LEY DE SERVICIOS DIGITALES
Adiós al contenido ilegal y al algoritmo personalizado: así notan ya los usuarios la ley europea para redes sociales
"Estamos llevando nuestros valores europeos al mundo digital", tuiteó el pasado viernes 25 de agosto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La fecha elegida para tal declaración de intenciones no era casual: hace diez días entró en vigor la nueva Ley de Servicios Digitales (DSA) para las consideradas como very large online platforms, es decir, aquellas plataformas con relevancia sistemática y responsabilidades especiales por el alcance social que tienen. Se trata de las 19 grandes operativas en la UE, entre ellas las de Google, Meta —matriz de Facebook o Instagram—, TikTok o X—hasta hace un mes Twitter—, pero también gigantes comerciales como AliExpress, Amazon o Zalando. Desde ese momento, ya no hay excusas que valgan ante las "reglas estrictas sobre transparencia y rendición de cuentas" que Bruselas ha puesto en marcha para proteger a "nuestros niños, sociedades y democracias" y para las que ha preparado una batería de sanciones de hasta el 6% de la facturación mundial de quienes las incumplan.
Elaborada en tiempo récord y con un carácter excepcional, aterriza acompañada de la Ley de Mercados Digitales (DMA), enfocada en frenar el comportamiento anticompetitivo. "Son un pack de normas. A nivel de usuarios la DSA tiene más impacto, pero la DMA también es revolucionaria", afirma Sergio de Juan-Creix, profesor colaborador de los estudios de Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y abogado de Croma Legal. Ambas forman además parte de la estrategia de Bruselas para que Europa lidere la transición hacia un nuevo mundo digital y en la que también figura la primera regulación sobre inteligencia artificial, que ya se encuentra en su última fase antes de ver la luz.
¿Y qué cambios trae esta entrada en vigor de esta ley que regula los servicios digitales? A grandes rasgos, lo que implica esta nueva legislación es la obligación de las tecnológicas de ofrecer mayores garantías a los usuarios de la UE. El objetivo es, al final, algo tan básico como que lo que es ilegal en el mundo físico sea ilegal en el mundo digital.
La norma impone una serie de responsabilidades como tomar medidas contra contenidos ilegales difundidos en Internet, instaurar requisitos de transparencia tanto en los algoritmos como en el tratamiento de datos personales, poner coto a la desinformación online y establecer términos y condiciones "que pueda entender hasta un niño" además de un mecanismo de apelación a decisiones de moderación de contenido. La ley también pone límites a los llamados patrones oscuros de la web e impone la obligación de tomar "medidas especiales" para garantizar la seguridad de los menores, prohibiendo además la publicidad dirigida basada en el uso de sus datos personales.
Poder poner fin a los algoritmos personalizados, el gran avance
Aunque la legislación no tiene efectos "inmediatamente" visibles para los usuarios, desde Bruselas reconocen que esperan un "impacto de largo recorrido" con cambios "sustanciales". ¿Qué cambios nota ya el usuario? "La posibilidad de que los contenidos que ven los usuarios no se generen por los algoritmos", asegura De Juan-Creix. Para este experto, es muy relevante que se pueda deshabilitar esta opción ya que "hasta ahora cada uno teníamos un feed personalizado que determinaba la propia plataforma".
Y en este movimiento han pivotado muchas plataformas en sus primeros pasos para adaptarse a la DSA. Es el caso de Facebook, Instagram, TikTok y Snapchat. "Sus algoritmos ya no ofrecen contenido en base a tus preferencias, sino en base a tendencias", expone De Juan-Creix que recuerda que con esta personalización estas redes sociales lograban que el usuario se quedase "atrapado en bucle".
Por ejemplo, desde Meta detallan en una entrada en su blog que los usuarios de Facebook e Instagram ya pueden elegir si quieren desactivar el algoritmo de recomendación de contenido regresando al feed —y también en sus stories y reels— por orden cronológico o a resultados de búsqueda que se atengan a las palabras introducidas sin tener en cuenta acciones anteriores. Las redes sociales propiedad del imperio de Mark Zuckerberg también permiten consultar el funcionamiento de su algoritmo y acceder a nuevas herramientas para denunciar contenidos.
Además, es probable que en las últimas semanas al usuario de WhatsApp le haya llegado una notificación sobre cambios en su política de privacidad para las personas que viven en la UE. "Meta acoge con satisfacción los principios de transparencia, responsabilidad y empoderamiento de los usuarios en el corazón de la DSA", explicó su presidente de Asuntos Globales, Nick Clegg, el pasado agosto.
También TikTok abre esta opción en los feed de para ti y live, que en vez de mostrar contenido en función de los datos que la plataforma ha recabado sobre el usuario, enseña ahora "videos populares tanto de los lugares donde viven como de todo el mundo", según recoge The Verge. Además, en siguiendo y amigos, los contenidos se muestran en orden cronológico cuando se selecciona una vista no personalizada. La red social china también incorpora en Europa la prohibición de anuncios personalizados para menores de 17 años, un canal para denunciar contenido ilegal y más información sobre su política de moderación, su sistema de recomendación o la publicidad en la plataforma.
