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Alerta ante la COP28: el lobby petrolero amenaza la cumbre del clima de Dubai

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Cientos de políticos y activistas de todo el mundo temen que la próxima cumbre del clima de la ONU que se celebrará en diciembre en Emiratos Árabes Unidos (EAU) vuelva a estar dominada por las grandes petroleras. Esta semana se celebra en Bonn (Alemania) la reunión previa a la COP28 y 133 miembros del Parlamento Europeo y congresistas de Estados Unidos han presentado una carta en la que piden endurecer los controles para que estos lobistas no puedan interceder en la próxima cumbre, que estará presidida por el sultán Al Jaber, presidente de la petrolera nacional de Abu Dabi. 

"Adoptar políticas que expongan la influencia de las empresas contaminantes en las reuniones sobre la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) contribuirá a garantizar que la ciencia prevalece sobre el retardo climático y el greenwasing", se lee en la carta dirigida al presidente de la ONU, António Guterres; a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; al presidente de EE UU, Joe Biden; y a Simon Stiell, secretario del UNFCCC. El texto también está respaldado por 425 organizaciones civiles. 

Para proteger la COP28 de estas injerencias piden dos cosas: emplear la diplomacia para "asegurar la retirada" de Al Jaber como presidente designado de la cumbre y tomar medidas para "limitar la influencia" de los lobistas del petróleo en las negociaciones porque su modelo de negocio es contrario a los objetivos del Acuerdo de París. 

Sven Harmeling, uno de los coordinadores de la campaña de Climate Action Network, asiste estos días a las conversaciones de Bonn y cree que la primera petición de la carta no tendrá recorrido. "Sería un avance sin precedentes, pero no veo posible que Al Jaber se eche a un lado. Aunque sí creo que esta presión internacional es positiva porque pone el foco sobre los organizadores para que no usen las conferencias en su beneficio", señala el activista. Sobre la segunda exigencia, opina que se podría lograr una versión suavizada en la que los lobistas puedan asistir a la COP señalando que tienen un conflicto de intereses. 

Miguel Urbán, eurodiputado elegido por Podemos, uno de los firmantes de la carta, considera que las dos peticiones son lo mínimo que se puede exigir en mitad de la crisis climática. "Es una vergüenza que estas compañías estén en un espacio creado para evitar el colapso climático. Solo demuestra la poca importancia que se da a la COP", opina. 

Temores justificados

El temor a que la próxima cumbre en Emiratos Árabes esté repleta de delegados favorables a los combustibles está justificado. En la COP27 de Egipto salió a la luz que las compañías energéticas enviaron 636 lobistas de gas y el petróleo para torpedear las negociaciones, un 25% más que en la cumbre anterior. Esta semana ha quedado de nuevo demostrado, ya que a las conversaciones de Bonn han asistido 31 delegados de la Asociación Internacional de Comercio de Emisiones (IETA), una agrupación de grandes empresas contaminantes como TotalEnergies, RioTinto o Repsol. 

El pasado abril también se conoció que mientras Emiratos Árabes se prepara para acoger la cumbre mundial del clima, el país avanza en sus planes para continuar con la apertura de nuevos pozos petrolíferos, por lo que no tiene previsto abandonar ese negocio a largo plazo. Según datos de la ONG alemana Urgewald publicados por The Guardian, el sultán planea extraer gas y petróleo adicional equivalente a 7.500 millones de barriles de crudo. El 90% de esa cantidad debería no salir del subsuelo para cumplir con los objetivos de descarbonización de la Agencia Internacional de la Energía. 

Un momento decisivo

Los firmantes explican que muchos de ellos asistieron a la cumbre del año pasado en Egipto, que "fracasó a la hora de asegurar un consenso de las partes para recortar los gases de efecto invernadero en línea con las metas globales". De hecho, en este momento los científicos ven imposible prevenir que el planeta se caliente más de 1,5 grados frente a la época preindustrial. Fracasar en la próxima cumbre solo empeorará la situación.  

"Mantener el statu quo nos llevará a un catastrófico aumento de las temperaturas de 2,8 grados a finales de siglo. Una de las principales barreras para una fuerte acción climática ha sido y sigue siendo la influencia política de la industria del petróleo, una de las más contaminantes", señalan los 133 políticos en la carta. Por el lado europeo, la mayoría son parlamentarios del grupo de los Verdes, aunque también hay 15 socialistas. Los estadounidenses pertenecen al Partido Demócrata. 

Miles de lobistas (algunos, camuflados)

Desde la famosa Cumbre de París de 2015, más de 4.000 lobistas se han paseado por las COP para tratar de frenar políticas verdes ambiciosas, según un análisis elaborado por Corporate Accountability y Corporate European Observatory, dos organizaciones que supervisan cómo las grandes compañías tratan de influir en la política global. En el sector del petróleo, las llamadas cinco grandes (Shell, BP, Exxon Mobile, Chevron y TotalEnergies) han enviado 403 empleados desde 2015 para presionar en las cumbres climáticas de Naciones Unidas. También la italiana Eni y la noruega Equinor han mandado 138 delegados. 

Acuerdo de mínimos en la COP27

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"Su modelo de negocio se basa en extraer cada vez más combustibles fósiles, algo totalmente incompatible con París. La ONU tiene que presentarse en Bonn con un sólido marco de conflicto de intereses para tener alguna posibilidad de proteger el clima", opina Pasoe Sabido, investigador de Corporate European Observatory. 

También revelan que parte de este lobby se realiza con personal que asiste a las COP como supuestos defensores del medio ambiente a través de ONG u organizaciones internacionales, según el estudio publicado este miércoles. La Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (IUCN) llevó representantes de las cinco grandes petroleras, la Fundación Despacio a Shell, el Banco Mundial a Shell y Chevron, y el Gobierno italiano metió a Eni en charlas privadas. 

El país que acoge la Conferencia de las Partes de la ONU tiene un papel clave en el desarrollo de las negociaciones, como ocurrió en 2022 en Egipto, donde la supuesta mala organización de las reuniones alargó la cumbre y entorpeció algunas las conversaciones. Sven Harmeling explica que Emiratos Árabes no tendrá capacidad para decidir qué temas se debaten y cuáles no, ya que la agenda viene más o menos fijada de la COP anterior, pero sí puede dar más peso a una materia. "En todo caso, si la mayoría de gobiernos quiere hablar del fin del petróleo, los organizadores no podrán evitarlo", resume. 

Cientos de políticos y activistas de todo el mundo temen que la próxima cumbre del clima de la ONU que se celebrará en diciembre en Emiratos Árabes Unidos (EAU) vuelva a estar dominada por las grandes petroleras. Esta semana se celebra en Bonn (Alemania) la reunión previa a la COP28 y 133 miembros del Parlamento Europeo y congresistas de Estados Unidos han presentado una carta en la que piden endurecer los controles para que estos lobistas no puedan interceder en la próxima cumbre, que estará presidida por el sultán Al Jaber, presidente de la petrolera nacional de Abu Dabi. 

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