Para The Wall Street Journal es la red social "más popular del momento" y para Bloomberg, "la mejor aplicación nueva". Estos son solo algunos de los elogios que se ha ganado Gas en las últimas semanas. Y no, aunque su denominación pueda dar lugar a equívoco, no es ni mucho una plataforma en la que buscar ni información sobre tarifas de energía ni sobre las gasolineras más baratas. Inicialmente llamada Melt —derretir, en castellano— y después Crush —amor platónico, en español—, su nombre, en realidad, hace referencia a una expresión muy usada entre la generación Z anglófona: "Gassing someone up", que se podría traducir directamente como "gasear a alguien", pero que para todo adulto de más de 27 años significa hacer un cumplido a alguien.
El funcionamiento es, de entrada, peculiar. En un mundo como el de las redes sociales donde reina el postureo, la desinformación campa a sus anchas y los haters y trolls son vecinos habituales, Gas apuesta por todo lo contrario: por el positivismo. ¿Es posible algo así hoy en día? "Es un poco complejo y va más allá de la propia plataforma. Los mensajes positivistas ayudan a una persona que no se sienta bien, pero no sé si recibirlos es efectivo", explica Laura Pérez Altable, doctora en Comunicación e investigadora de la Universitat Pompeu Fabra, que también apunta que la ve "un poco naíf". No obstante, esta experta también señala que "no le hace daño a nadie" aunque tampoco "le va a solucionar la vida a nadie".
No tiene la misma opinión uno de sus creadores, Nikita Bier —que trabajó para Meta, el imperio de Mark Zuckerberg—. Según explicó a The Hustler, los usuarios le han dado crédito a la aplicación por mejorar su autoestima y hacerlos sentir más amados. ¿Puede una app mejorar la confianza de una persona? Pérez Altable es rotunda: "No, normalmente cuando una persona tiene un problema de este estilo es más complejo". "Si una persona tiene complejos y entra en una red social y ve que tiene vidas idílicas, puede tener un impacto negativo. Pero me cuesta pensar que lo contrario, pueda tener un impacto positivo", confiesa esta investigadora que insiste en calificar esta idea de "naif".
¿Cómo consigue Gas este objetivo? Pide a los usuarios que envíen cumplidos de forma anónima a sus amigos a través de encuestas. Por hacer una comparación, es como si sus creadores, Isaiah Turner, Dave Schatz y Nikita Bier, hubieran estado escuchando la canción El cuarteto de Ibai inspirada en algunas de las frases míticas del streamer y youtuber Ibai Llanos: "Toxicidad fuera, mala vibra fuera. ¿Me llamas gordo? Te doy la mano". ¿Es viable crear una comunidad libre de odio, críticas y envidias? "Sería posible si los filtros de las redes sociales y la moderación funcionasen", argumenta Pérez Altable, que señala que, en el caso de esta aplicación, es cierto que crea una comunidad libre de odio pero "no hay espacio para mucho más intercambio".
Tal y como recoge The Wall Street Journal, cuando los usuarios se registran en Gas sólo tienen que establecer en qué escuela estudian para responder a preguntas de opción múltiple redactadas por la propia app sobre las personas de su colegio. Entre las respuestas siempre se incluyen superlativos como la persona "más hermosa que jamás haya conocido" o que "nunca tiene miedo de meterse en problemas". Después, pueden votar por los elogios. "No sé hasta qué punto recibir sólo este tipo mensajes, a largo plazo, tendrá interés para el usuario", reconoce Pérez Altable que confiesa que a ella, aunque no la ha podido probar, de primeras le aburriría.
Además de estas encuestas, las solicitudes de amistad de Gas usan un modelo doble, es decir, ambos usuarios deben solicitar seguirse mutuamente para verse en las encuestas. Además, no tiene mensajes directos para chatear, una herramienta habitual en otras redes sociales como, por ejemplo, Instagram.
El planteamiento de Gas hace pensar que esta plataforma busca con todas estas decisiones eliminar de un plumazo todo lo malo que rodea siempre a las redes sociales: las fake news, los haters, el bullying, el body shaming. ¿Lo consigue? "Es un cambio de paradigma", sostiene Pérez Altable. Para esta experta, es una aplicación con "una interfaz sencilla" pero que "sigue la lógica de Facebook e Instagram" con las ideas de las comunidades. "No creo que vaya a cambiar las redes porque los usuarios siguen estando en Facebook, Instagram o TikTok. Y dudo de que se produzca un trasvase de usuarios", asegura esta experta que también apunta que no tiene claro que esta app vaya "a cambiar algo por sí misma".
Un éxito entre los adolescentes
Aunque no revolucione Silicon Valley y su funcionamiento pueda parecer inocentón, lo cierto es que ha conquistado a la Generación Z. O por lo menos, eso dicen los números. Desde su debut en la tienda de aplicaciones de Apple a finales de agosto, se ha descargado más de 5,1 millones de veces, según datos publicados por The Washington Post. Además, desde mediados de octubre, logró adelantar a otras redes sociales como TikTok, Be.Real o las del imperio Meta —Facebook, Instagram o WhatsApp— y colarse como la más descargada en la App Store. Según Bier, la red social estaría ganando sobre los 100.000 usuarios al día.
