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Los pobres venden ahora su iris: el escándalo de subastar datos biométricos por un puñado de criptomonedas

"Te regalan dinero, ¿quién no quiere dinero gratis?". Esta frase se ha escuchado a lo largo y ancho de España durante las últimas semanas. Desde principios de año, en Madrid, Barcelona, Mallorca, Bilbao o A Coruña se han registrado considerables colas delante de una treintena de pequeños stands de centros comerciales, estaciones de transporte público o en plena calle. Decorados con una pancarta blanca en la que se podía leer "la economía mundial pertenece a todos", las verdaderas protagonistas eran unas pequeñas esferas plateada, conocidas como orbes, encargadas de escanear a cambio de un puñado de criptomonedas el iris, un dato muy sensible ya que que se mantiene inalterable a lo largo del tiempo. 

Hasta este miércoles. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) dio un golpe encima de la mesa y ordenó a Tools for Humanity Corporation paralizar de forma inmediata a partir del este jueves —que no prohibición, como apuntan algunos medios— de la recogida y tratamiento de datos personales que está realizando en España en el marco de su proyecto Worldcoin y proceda a bloquear los ya recopilados. 

"Los datos biométricos son de una sensibilidad especial, nos acompaña toda la vida. El iris es, además, uno de los más preciados", explica Eduard Blasi, abogado digital y divulgador del canal Tech and Law en Instagram. Según esta startup con sede en el paraíso fiscal de las Islas Caimán y fundada en 2019 por Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, su objetivo es registrar el iris de toda la población mundial para que sea más sencillo distinguir si detrás de un avatar en Internet hay una persona o una máquina. Es lo que Worldcoin llama "pasaporte de humanidad". 

Sin embargo, según la AEPD, lo que estaría haciendo violaría el Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD) ya que la empresa estaría ofreciendo "una información insuficiente", no permitiendo "la retirada del consentimiento" y captando "datos de menores". ¿A qué se debe la presencia de jóvenes en estas colas? "Tienen una visión de la tecnología naif o de que no hay nada que hacer, que el futuro es así", señala Rebeca Cordero, profesora de sociología aplicada de la Universidad Europea. Para esta experta, ven este tipo de oportunidades como una vía para "obtener dinero fácil" o "como un ascensor social por el valor al alza de las propias criptomonedas". "Sin olvidarse de que tienen una gran desafección social y política", indica. 

Migrantes y personas vulnerables

Pero además de menores, curiosos y periodistas, en estas colas ante los stands de Worldcoin también había muchos migrantes y personas vulnerables sin recursos. "No sólo se aprovechan de la población en riesgo, también de la falsa percepción de seguridad con respecto a los datos", apunta Cordero que recuerda que "al final los que están en riesgo de precariedad vital no tienen una visión de futuro, viven el día a día y abrazan cualquier opción cortoplacista". 

Esto, en realidad, es la práctica habitual de esta empresa. Antes de aterrizar en Europa, se desplegó por países en vías de desarrollo de África y Asia, olvidándose prácticamente de EEUU a pesar de tener su origen al otro lado del Atlántico. "¿Por qué se dirigió primero a comunidades de bajos ingresos, en lugar de a zonas con entusiastas de las criptomonedas?", se preguntaba un experto en un informe de MIT Technology Review publicado en abril de 2022 donde ya se destacaba como Worldcoin se aprovecha de las personas empobrecidas y de los países de bajos ingresos para hacer crecer su red de datos. 

Y es que las promesas de Worldcoin de dinero rápido por un proceso totalmente indoloro y de pocos minutos calan entre los más vulnerables. Sobre todo, porque prácticamente todo vale cuando llegar a fin de mes cuesta. "En EEUU, por ejemplo, hay gente que dona semen o un órgano", expone Cordero que insiste en que "la necesidad de comer, de sobrevivir, va por encima de cualquier otra cosa" aunque "desde una posición de privilegio, como la que tenemos una gran parte de la población, no se entienda". 

No es solo "poner el ojo"

Pero esta startup no solo saca rédito de la vulnerabilidad económica, también se aprovecha del desconocimiento sobre esta tecnología. "Nos preocupa la opacidad de toda la estructura: de la propia empresa, de los usos de los usuarios y de la transformación que hacen de la información", explica Carlos Bajo, responsable de derechos digitales de Oxfam Intermón. 

