García-Abadillo obvia las presiones políticas y dice que a Pedro J. “se lo han cargado” las pérdidas

A Pedro J. Ramírez lo han echado los malos números de Unidad Editorial. “Si hubiera habido beneficios, a PJ no se lo habrían cargado”, ha asegurado Casimiro García-Abadillo, en su primer discurso a la plantilla como director de El Mundo. Ni una palabra sobre las presiones políticas o injerencias del Gobierno que ha esgrimido su predecesor. García-Abadillo ha puesto el foco en el desplome de la publicidad –a un tercio en seis años– y de las ventas –a más de la mitad–. “Ningún otro negocio, ni siquiera el inmobiliario, ha tenido un desplome como el de la prensa”, ha subrayado.

Esa mala situación económica obligó a la matriz italiana, RCS, a capitalizar deuda de Unidad Editorial –propietaria de El Mundo, Expansión, Marca y Telva– por importe de 800 millones de euros. “Esa situación es la que ha permitido la salida de PJ”, resumió el nuevo director. De ahí que su primer compromiso ante la redacción haya sido “entrometerse” en la gestión de la empresa “para conseguir ingresos”. “Es la condición sine qua non para que podamos seguir contando lo que otros callan”, ha argumentado.

Sólo después ha prometido mantener el “rigor informativo” como la “seña de identidad” de El Mundo; aunque, eso sí, compaginando “valentía” con “respeto a las personas e instituciones” sobre las que informa el periódico. No es el único punto en que ha querido marcar una cierta distancia sobre su predecesor –“el mejor maestro posible”–. Al tiempo que dejó claro que el futuro de El Mundo es “digital”El Mundo –“dentro de pocos años la mayoría de los periódicos se leerán en tabletas y móviles”–, todavía hoy “el 80% de los ingresos proceden del papel”. “Y el papel”, resaltó, “debe ser como un Álamo que debemos defender con uñas y dientes porque nos lo jugamos todo con él”.

También prometió Casimiro García-Abadillo, flanqueado por Pedro J. Ramírez y el presidente ejecutivo, Antonio Fernández-Galiano, primar la información sobre los intereses e incluso dejar la dirección de El Mundo si RCS incumple las dos garantías que le pidió y recibió: libertad para formar su nuevo equipo y compromiso de no injerencia en la línea editorial. “Somos un periódico de centro político liberal y aconfesional”, resumió.

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Ni cierre, ni fusión

El nuevo director intentó acallar los temores, instalados en la redacción por los rumores de los últimos meses y agrandados en los los últimos días por la destitución de Pedro J. Ramírez, de que Unidad Editorial sea vendida o fusionada con otros grupos de comunicación. “No tendría sentido firmar una operación de 800 millones para luego cerrar o vender”. Aunque a continuación precisó que “nadie tiene garantizado el futuro, ni aquí ni en ningún sitio”. El discurso de García-Abadillo estuvo muy alejado de la épica y el sentimentalismo que rodeó el de Pedro J. Ramírez el pasado jueves. Por el tono y personalidad de los oradores, pero también por la respuesta de la redacción.

Aún no se conocen los nombres que integrarán el nuevo equipo de Casimiro García-Abadillo, pero éste ya ha hecho suyo un cambio del diseño del periódico que se inició de la mano de Pedro J. Ramírez y que ahora llevará la firma de su sucesor. Este fin de semana, según explican fuentes de la redacción, unos 40 periodistas fueron a trabajar, pese a que no les correspondía, sólo para participar en el último número que dirigió el fundador.