"A partir de ahora, seremos metaverso primero, no Facebook primero". Así de claro lo dejó Mark Zuckerberg durante el evento Facebook Connect 2021 y en una carta en la web para presentar el metaverso, pero también el nuevo nombre de su imperio que pasará de llamarse Facebook, como la red social, a Meta. Este cambio también provocará que la tecnológica se divida en dos ramas: una que englobará las aplicaciones sociales (es decir, la propia red social homónima, Instagram, WhatsApp y Messenger) y otra las plataformas de futuro (metaverso y Oculus) que conformarán el entorno virtual donde se podrá estar presente con la gente en espacios digitales. "Hoy se nos conoce como una empresa de redes sociales. Pero en nuestro ADN somos una empresa que crea tecnología para conectar a la gente", defendió este jueves el presidente y CEO de la compañía California.
Y este metaverso es, sin duda alguna, la nueva joya de la corona de Meta. "No es algo nuevo", explica Miquel Pellicer, consultor en comunicación digital en la Universitat Oberta de Catalunya, y apunta que este anuncio "no es una cuestión de improvisación" para la tecnológica. Este experto recuerda que Zuckerberg ya presentó en 2016 durante su presencia en el Mobile World Congress de Barcelona dispositivos de realidad virtual.
El concepto, desde luego, no lo ha inventado ni mucho menos el gran jefe de Meta, aunque sí que es cierto que el fundador de Facebook es el culpable de haberlo introducido en la conversación a lo largo de este 2021. La idea se remonta a Snow CrashSnow Crash, una novela de 1992 de ciencia ficción escrita por Neal Stephenson, y que se usa frecuentemente para describir una visión de trabajo en espacios 3D. El propio director científico de Oculus, Michael Abrash, aseguró que "todo comenzó con Snow Crash". Muchos, estos días, también han mencionado la reciente película Ready Player One.
Para resumirlo, tal y como explica Imogen West-Knights en su columna en The Guardian, el metaverso es "la realidad virtual para los no nerds"nerds. Es, en resumen, entrar dentro de Internet, no navegar por una pantalla como hacemos ahora. En este concepto confluyen, por tanto, los mundos físico y digital y es un espacio donde las representaciones digitales de personas, también conocidos como avatares, interactúan en juegos, van a conciertos, se prueban ropa pero también aparecen en ambientes laborales y educativos. "Creo que es un nuevo capítulo para Internet, y también un nuevo capítulo para nuestra empresa", sostuvo Zuckerberg, que también dejó claro que esto no es sólo cosa de Meta. No obstante, para Pellicer, en cambio, "el metaverso no es el futuro de internet, es el presente".
En el vídeo mostrado en el Facebook Connect, se puede ver al propio avatar de Zuckerberg jugando a las cartas y bromeando que él "debería ser el robot" con personas de distintas partes del mundo, probándose diferentes looks o recibiendo vídeos de su perro y hablando con su mujer Priscilla. Todo en varias escenas que pueden recordar al juego Second Life, al Fortnite o a los Sims (para los que crecieron en los 90): "Es un proyecto para teletransportarse a lugares con personas lejanas e interactuar con ellas en un espacio virtual". Para Pellicer, es clave que este desarrollo "tiene que ver con la gamificación", aunque matiza que en Fortnite "lo de menos es el juego ya". Eso sí, entre tanta novedad y digitalización, hay una cosa que no ha cambiado: tal y como apunta West-Knights, "aparentemente puede usar cualquier cosa dentro de la imaginación humana y, sin embargo, todavía lleva camiseta negra y vaqueros".
Según explica la propia compañía, el metaverso "será como un híbrido de las experiencias sociales online actuales, en ocasiones extendido a tres dimensiones o proyectadas en el mundo físico que permitirá a los usuarios compartir experiencias inmersivas con otras personas incluso sin poder estar juntos, y hacer cosas que no se podrían hacer en el mundo real". Es decir, plantea una especie de mundo virtual que permitirá a los usuarios una experiencia similar a la realidad, sin ser en el mundo real. Para Zuckerberg, según aseguró a The Verge, la mayoría de la gente pasará en la próxima década tiempo en una versión 3D totalmente inmersiva de Internet que abarca Meta pero también otras empresas. Se trata de "la siguiente evolución" para la empresa.
El punto de partida ya lo tienen y de ahí viene el lanzamiento de los auriculares Oculus VR, las gafas de realidad virtual Oculus Quest o las recientes gafas inteligentes lanzadas junto a Ray-Ban. Además, la tecnológica ya tiene en marcha una versión profesional del metaverso: el Horizon Workrooms. Esta aplicación permite a los trabajadores de Oculus —una de las marcas de la compañía— entrar en oficinas virtuales y celebrar reuniones. Es más, es conocido ya que el vicepresidente de asuntos globales Nick Clegg lleva a cabo sus reuniones de equipo de los lunes en el metaverso de la oficina. "Es interesante el hecho de que están intentando vincularlo con el teletrabajo y con temas educativos, más allá de la diversión", afirma Pellicer.