Snapchat también permite esta desactivación para ver los contenidos en orden cronológico, según publica en su blog. La plataforma permite al usuario consultar los causas por las que le aparecen ciertos vídeos además de añadir canales apelación de moderación de contenidos y la prohibición de mostrar publicidad personalizada a menores de 18 años.
De poder denunciar de X a la página principal casi en blanco de YouTube
¿Se han tomado otras medidas además de apagar los algoritmos personalizados? En el caso de X, los usuarios han visto aparecer una nueva posibilidad con un botón en uno de los menús para "denunciar contenido ilegal en la UE". Además, Twitter también abre la posibilidad de ver qué publicaciones han violado las reglas, qué tipo de contenidos se han retirado o el número de cuentas suspendidas.
Por su parte, Google recuerda en un informe, publicado 24 horas de la entrada en vigor de la nueva ley, que lleva "muchos años" aplicando cambios en la línea marcada ahora por la UE. No obstante, los usuarios también han notado ya algunos cambios: más información en el Centro de Transparencia de Anuncios sobre los anunciantes y más datos sobre sus políticas.
Además, en el caso de YouTube, permitirá a los usuarios que la página principal esté prácticamente en blanco, es decir, sin recomendaciones. Según detallan en su blog, esto permitirá "buscar y explorar canales suscritos más fácilmente y explorar las pestañas de Temas en su lugar".
En el caso de Amazon, el usuario tendrá más información sobre vendedores y canales para denunciar productos fraudulentos. No hay que olvidar que el gigante de ecommerce y Zalando han impugnado ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) que los hayan incorporado a esta lista de plataformas con más obligaciones en la DSA. Según explican fuentes comunitarias, estas medidas legales no evitan que tengan que cumplir la norma mientras no haya una sentencia firme de la justicia europea.
Los primeros pasos
¿Son suficientes estas modificaciones para adaptarse a esta nueva legislación? "Son los primeros cambios, pero son ya de mucho calado tanto a nivel técnico como a nivel usuarios", sostiene De Juan-Creix. Este abogado y profesor apunta que, aunque suponen ya "un gran paso adelante", habrá que ver "cómo responden los usuarios y los mercados para ver si son suficientes": "Transformaciones tan importantes como estas requieren modificaciones para lograr un estándar de mercado", añade.
Ante tal torrente de cambios, llama la atención el silencio con el que ha aterrizado esta nueva ley en las vidas de los usuarios. Sobre todo, si se compara con el anterior gran cambio que vivió la UE en 2018 con la irrupción del Reglamento Europeo de Protección de Datos.
En aquel mes de mayo de hace cinco años, los internautas recibieron centenares de correos electrónicos para informar de las novedades y recabar su consentimiento expreso para tener y tratar sus datos. "Las dos legislaciones son de igual importancia", defiende De Juan-Creix, que reconoce que ahora duda de "si ha tenido tanto impacto": "Con el RGPD fue diferente. Ahora, la DSA no tiene ese conocimiento tan exhaustivo de forma tan extendida".
17 de febrero de 2024, la fecha en rojo en el calendario de Bruselas
El despliegue de esta norma no se acaba con la puesta en marcha iniciada el pasado 25 de agosto. Lo ocurrido hace una semana es solo el primer paso de un largo camino. Dentro de dos meses, en octubre, las compañías a las que ya afecta tienen que presentar ante la Comisión Europea un informe de transparencia que incluya, por ejemplo, el número de denuncias que reciben o qué tipo de contenido retiran.
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Aunque la gran fecha marcada en rojo en el calendario de Bruselas es el próximo 17 de febrero de 2024. En cinco meses la DSA se aplicará para el resto de plataformas o motores de búsqueda y todo el reglamento entrará en vigor. Además, esto también obligará a tener ya activo el denominado coordinador de servicios digitales, el encargo de aplicar el reglamento en cada país, un cargo independiente que tendrá que nombrar cada gobierno de los Estados miembros de la UE.
Asimismo, desde la Comisión Europea avisan de que la ley no será estática y se producirán cambios. Así, por ejemplo, no descartan que en un futuro próximo el listado actual de plataformas con relevancia sistemática y con responsabilidades especiales aumente. ¿El motivo? La UE estableció el umbral para adquirir este estatus de contar con más de 45 millones de usuarios.
Las cifras con las que elaboraron el listado se las facilitaron las propias compañías y en Bruselas son conscientes de que hay plataformas que o bien informaron de un número inferior que no es el real o bien directamente no informaron de ninguno. Entre ellas se encontraría muchas páginas pornográficas. ¿Por qué? "Pues por dos motivos: o para ganar tiempo hasta febrero o porque prefieren tener menos responsabilidades ya que las grandes estarán sometidas a un control más férreo con auditorías", reconoce De Juan-Creix.