¿Podría Gas superarlas también en el móvil de los usuarios? "No creo que sea sustitutiva", sostiene Pérez Altable. Por ahora, esta red social, que se lanzó el 29 de agosto, sólo está disponible para dispositivos iOS en una veintena de estados de EEUU, incluidos Illinois, Michigan, Nueva York o California, y, evidentemente, aún no ha cruzado el Atlántico hasta Europa. Es más, desde España es imposible entrar en su web. Según Bloomberg, Bier aseguró que en breve se expandirá por todo el país, aunque se negó a decir cuándo va a estar disponible para Android.
La idea no es nueva
A pesar de la novedad, lo cierto es que a muchos esta idea les puede sonar. Allá por 2017, el propio Bier lanzó tbh, una abreviatura de "to be honest" —que se traduciría como "para ser honesto"—, también encabezó durante varias semanas las listas de la App Store con una dinámica similar: los adolescentes sólo podía elogiarse entre ellos. Ante el éxito, el imperio de Mark Zuckerberg decidió tomar cartas en el asunto y hacerse con la plataforma sólo tres meses después de su creación cuando ya contaba con más de cinco millones de usuarios. Hasta hace un año, cuando la cerró sin dar muchas explicaciones por su "bajo uso".
Con este precedente, es normal que Bier sea precavido. En declaraciones a Bloomberg, reconoció que son conscientes de que Gas puede ser un éxito fugaz. "La sensación que me da es que recoge buenas intenciones y que elimina todo lo que está mal en otras redes para hacer algo diferente", afirma Pérez Altable, que también recuerda que plataformas como Instagram o TikTok tienen "estas dinámicas porque son rentables".
El ¿peligro? de Gas
Tan fugaz que, en pleno crecimiento, la red social del positivismo está atravesando su primera gran crisis de reputación por una fake news. Desde hace un par de semanas, y según recogen varios medios estadounidenses, un rumor recorre Snapchat, TikTok y el boca a boca entre adolescentes: Gas estaría siendo usada para el tráfico de personas porque solicita la ubicación del usuario para determinar los colegios cercanos.
El propio Bier tuvo que salir al paso de estos rumores y afirmar que esto era totalmente falso: "Este engaño del tráfico de personas sobre la aplicación Gas ha cobrado vida propia". Y aún no sabía lo que se le venía encima porque lo que empezó siendo un secreto a voces que se replicaba de TikTok a Snapchat y llenaba de malas críticas la App Store terminó en una alerta de la Policía. En concreto, y según recoge The Washington Post, el 31 de octubre, el departamento de Piedmont, en Oklahoma, emitió un comunicado advirtiendo a los padres y alentándolos a revisar los teléfonos de sus hijos. Finalmente, lo terminaron borrando después de que desde la propia empresa les explicaron la falsedad de la información.
Ver másInstagram y sus "clones asesinos" atacan ahora a Be Real: así intenta acabar la red social con sus rivales
No obstante, ya antes de esta alerta, Bier confesó en Twitter el pasado 14 de octubre que un "3% de los usuarios" habían eliminado esa jornada sus cuentas y que incluso acababa de recibir un mensaje preguntando "por qué apareció una furgoneta fuera de su casa después de la instalación". "Fue un viaje divertido hasta la cima. Internet no se puede domesticar", escribió en un mensaje que fue retuiteado por el actor Ashton Kutcher que también se posicionó a favor afirmando que la aplicación "no está involucrada en el tráfico de personas".
Según publica Bloomberg, Gas ha explicado una y otra vez que la compañía no rastrea ni guarda las ubicaciones de los usuarios y tampoco vende datos personales de terceros. "Diseñamos la aplicación para un nivel extremo de privacidad y seguridad" porque "queríamos crear un lugar extremadamente seguro porque tenemos una audiencia muy sensible", explicó Bier que también apuntó que "fuimos más allá de las expectativas".
En la misma línea se pronunció días después en The Washington Post: la estructura misma de la aplicación hace imposible el tráfico de personas. "Originalmente pensamos, ¿quién creería esto porque no tiene ningún sentido?", reconoció Bier que también confesó que "lidiar con el engaño requiere mucho trabajo". ¿Podrá la desinformación acabar con el positivismo?
Para The Wall Street Journal es la red social "más popular del momento" y para Bloomberg, "la mejor aplicación nueva". Estos son solo algunos de los elogios que se ha ganado Gas en las últimas semanas. Y no, aunque su denominación pueda dar lugar a equívoco, no es ni mucho una plataforma en la que buscar ni información sobre tarifas de energía ni sobre las gasolineras más baratas. Inicialmente llamada Melt —derretir, en castellano— y después Crush —amor platónico, en español—, su nombre, en realidad, hace referencia a una expresión muy usada entre la generación Z anglófona: "Gassing someone up", que se podría traducir directamente como "gasear a alguien", pero que para todo adulto de más de 27 años significa hacer un cumplido a alguien.