Ciudadanos
Rivera trata de emular a un Macron del que le separan trayectoria, orígenes y estrategia
Ciudadanos nunca ha ocultado sus simpatías por el presidente francés, Emmanuel Macron, que logró alcanzar el Elíseo en tiempo récord a lomos de su partido En Marcha, creado a su medida y que fue capaz de atraer tanto a dirigentes del Partido Socialista y Los Republicanos –las formaciones de centroizquierda y centroderecha tradicionales– como a personas sin adscripción partidaria previa. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha elogiado repetidamente a Macron y en no pocas ocasiones ha tratado de identificar el proyecto del partido naranja con el del francés, y buena muestra de ello es la plataforma que presentará este domingo, un espacio que Ciudadanos define como "abierto a la sociedad civil, para unir a los españoles en torno a un nuevo proyecto de España que mira al futuro".
Tal y como anunció hace unos días Ciudadanos, la presentación de esta plataforma tendrá lugar en el Palacio de Congresos de IFEMA y contará con la intervención de Rivera y de varios pesos pesados del partido naranja. No han trascendido muchos detalles sobre en qué consistirá el espacio que promoverá Ciudadanos, pero sí se sabe que no dependerá orgánicamente de la formación naranja, que pretende desvincular la plataforma del partido y no pondrá pegas a la participación de personas pertenecientes a otras formaciones políticas, siempre que compartan los postulados que se promoverán. Un modelo similar al de En Marcha de Macron, que comenzó siendo plataforma antes que partido político.
El discurso de "unir a los españoles en torno a un nuevo proyecto de España que mira al futuro" por encima de las ideologías es habitual de Ciudadanos. Pero también recuerda al de un Macron que insiste en no definirse ni de izquierdas ni de derechas, y al que Rivera ha alabado por promover que, "frente a la tradicional izquierda-derecha, la segmentación política en las sociedades actuales se asienta entre aquellos que defendemos sociedades abiertas e interconectadas y quienes apuestan por volver a cerrar las fronteras y aplicar políticas proteccionistas o autárquicas". "Macron ha demostrado que el sistema conocido hasta la fecha, esencialmente bipartidista entre conservadores y socialistas, ha quedado obsoleto. También lo ha hecho Ciudadanos con su victoria en las elecciones en Cataluña", sostiene Rivera.
Pero lo cierto es que, aunque ambas formaciones tienen indudables parecidos ideológicos, en la trayectoria, el liderazgo y la posición en el escenario político de Macron y Rivera hay diferencias notables. Así lo consideran los expertos consultados por infoLibre, que aseguran que, para empezar, el líder de Ciudadanos carece del aura de independiente que sí rodea al presidente francés, que pese a haber sido ministro en el gabinete de François Hollande debe buena parte de su éxito a haber sabido presentarse como una persona desvinculada de los aparatos de los partidos políticos.
Un "outsider" frente a un "político profesional""outsider"
"Macron y Rivera no tienen nada que ver", afirma tajantemente Máriam Martínez-Bascuñán, profesora de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), que explica que "Macron aparece como un independiente en un momento en el que lo que está triunfando es la crítica al establishment, en la que no es sexy la idea de los partidos, y se presenta como un outsider ni de izquierdas ni de derechasoutsider , que viene de la élite intelectual francesa y que trata de conectar con ese sentimiento antipartidos".
Con ella coincide Juan Rodríguez Teruel, profesor de Ciencia Política en la Universitat de València. "Rivera no es un recién llegado, sino un político profesional que ha aprendido el oficio de la política, con una ambición que demuestra el hecho de que trató de buscar un sitio en Nuevas Generaciones o en el PSC antes de Ciudadanos", define el politólogo, que contrapone su perfil al de un Macron que "es un banquero y un intelectual al que fichó Hollande sin que tuviera pasado político, y que luego demostró tener unas enormes habilidades políticas".
