Capítulos de un minuto, dramas cursis y giros locos de guion, así es el culebrón en la era de TikTok
Estereotipada, dramática, reiterativa o cursi. Estos cuatro adjetivos describen a la perfección cualquier telenovela o culebrón que se precie. Además de beber en su creación de la llamada novela rosa y de los cuentos de hadas, conjuga en su estilo los giros inesperados de guion y los cliffhangers, una retórica ligada a la exageración y unos personajes arquetípicos que van desde el galán a la chica —o viceversa— con la participación imprescindible del villano de turno. Dentro de esta estructura y cada una en su particular estilo, tienen un público fiel y un origen cada vez más multicultural —latinoamericanas primero, y surcoreanas o turcas también ahora—.
Sin embargo, en estos tiempos en los que están al orden del día la inmediatez y el speedwatching —reproducir contenidos a velocidades más rápidas de las que fueron producidas—, estos productos tienen un grave problema: sus episodios suelen ser diarios y largos, de como mínimo una hora; y sus temporadas extremadamente extensas. Pero, como a cada problema, Internet tiene una solución y su reinvención. ¿Y si estas telenovelas se convierten en dramas comprimidos cuyos capítulos se ruedan en vertical, duran como mucho un minuto y medio y mantienen sus ingredientes de éxito?
Con esta premisa, ReelShort, Drama Box, Short TV o FlexTV están comenzando a irrumpir en España con sus culebrones adaptados a la atención de esta era. "Es un formato que realmente puede llegar para quedarse porque los hábitos de consumo han cambiado tanto que la gente joven ya está acostumbrada a estos vídeos cortos, verticales y masivos", explica Patricia Diego González, doctora en Comunicación y directora del Departamento de Cultura y Comunicación Audiovisual de la Universidad de Navarra.
Para esta experta se trata de una respuesta al consumo que hace la generación Z pero también al que hacen otros usuarios "en movilidad", es decir, en el transporte público. En la misma línea se pronuncia Marina Such, periodista y crítica de televisión: "Todos pasamos mucho tiempo mirando el móvil. En el metro, por ejemplo, se ve a muchas mujeres viendo series. Por lo que un programa así es cómodo: los capítulos son cortos, los argumentos sencillos y los giros te mantienen enganchado".
Con origen en China, estas telenovelas comprimidas se hicieron extremadamente populares en Asia durante la pandemia. "En España, no he visto nada parecido", señala la profesora Diego González. Según Technology Review, todo el mercado de culebrones cortos chino valía más de 5.000 millones de dólares en 2023. Con este panorama, a lo largo de 2023 se lanzaron a conquistar el resto del mundo con un aterrizaje glorioso en EEUU.
"Romances apasionantes y vampiros: la aplicación respaldada por China que atrae a las mamás estadounidenses", titulaba a finales de diciembre The Wall Street Journal. "Telenovelas en TikTok: romance y traición en episodios de un minuto", apuntaba dos meses más tarde The New York Times. "¿Tres giros argumentales en un minuto? No hay problema para los dramas cursis de ReelShort", escribía en febrero The Washington Post.
Y no solo han conquistado titulares. Las cifras también acompañan. En Google Play, ReelShort cuenta con más de 10 millones de descargas, mientras que Drama Box y Short TV tienen más de cinco millones y FlexTV acumula un millón. En la App Store, en la categoría de entretenimiento, Drama Box es la décima, ReelShort la número 24, FlexTV la 37 y Short TV la 69. En noviembre, ReelShort incluso llegó a superar a la todopoderosa TikTok como aplicación de entretenimiento más popular en la tienda de Apple.
Además, y según The Wall Street Journal, ReelShort ya había obtenido en diciembre de 2023 una cifra de ingresos en EEUU de 22 millones de dólares. Propiedad de Crazy Maple Studio, una empresa del norte de California respaldada por la editorial digital COL Group, con sede en Pekín, es una de las más populares dentro de este género.
¿Su fórmula? La ya conocida del culebrón: tramas de romance y venganza, personajes arquetípicos y diálogos sencillos comprimidos en capítulos de un minuto. En total, el culebrón completo no es mucho más largo que una película tradicional ya que con 50-60 capítulos de minuto y medio por serie la duración es de una hora y media.
"Son tan cortitos que tiene que pasar todo rápido", apunta Such que recuerda además que "la gente en el móvil tiene poca capacidad de atención". Coincide la profesora Diego González: "Los niveles de atención han bajado mucho y la industria tiene que intentar captar al público". Esta experta añade otro matiz ya que esto no es solo un problema de la ficción: los jóvenes ya no son capaces de aguantar los 90 minutos de un partido de fútbol, y de ahí el éxito de formatos como la Kings League.
¿Y qué público tienen estos culebrones? Mayoritariamente mujeres. En el caso de ReelShort, el público femenino representaría, según datos de The New York Times, en casi un 75%. Eso sí, con su apuesta por la estética TikTok es evidente a qué público está buscando: el joven.
