Repsol fue la empresa más contaminante de España en 2021, seguida de las eléctricas Endesa y EDP
Las energéticas fueron las empresas que más gases de efecto invernadero emitieron en 2021, con la petrolera Repsol y las eléctricas Endesa y EDP a la cabeza, según un informe del Observatorio de la Sostenibilidad.
Las grandes empresas que trabajan en España emitieron 95 toneladas de CO₂ equivalente en 2021, un 3% más que el año anterior, marcado por un descenso abrupto de la contaminación (-24% frente a 2019) debido al parón de la pandemia. La tonelada de CO₂ equivalente no solo recoge las emisiones de dióxido de carbono, también incorpora otros gases contaminantes como el metano o el óxido nitroso, para tener una imagen fiable de la situación.
Los autores del estudio, publicado la semana pasada, subrayan que en realidad estas empresas son responsables de contaminar mucho más de esa cifra, ya que este informe se basa en los derechos de emisiones que adquieren cada año las compañías españolas en el llamado mercado ETS (Emissions Trading System).
El problema es que este mecanismo, ideado por Bruselas, solo limita las emisiones directas de la compañía –las llamadas emisiones de alcance 1–, pero no tiene en cuenta las derivadas por la actividad –alcance 2 y 3–, como las generadas por la electricidad que consumen sus fábricas y oficinas, los desplazamientos de los empleados o la eliminación de residuos. A esto hay que sumar además los gases de efecto invernadero que producen estas multinacionales en otros países, ya que este recuento solo corresponde a su negocio en España.
En todo caso, el estudio permite observar qué empresas son las grandes responsables del deterioro medioambiental de España, y cuáles han trabajado para revertir su impacto. "Al fin y al cabo, el que más emite es el que más responsabilidad tiene para revertir el cambio climático", opina Fernando Prieto, director del Observatorio de la Sostenibilidad.
Como se puede ver en el gráfico, las multinacionales que operan en España han reducido sustancialmente su compra de derechos de emisión, concretamente un 42% desde 2008. Aun así, queda mucho trabajo por hacer, y los expertos sostienen que falta mucha ambición si se espera alcanzar los objetivos recogidos en el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) de reducir la expulsión de gases contaminantes un 23% en 2030 frente a 1990. "No se está disminuyendo lo que se debería, a este ritmo no vamos a alcanzar el objetivo", opina Prieto.
Aun así, empresas como Endesa o Naturgy han recortado su impacto medioambiental en los últimos años, un progreso que Ismael Morales, responsable de Comunicación y Política Climática de la Fundación Renovables, atribuye al cierre masivo de plantas de carbón ocurrido entre 2018 y 2020. Mientras que las petroleras como Repsol o Cepsa no pueden deshacerse rápidamente de su negocio principal, la venta de combustible.
El caso más destacado de 2021 es la portuguesa Energías de Portugal (EDP), y escaló un puesto tras aumentar sus emisiones un 53% en un año, debido principalmente a su central térmica de Aboño (Asturias) que aumentó un 43% su expulsión de gases hasta las 5,2 toneladas de CO₂ equivalente frente a 2020.
Según el registro de ETS, en el que el Observatorio basa su informe, Aboño fue el año pasado la segunda instalación más contaminante de España y la vigesimocuarta de Europa. Por delante se situó la factoría de acero de ArcelorMittal en Asturias, que expulsó el año pasado 5,3 toneladas de CO₂ equivalente a la atmósfera.
Las energéticas que pagarán por beneficios extra: Repsol y Cepsa los doblan, Naturgy gana un 48% más e Iberdrola un 35%
Ver más
Para entender la dimensión medioambiental de estos gigantes industriales y energéticos, solo las 10 empresas más contaminantes de España representaron el 57% de las emisiones del mercado ETS español y el 19% del total de las emisiones del país. Y si se amplía a las 30 primeras empresas, supusieron el 75% del mercado de carbono y el 25% del total de la contaminación atmosférica de España.
Si se amplía la lupa, el conjunto de compañías que están suscritas al sistema ETS emitieron el año pasado el 32% de la contaminación de España, mientras que el 68% correspondió a los llamados sectores difusos: el resto de empresas del país, los hogares y la administración pública. El 1% restante correspondió a la aviación.
Para el conjunto del país, el Observatorio calcula que las emisiones crecieron el año pasado un 5,1%, especialmente en la aviación y el transporte, debido a que en 2020 sufrieron una enorme caída. Y opinan que la tendencia se acentuará este año. “Muy probablemente en 2022 aumentarán las emisiones de una forma más significativa por el aumento del uso del gas y el carbón en la generación de electricidad, además de por el aumento del transporte, sobre todo por carretera”, zanja el informe.