Así, lo normal en una de estas colas para esperar el turno ante el orbe era escuchar frases como "me van a regalar dinero" o "voy a lograr dinero gratis". "Con estas frases se transmite un desconocimiento total, de ‘solamente hay que poner el ojo’. Es una falta de conciencia sobre la tecnología y las plataformas. Es la misma filosofía que la de las redes sociales, el producto eres tú", señala Bajo que apunta que, en este caso, además están pagando: "Si te pagan hay un rendimiento detrás".

Al final, lo que estaban haciendo era pagar por un dato biométrico que permite la identificación unívoca y que puede asociarse con información sanitaria sensible. "Nadie da nada gratis", defiende Cordero que recuerda que este tipo de prácticas también se lleva a cabo en otros ámbitos como el marketing dentro del actual "proceso de vigilancia y de control". 

Su "ingeniería discursiva": fines filantrópicos en manos privadas

En Tools for Humanity Corporation nunca han escondido esta ambición de aprovecharse de los más vulnerables. En su declaración de intenciones, esta startup defiende que podría aumentar "significativamente" la igualdad de oportunidades a nivel mundial. El propio Altman dijo en junio de 2021 a Bloomberg que siempre ha estado "muy interesado" en conceptos como "la renta básica universal" y "la redistribución de la riqueza global". Aunque, tal y como destaca MIT Technology Review, "hasta ahora todo lo que se ha hecho es construir una base de datos biométricos a partir de los cuerpos de los pobres". 

"Se plantea en términos filantrópicos, pero está en manos privadas", señala Carlos Bajón que asegura que, según "lo que transmiten en su web", se desprende un cierto "malabarismo fantástico" e "ingeniería discursiva": "Lo que quieren transmitir es que ‘no estoy comprando tu iris, te estoy regalando una nueva criptomoneda, pero para regalarte necesito que te identifiques en un base de datos biométricos, que son los más sensibles, a cambio de nuestra moneda"'. Cuando, en realidad, esta información "es extremadamente sensible" y "podrían tener el poder de controlar a las personas".

Más de 400.000 personas en España han vendido su iris

Y en España esta base habría recopilado ya información de más de 400.000 personas, según la AEDP. Según datos de la propia empresa de principios de 2024, el 0,8% de la población española ya había escaneado su iris. En diciembre, la startup cifraba en 300.000 las personas que había pasado por delante de su orbe sólo en España. En todo el mundo, más de cuatro millones.

Sin embargo, todos estos datos están ahora mismo, y durante al menos tres meses —aunque se podría extender hasta seis—, bloqueados. Así, mientras al principio de semana al entrar en la app de Worldcoin salían hasta 35 espacios donde escanear el iris, este viernes ya no deja pedir cita en absolutamente ninguno. Cabe destacar que la selección de los lugares dónde colocar estos stands no es casual. "La elección de los centros comerciales o estaciones de transporte hacen referencia a estos colectivos con menos recursos", admite Carlos Bajo de Oxfam Intermón. 

Según explica la AEDP en un comunicado, "la adopción de medidas urgentes de prohibición temporal de las actividades está justificada para evitar daños potencialmente irreparables y no tomarlas privaría a las personas de la protección a la que tienen derecho según el RGPD". "La empresa no puede tratar los datos personales ya recopilados. No pueden destruirlos, que sería un tratamiento. Los mantienen, pero bloqueados", matizan a infoLibre

¿Qué tiene almacenado Worldcoin? El orbe hace un escaneo del ojo, en concreto del iris, uno de los datos biométricos más unívocos: no hay dos iguales y, además, incluso permite conocer el estado de salud de una persona. Esta información puede usarse en métodos de identificación biométrica en programas de identificación ciudadana o en control fronterizo. Su uso en espacios de acceso público viola, según defienden desde la sociedad civil, derechos fundamentales ya que puede puede ampliar la discriminación, el racismo y la pobreza