Y si la procedencia de ambos líderes no es la misma, tampoco son comparables las trayectoras de En Marcha y Ciudadanos. "En Marcha no era inicialmente un partido, sino un espacio que le sirvió a Macron para aunar gente de perfil liberal, pero también de otros partidos que no quería comprometerse de inicio a salir de ellos, y solo se convirtió en formación política cuando empezó a ir bien en las encuestas", explica Rodríguez Teruel. Y eso contrasta con el recorrido de Ciudadanos, que fue fundado en 2006 y que es un partido asentado en el escenario político que ha competido en multitud de elecciones desde entonces.
"La plataforma que va a presentar Ciudadanos no creo que pueda compararse tanto a En Marcha como a Movimiento Ciudadano, el espacio que ellos mismos fundaron en 2013 y que básicamente les sirvió para ampliar sus redes" en un momento en el que el partido naranja buscaba dar el salto de Cataluña al resto de España. Esa plataforma desapareció en 2017, pero su manifiesto de fundación ya fue apoyado por un nutrido grupo de personas "de la sociedad civil", el mismo colectivo al que ahora apela Ciudadanos para su nuevo espacio.
Rivera pesca sobre todo en la derecha, Macron a ambos lados
La estrategia electoral de ambas formaciones tampoco es la misma: mientras En Marcha apela a desencantados de centroizquierda y centroderecha, Ciudadanos está haciendo una OPA hostil a los votantes del PP aprovechando los escándalos de corrupción de los conservadores y el problema territorial en Cataluña. El politólogo y sociólogo Sebastián Lavezzolo, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, explica que "en la fase inicial de la irrupción a nivel nacional de Ciudadanos sí había intención de atrapar a ambos lados, pero ahora la oportunidad más clara que tienen es la de hacerse con el electorado del PP, por lo que tienen un importante incentivo para endurecer su discurso hacia la derecha, aunque pierdan votos procedentes del PSOE".
Bascuñán coincide. "Macron logró construir un espacio político también gracias a la coyuntura política de Francia", explica la politóloga, que recuerda que el dirigente se vio beneficiado por el hecho de que el Partido Socialista eligió como candidato a las elecciones a Benoît Hamon –de su ala más izquierdista– y Los Republicanos hicieron lo propio con François Fillon –procedente de la corriente más conservadora del partido–. "A Macron le quedaron despejados los espacios de centroizquierda y centroderecha, y los supo aprovechar", plantea Bascuñán, que señala que, por el contrario, Rivera no está "aprovechando el espacio dejado por Sánchez o buscando espacio a la izquierda del PP, sino disputando directamente al PP su espacio encarnando el purismo nacionalista español".
Los expertos también afirman que Macron tiene un discurso ideológico mucho más directo del que plantea Rivera. "Ciudadanos mantiene un discurso muy sujeto a los vaivenes de las encuestas, y su principal rasgo es el antinacionalismo", apunta Rodríguez Teruel, que asegura que la formación naranja bascula hacia propuestas más socialdemócratas o más liberales en función del momento. Por el contrario, asegura, Macron cuenta con una importante producción de artículos y discursos con planteamientos que, a juicio del experto, lo retratan como un "socioliberal".
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No obstante, Bascuñán y Lavezzolo aseguran que su discurso es más bien una semejanza que una diferencia entre En Marcha y Ciudadanos. "Hay un espacio político que está fraguándose en Europa en torno a la nomenclatura que le quiera dar Macron, un grupo que no es ni el de los socialistas ni el de los liberales", y ahí se encuentra el partido de Rivera, sostiene la politóloga, que sin embargo asegura que el líder de Ciudadanos no ejerce tanto el papel de líder fuerte que sí tiene el presidente francés. "Rivera intenta jugar el rol de tecnócrata", apunta.
Lavezzolo, por su parte, sí utiliza el término "socioliberal" para definir el discurso de ambos partidos, aunque señala que defender unas propuestas similares no implica que Macron y Rivera lo hagan de la misma forma. "España y Francia tienen dos sistemas políticos diferentes, uno parlamentarista y otro semipresidencialista, y eso implica que los actores tienen incentivos para tener comportamientos diferentes", apunta el sociólogo, que señala que Rivera está obligado a hacer "un discurso más conciliador para luego tejer " coaliciones, mientras Macron puede hacer planteamientos mucho más tajantes y maximalistas.