capaz de absorber la producción– provocó una congestión de la red en numerosas ocasiones que obligó a apagar temporalmente centrales de todo tipo o encenderlas de urgencia a cambio de una compensación que pagan los consumidores en la factura.
Los autores del estudio apuntan a que las renovables crecen a un ritmo muy rápido y permiten abaratar la luz y reducir la contaminación, pero la red de transmisión eléctrica se amplía a un ritmo mucho más lento. Esto se traduce "en períodos cada vez más frecuentes en los que, en ciertas áreas, la generación de electricidad supera la capacidad de transporte y no puede entregarse a los consumidores", dice el informe elaborado por académicos procedentes de la Universidad de Oxford.
Los expertos también alertan de que la situación solo apunta a peor en los próximos años, ya que el plan de inversiones de Red Eléctrica solo prevé la instalación de 16,6 GW de potencia renovable de aquí a 2026. Sin embargo, solo las declaraciones de impacto ambiental para nuevos proyectos aprobadas el pasado enero superan los 60 GW. "Las instalaciones no consideradas por REE añadirían presión adicional a la red", se lee en el informe, lo que se traducirá en una factura mayor para los hogares si no se corrige este desequilibrio.
Para evitar picos de voltaje o sobrecalentamientos en el sistema, Red Eléctrica ejecuta cada día el mercado de Restricciones Técnicas, donde puede pedir energía adicional a las compañías para cubrir una mayor demanda de la prevista o exigir recortes en la producción para no sufrir sobrecargas. Según el análisis de Aurora, en España los parones de producción –curtailment, en la jerga energética– se han disparado en los últimos años por la mayor generación eléctrica y en 2022 provocaron el desperdicio de 700 GWh de luz producida con paneles solares y molinos porque los hogares y la industria no fueron capaces de consumirlos.
Estas operaciones del mercado de Restricciones Técnicas supusieron en 2022 un coste extra para el sistema eléctrico de 1.300 millones, ya que las compañías reciben cuantiosas compensaciones por parar sus centrales o por arrancarlas de urgencia, un coste que se traslada al recibo de la luz. En 2021, este mercado costó 840 millones de euros a los consumidores; en 2020, 530 millones; y en 2019, 250 millones. El elevado coste de este mecanismo en España contrasta con Portugal y Francia, que prácticamente no pagan nada porque apenas tienen que restringir la producción por el diseño de su sistema.
Estas pérdidas de electricidad provocan que la red sea ineficiente y complican el desarrollo de las renovables porque encarecen los proyectos. "Sin planificación e inversión para aliviar las restricciones técnicas en la red, los vertidos de energía renovable aumentarán, amenazando los retornos de los desarrolladores e inversores, y, por lo tanto, la inversión en futuros proyectos", opina Ana Barillas, directora de Aurora en Iberia.
Francisco Valverde, experto del mercado eléctrico español, cree que el problema no está en el diseño de la red, sino en que no se consume toda la luz que se genera. "El sistema español está muy mallado y los nodos tienen muchas interconexiones entre sí para que fluya la electricidad. No hace falta más capacidad, hace falta electrificar la economía con coches y calefacción eléctricos para absorber lo que generan las renovables", afirma.
Baterías como solución temporal
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Ana Barillas, de Aurora, opina que una solución temporal es la instalación a gran escala de baterías que permitan almacenar la energía que no puede ser absorbida por la red, y a largo plazo cree que habría que hacer "grandes inversiones en la red que permitan maximizar la integración de las renovables en el sistema eléctrico".
Alexandre Danthine, jefe de análisis de la firma en Iberia, añade que habría que reformar el mercado de Restricciones Técnicas porque permite que las compañías inflen el precio que cobran por parar o encender sus centrales. "Dado que el mercado funciona bajo un sistema de pagos por oferta y ubicación, estas barreras de entrada limitan la competencia, permitiendo que algunas centrales eléctricas se beneficien, pese al elevado coste que conlleva para los consumidores, ofertando precios de hasta 80.000 €/MWh en algunas horas".
El informe concluye que hay zonas de España donde los recortes de generación renovable son más comunes, principalmente en Soria, donde el 15% de la energía limpia producida se desecha porque no puede ser absorbida por la red. Ocurre principalmente en verano, cuando los paneles solares generan mucha energía y el consumo es muy bajo. También ocurre, en menor escala, en Castilla-La Macha y Aragón, donde las renovables tienen mucho peso.
La rápida instalación de energías renovables en España, combinada con una falta de planificación por parte de Red Eléctrica, costó el año pasado 1.300 millones a los consumidores, el equivalente a 68 euros por hogar, según un informe publicado este miércoles por la consultora británica Aurora Energy Reseach. El exceso de instalaciones de generación eléctrica en zonas poco habitadas –donde el consumo no es capaz de absorber la producción– provocó una congestión de la red en numerosas ocasiones que obligó a apagar temporalmente centrales de todo tipo o encenderlas de urgencia a cambio de una compensación que pagan los consumidores en la factura.