"Worldcoin confirma que no recogen el dato biométrico sino un código", sostiene el abogado Eduard Blasi, que apunta que aquí interviene una función hash, una secuencia criptográfica, que contaría con una capa de seguridad que codifica la información obtenida. "Quiere crear una base de datos fidedigna. Esto al final parece que es un propósito que tiene un sentido y, si solo hace eso, no se puede pensar de facto que hay un incumplimiento", explica este experto

Tampoco se podrán cambiar las criptomonedas obtenidas

Los datos no son lo único que están bloqueados con esta decisión: toda la parte de transacciones económicas también. Aquellos usuarios que tengan criptomonedas logradas tras vender su iris no podrán usarlas mientras dure esta paralización. El pago solía estar entre 15 y 25 worldcoins que, al cambio, podían suponer entre 60 y 100 euros. Es decir, aquellos que no hayan acudido ya a convertirlo en dinero en efectivo, no podrán ni cambiarlas a euros ni transferirlas a una cuenta bancaria durante al menos los próximos tres meses.  

"Una de las cosas importantes de esta suspensión cautelar es asegurarse de aclarar todas estas cuestiones. Primero se desarrollan las actividades y después se desarrolla la legislación. Necesitamos que sea al revés, que primero haya garantías jurídicas", argumenta Carlos Bajo.

Worldcoin acusa a la AEPD de violar "los requisitos del RGPD"

No obstante, desde Worldcoin, explican que cumplen "totalmente con todas las leyes": "Nos decepcionó que el regulador español eludiera el proceso y las normas aceptadas por la UE, lo que no nos deja más remedio que presentar una demanda". Su asesor legal, Tim Wybitul, matiza que la orden de la AEPD "viola los requisitos del RGPD y es ilegal". 

"Esta situación podría haberse evitado si se hubiera seguido el proceso legal bien establecido y aplicable en toda Europa", sostiene en declaraciones enviadas a infoLibre. "La medida de la AEDP es cautelar y no implica que sea ilegal, eso aún está por ver", recuerda Blasi que apunta, no obstante, que es la primera decisión de este estilo que se toma en este sentido en Europa. 

Investigada en otros ocho países 

Las autoridades de protección de datos de Alemania —donde Tools for Humanity Corporation tiene su sede europea—, Reino Unido, Francia y Portugal están estudiando el caso. Fuera de Europa, Argentina, Corea del Sur y Nigeria también están investigando a la empresa. 

Protección de Datos paraliza el proyecto que escanea el iris a cambio de criptomonedas

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Más lejos han ido en Kenia. En agosto de 2023, las autoridades de este país africano decidieron directamente prohibir esta recolección de datos y llegaron a acusar a los fundadores del proyecto de espionaje. Además, a finales de diciembre, TechCrunch publicó que los orbes ya no estarían disponibles ya ni en Brasil, ni en Francia ni en India, una salida repentina explicada por la startup cómo una extraña "reducción temporal". 

Decisión similar a la que tomó Italia con ChatGPT

La AEDP toma así la iniciativa con una decisión sobre Worldcoin que recuerda a lo que sucedió en Italia con ChatGPT. La agencia italiana de protección de datos restringió a principios de abril de 2023 el acceso a esta herramienta. "Una vez subsanó determinadas cuestiones, pudo volver a operar con normalidad en territorio italiano", reconoce Blasi. 

¿Puede pasar lo mismo ahora? "Quizás si Worldcoin soluciona algunos aspectos, se le permita volver a operar", apunta este abogado. Habrá que esperar al mes de junio.

"Te regalan dinero, ¿quién no quiere dinero gratis?". Esta frase se ha escuchado a lo largo y ancho de España durante las últimas semanas. Desde principios de año, en Madrid, Barcelona, Mallorca, Bilbao o A Coruña se han registrado considerables colas delante de una treintena de pequeños stands de centros comerciales, estaciones de transporte público o en plena calle. Decorados con una pancarta blanca en la que se podía leer "la economía mundial pertenece a todos", las verdaderas protagonistas eran unas pequeñas esferas plateada, conocidas como orbes, encargadas de escanear a cambio de un puñado de criptomonedas el iris, un dato muy sensible ya que que se mantiene inalterable a lo largo del tiempo. 

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