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El Parlamento Europeo salva 'in extremis' la ley de restauración natural pese al boicot del PP

Atletas en el Parque Doñana.

Victoria decisiva para el medioambiente en la Unión Europea. El Parlamento ha aprobado este miércoles su posición sobre la Ley de Restauración Natural, un paso imprescindible para que continúen las negociaciones sobre esta legislación. La norma es uno de los pilares del Pacto Verde Europeo y tiene la ambición de restaurar el 20% del territorio y del agua que han perdido biodiversidad por la acción humana y el cambio climático. La ley es necesaria porque el 81% de los hábitats del continente están degradados y 1.667 especies están en peligro de extinción, y sin esta protección muchos de estos espacios empeorarán hasta ser irrecuperables, según sus defensores. La votación ha salido adelante con 336 votos a favor, 300 en contra y 13 absetenciones. Ha sido apoyada por los socialistas (S&D), los Verdes y parte de los liberales (Renew). En contra han votado el Partido Popular Europeo (PPE), ECR (donde está Vox), Identidad y Democracia (La Liga de Italia y el Frente Nacional de Marine Le Pen) y parte de los liberales.

"70 años después de construcción europea, vamos a trabajar para tener una ley propia de restauración de la naturaleza. Quiero agradecer a los científicos y a los jóvenes que nos han convencido de que era necesaria. Amigas y amigos, adelante", ha señalado César Luena, europarlamentario socialista y ponente de la ley, este miércoles ante el Pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.

El visto bueno de los europarlamentarios no significa que la norma haya salido adelante, sino que la Eurocámara tiene ya una posición concreta que deberá negociar a partir de otoño con el Consejo Europeo y la Comisión, en las llamadas negociaciones de trílogos. Los ojos estaban puestos sobre esta votación porque, de haber sido rechazada, la ley entera se habría caído sin posibilidad de revivirla. La Comisión ya advirtió que si el Parlamento no alcanzaba un acuerdo este miércoles, no volvería a hacer una nueva propuesta.

La votación de esta jornada se presentaba absolutamente reñida, con los dos bloques peleando por un puñado de votos de los liberales, quienes acudían divididos al Parlamento en esta cuestión. Durante las votaciones que han tenido lugar hasta ahora en los comités de Agricultura, Pesca y Medioambiente de la Eurocámara, siempre ha sido este grupo el encargado de inclinar la balanza a un lado y a otro. Salvo alguna victoria puntual en votaciones secundarias, el bloque conservador logró tumbar la Ley de Restauración Natural en las tres comisiones celebradas en mayo y junio. 

Esas derrotas previas provocaron que la norma llegase muy debilitada al Pleno del Parlamento este miércoles. De hecho, el comité de Medioambiente –conocido como ENVI– votó en contra del texto final el 27 de junio, que era el que debía llegar este miércoles a la Eurocámara. Sin un documento completo que discutir, la votación ha sido un cajón de sastre, según fuentes del Parlamento. Primero, se ha votado una enmienda a la totalidad del texto, que ha sido rechazada. A continuación se han votado 136 enmiendas de todo tipo, unas promovidas por el bloque conservador para diluir la norma y otras por los ecologistas para aumentar su ambición. Por último, se ha aprobado un texto final que será el que establezca la posición negociadora de la Eurocámara.

Los grupos ecologistas han celebrado el resultado, "un paso vital para la supervivencia de los ecosistemas de la UE". "Esto es especialmente importante para España, uno de los países más vulnerables a la desertificación, a la pérdida de biodiversidad, y al aumento de la temperatura del océano", han apuntado en un comunicado las siete grandes ONG de España, entre ellas Greenpeace, WWF y Ecologistas en Acción. En concreto, en España el 56% de los hábitats tiene un estado de conservación "pobre" y el 17% "malo".

En un inicio, el PPE fue proactivo en la negociación de la Ley de Restauración Natural, pero el grupo conservador dio un giro de timón a comienzos de mayo. El grupo popular anunció en Múnich el llamado Pacto Europeo de Agricultores, un documento donde se proclamaron el partido de la defensa del sector primario y donde se oponían abiertamente a la Ley de Restauración Natural. "En demasiadas regiones o Estados miembros, la aplicación de la legislación sobre la naturaleza ha conducido a una pesadilla burocrática que pone en peligro la economía de las zonas rurales, la seguridad alimentaria o la producción de energías renovables", se lee en la carta publicada por el partido.

Este cambio de argumentario fue contestado rápidamente por más de 150 científicos de todo el mundo, que redactaron una carta en la que pedían al PPE que rectificase. "Hemos destruido gran parte de la biodiversidad de Europa —y del planeta— a causa de la actividad industrial y económica. Si no restauramos gran parte de nuestras tierras y mares degradados, perderemos los beneficios que los ecosistemas proporcionan gratuitamente y se desatará una espiral de repercusiones negativas para la humanidad", argumentaron los autores.  

Además de los beneficios ambientales, los científicos contestaron al PP que la norma daría un impulso económico a las zonas degradas por la tala de árboles o la sequía, ya que permitiría recuperar el uso de terrenos que ahora son pobres en biodiversidad. Argumentaron que por cada euro que se invierte en recuperar un ecosistema, se recuperan entre 8 y 38 euros, y que cuanto más frondosa sea la naturaleza, más lento avanza el cambio climático y se reducen los costes que supone para los Estados.  

La propuesta de la Comisión, de junio del año pasado, es la primera ley para recuperar la naturaleza del mundo. Además de recuperar el 20% de las tierras y aguas en 2030, propone eliminar las barreras obsoletas de los ríos europeos, mejorar la biodiversidad en bosques, mares y tierras agrícolas y proteger a los insectos polinizadores. También afectará a las ciudades, donde propone que de aquí a 2030 no se reduzcan las zonas verdes en las urbes, y a partir de ahí aumenten al menos un 5% hasta 2050. 

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