Con todos estos ingredientes en la coctelera de ReelShort, en esta app se pueden ver series como La doble vida de mi esposo multimillonario, Adios, mi CEO o Nosotros amaremos de nuevo, que también se pueden ver en su app en España con subtítulos. Pero el ejemplo de ReelShort se puede replicar casi punto por punto con Drama Box y su Matrimonio de venganza y amor dulce, con ShortTV y su Espinas de rosa o con FlexTV y su Emociones prohibidas.
Desbloquear capítulos a base de ver publicidad
Eso sí, en el caso de estas telenovelas, cuentan con una novedad con respecto a sus predecesoras. Como su objetivo es atrapar al usuario, gran parte de la acción se produce en los primeros capítulos evitando esos cliffhangers en el minuto 39 de una serie que dura 40.
Y la razón no es, ni mucho menos argumental: los diez primeros capítulos de cada culebrón se pueden ver de forma gratuita en la propia app pero también en sus redes sociales como Instagram o TikTok. A partir de ahí, hay o qué ver anuncios para ir desbloqueando episodio a episodio —aunque limitado a unos cinco diarios— o pagar: 5,49 por 500 monedas —que abrirán la puerta a unos 50 capítulos— o una suscripción semanal de 21,99 euros —por comparar, un mes de Netflix con anuncios cuesta 5,49—. "El sistema es leonino", asegura Diego González. Aunque extraño en un streaming que abraza ahora a la publicidad, este método se puede comparar con el mecanismo de microtransacciones de algunos juegos móviles.
Con esta financiación a medio camino entre la publicidad y la suscripción, hay que tener en cuenta que el coste de estas producciones, según publicó The New York Times sobre ReelShort, es "relativamente bajo": 300.000 dólares por producción, muy barato si se compara, por ejemplo, con los 20 millones de dólares de cada capítulo de La casa del dragón. Además, cuentan con un equipo pequeño en el que se apuesta por recién graduados de cine de Los Ángeles —una de las mecas de la industria audiovisual—.
"Tienen niveles de producción bastante aceptables, se nota que hay gente detrás que son profesionales y no amateurs", sostiene la profesora Diego González que señala que puede servir a los más novatos para "foguearse". "Puede ser una oportunidad: el mercado de la ficción se extiende y puede dar trabajo", defiende esta experta.
¿El nuevo Quibi o una alternativa?
Lo que está claro es que ReelShort, Drama Box, ShortTV o FlexTV buscan el éxito donde Quibi fracasó tras solo sobrevivir seis meses durante el año 2020 en el mercado del streaming después de un número de suscriptores "poco ambicioso y poco progresivo". Pensada para verse exclusivamente con el móvil o tablet, su novedad eran los episodios de menos de 10 minutos.
Según explica The New York Times, Quibi intentó ofrecer contenido "más intelectual con estrellas de primera" apostando con proyectos con estrellas de Hollywood como Liam Hemsworth o Sophie Turner, mientras que estas aplicaciones apuestan por el tradicional culebrón. "Fue tal fracaso que la industria no se va a atraer a una apuesta similar por el momento", reconoce Marina Such. Eso sí, esta experta recuerda que en el caso de esta plataforma las series "no estaban hechas en concreto para este formato", es decir, que "se notaba que eran capítulos de una ficción normal que estaban cortados a capón para adaptarse" a esta duración de diez minutos.
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Con el fracaso de Quibi aún en el retrovisor, lo cierto es que estas aplicaciones tampoco buscan competir con las grandes plataformas de streaming como Netflix, Disney+, HBO o Prime Video. Su objetivo es rellenar los "momentos intermedios". Por ejemplo, en el transporte público, en la cola del supermercado o mientras esperas a una amiga. "Las tramas son tan básicas que se entienden y no requieren mucha atención. Tocan temas que apelan a sentimientos básicos que se pueden ver perfectamente por la calle o en el autobús", admite la profesora Diego González.
Un formato que puede haber llegado para quedarse
Y aunque no busquen competir de tú a tú con los gigantes del streaming, su ejemplo puede servir de espejo. Tal y como apuntan en The New York Times, en la industria ya son muchos los que especulan con la posibilidad de que estos contenidos de corta duración comiencen a generalizarse en otras plataformas. "Si este formato es rentable y tiene público, otras aplicaciones copiaran el modelo y puede ser que se asiente", asegura Diego González. Such es más reticente: "Tal y como está la industria no, porque están más pendientes de que cuadren las cuentas que de hacer cosas nuevas. Ahora mismo hay mucha incertidumbre".
¿Pueden tener futuro estas aplicaciones como ReelShort, Drama Box, ShortTV o FlexTV? "Les veo una posibilidad. Los formatos van hibridando y si el público joven está en el vídeo corto, pueden tener una opción de triunfo", reconoce la experta Diego González. Opinión similar tiene Marina Such: "Están aquí para quedarse, pero no sé hasta dónde pueden llegar".