Aunque aún no hay muchos más detalles de cómo el actual Facebook evolucionará a Meta, se conoce ya que se introducirá un sistema de cuenta unificado para abarcar todas las aplicaciones del imperio tecnológico, todos estos nuevos aparatos y los futuros dispositivos, según publica The Verge. "Para Facebook el metaverso no es innovación, es hacer dinero. Entienden que el modelo de red social está al final del túnel y lo que hacen ahora es mutar hacia este tipo de plataformas", asegura Pellicer, que señala los NFT (o Non Fungible Token) como elementos clave para la monetización. Por ello, este mismo octubre, la compañía anunció la creación de 10.000 nuevos puestos de trabajo en la Unión Europea durante los próximos cinco años, con el fin de ayudar a construirlo. No obstante, a finales de septiembre en un post de la compañía, el propio Clegg alertaba de que se tardarían entre 10 y 15 años en construirlo.
Lo que sí se conoce es el dinero que van a invertir. Según publica The Guardian, la división Facebook Reality Labs, donde la compañía trabaja en realidad virtual y realidad aumentada (en terminología techie: VR y AR) reduciría las ganancias operativas en 10 mil millones de dólares en 2021. No obstante, la compañía ya ha anunciado un programa de inversión de 50 millones para garantizar que el metaverso se construya "de manera responsable".
Más allá del metaverso: el nuevo nombre
Aunque los memes y gran parte de la atención mediática se la ha llevado este nuevo metaverso, lo que realmente ha acaparado focos en el evento Facebook Connect 2021 ha sido el cambio de nombre de la compañía matriz después de 17 años. El imperio ya no será Facebook sino que se llamará Meta. "El cambio de nombre es una estrategia de comunicación corporativa de manual. Es una salida hacia delante", aseguró Pellicer, que apunta al momento elegido para hacerlo: "Necesitaba contrarrestar todas las malas noticias y lo hace con cortinas de humo".
Esta modificación de nombre llega en un momento conveniente por la situación complicada que atraviesa la tecnológica, que ha acaparado titulares los dos últimos meses por su enésima crisis. En esta ocasión, por la publicación de los Facebook Papers. Sin embargo, según The Verge, Zuckerberg habría barajado abandonar la marca Facebook para su imperio mucho antes. Concretamente, en una entrevista antes del anuncio afirma que lo pensó tras la compra de Instagram en 2012 y tras la de WhatsApp en 2014. No obstante, la decisión definitiva habría llegado a principios de este año con la formación de un equipo prácticamente clandestino dentro de la tecnológica para comenzar a trabajar en el cambio de nombre y en el metaverso. "Nuestra misión sigue siendo la misma: todavía se trata de unir a las personas. Nuestras aplicaciones y nuestras marcas tampoco están cambiando", reconoció el líder de la tecnológica durante el evento.
Muestra de esta discreción fue el cambio de nombre en el cartel que la tecnológica tiene a las puertas de su sede en Menlo Park. Detrás de una cortina, varias personas cambiaron el dedo hacia arriba que representaba hasta ahora a Facebook por el nuevo logo: una M que también evoca un símbolo del infinito.
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Cambiar el nombre de la matriz no es algo nuevo en Silicon Valley. "En EEUU, los cambios de marca son algo habitual", insiste Pellicer. Ya lo hizo Google Googleen 2015 cuando se renombró como Alphabet. Aunque tal y como señala Imogen West-Knights, "nadie recuerda realmente que la empresa matriz de Google ahora se llama Alphabet". Pero hay dos claras diferencias entre ambos gigantes.
La primera, tal y como explica Techcrunch, es que Google no estaba tratando de poner distancia entre sí mismo y su nombre. En cambio, Facebook tiene razones muy diferentes para un cambio de marca y todos tienen nombre de escándalo, desde Cambridge Analytica hasta los recientes Facebook Papers. "Es una compañía fuerte, pero que no se puede seguir permitiendo este tipo de cagadas, de crisis", admite Pellicer.
Y la segunda, los fundadores del buscador, Larry Page y Sergey Brin, se hicieron a un lado con el cambio de nombre. Pero, en este caso, no parece que vaya a ser el caso de Zuckerberg. Según The Verge, no tiene planes de dejar su puesto al frente, ahora, de Meta. Él seguirá siendo el presidente y el CEO. Todo cambia en Menlo Park, menos el gran líder.
"A partir de ahora, seremos metaverso primero, no Facebook primero". Así de claro lo dejó Mark Zuckerberg durante el evento Facebook Connect 2021 y en una carta en la web para presentar el metaverso, pero también el nuevo nombre de su imperio que pasará de llamarse Facebook, como la red social, a Meta. Este cambio también provocará que la tecnológica se divida en dos ramas: una que englobará las aplicaciones sociales (es decir, la propia red social homónima, Instagram, WhatsApp y Messenger) y otra las plataformas de futuro (metaverso y Oculus) que conformarán el entorno virtual donde se podrá estar presente con la gente en espacios digitales. "Hoy se nos conoce como una empresa de redes sociales. Pero en nuestro ADN somos una empresa que crea tecnología para conectar a la gente", defendió este jueves el presidente y CEO de la compañía California.