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Los ecologistas recurren la sentencia que tumba Madrid Central pese a las promesas de Almeida de crear una zona equivalente de bajas emisiones

Cartel de Madrid Central que indica restricciones al tráfico en el centro de la capital.

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha tumbado la zona de bajas emisiones del centro de la capital española, Madrid Central, por defectos de forma. Sin embargo, y por el momento, su futuro está garantizado. Ecologistas en Acción, presente en la causa, ha recurrido ambas sentencias conocidas este lunes, por lo que habrá que esperar al pronunciamiento definitivo del Tribunal Supremo. El área, por lo tanto, se mantiene, a expensas de lo que diga el Ayuntamiento, que al cierre de esta edición aún no ha confirmado si recurrirá una decisión impulsada por la denuncia que el grupo del PP en el Consistorio, que ahora gobierna, interpuso. Se da una paradoja que complica la posición del Gobierno liderado por José Luis Martínez-Almeida: el demandante ahora es el demandado. Como objeto de fondo, una medida que ha logrado disminuir un 10% la contaminación atmosférica en toda la ciudad.

Al interponer Ecologistas un recurso de casación, el Ayuntamiento aún no está obligado ni a desmantelar Madrid Central ni a devolver las multas. La organización ha estimado en más de 36 millones de euros de dinero público el impacto del reintegro de las sanciones. 

Se trata de dos sentencias cuyo contenido se ha conocido este martes, correspondientes a dos recursos: uno interpuesto por el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Madrid (que gobierna) y DVuelta, empresa especializada en defender a conductores de multas de tráfico, que señalaba la ausencia de un informe de impacto económico que justificase el gasto en el que incurriría el área. La resolución de este caso se puede consultar aquí. Por otro lado, la Comunidad de Madrid impugnó la Ordenanza de Movilidad Sostenible en la que se incluye la zona de bajas emisiones por no haber abierto un periodo de información pública que permitiera alegar a los ciudadanos y aportar sus propuestas y sugerencias en el proceso (aquí la sentencia). La sala ha dado la razón a ambos recursos anulando no la ordenanza entera, pero sí los artículos que regulan todas las especificaciones de la medida estrella de Manuela Carmena. 

El problema de origen es el mismo en ambas sentencias: la anterior corporación, gobernada por Ahora Madrid (Más Madrid), entendió Madrid Central como una parte de la Ordenanza de Movilidad Sostenible. Y entendió que estaba obligada tanto a elaborar un informe de impacto económico como abrir un proceso de consulta pública con respecto a la ordenanza. Sin embargo, las sentencias señalan que el texto legal que elaboró el Ayuntamiento no detallaba lo suficiente cómo funcionaría la zona de bajas emisiones, por lo que tanto el espacio de participación como la estimación económica no se ajustaban a la realidad. No hacen mención a la defensa del medio ambiente y la salud que sentencias anteriores enarbolaron para declarar ilegal la moratoria de multas que Almeida intentó imponer cuando accedió al poder municipal. 

La posición de Almeida, que aún no ha detallado si recurrirá las sentencias pero que ha insistido en su compromiso con la "sostenibilidad ambiental", es complicada. Accedió a la vara de mando prometiendo en campaña electoral que acabaría con Madrid Central. Estando en la oposición, recurrió contra la institución que ahora gobierna. Si mantiene la coherencia, evitaría recurrir. Pero lo normal es que una institución defienda sus intereses hasta el último término. En todo caso, el consistorio no se ve en la difícil posición que le dejaría eliminar la zona de bajas emisiones de un día a otro: Ecologistas en Acción, también personado en la causa, recurrirá ante el Tribunal Supremo, lo que, a juicio de todos los implicados, no obliga al Gobierno municipal a acatar, por ahora, la sentencia. 

Así lo ha confirmado la organización, parte de la Plataforma en Defensa de Madrid Central. "Desde la Plataforma se pide responsabilidad al Alcalde de Madrid para que no utilice esta sentencia como excusa para derogar Madrid Central, como ha intentado desde que llegó al poder". Ecologistas en Acción entiende que los defectos de forma son "cuestionables", ya que las consultas públicas y la memoria económica que acompañaron a la ordenanza fueron más que suficientes. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid no lo ha entendido así. 

En todo caso, y aunque la sentencia llegara a ser firme y el Tribunal Supremo le de la razón al TSJM, el Ayuntamiento de Madrid ya presentó el año pasado su estrategia de movilidad sostenible, llamada Madrid 360Madrid 360, que en cuanto a la zona de bajas emisiones del centro de la ciudad prevé, a grandes rasgos, las grandes medidas. En un primer momento, el plan de Almeida consistió en dejar entrar a los vehículos con etiqueta ambiental C (de combustión, diésel o gasolina, pero más eficientes) al centro de la ciudad, lo que entraría en conflicto con la esencia de Madrid Central: pero, posteriormente, reculó.

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Así que, al margen de otras medidas relacionadas con la contaminación atmosférica, Madrid tendrá una zona de bajas emisiones: siempre que el Consistorio, una vez la sentencia sea firme, cumpla sus promesas. En principio, a finales de verano verá la luz la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible que incluye Madrid 360, y que sustituirá a la que este martes ha sufrido un mazazo de la justicia.

Las promesas de Almeida y sus compromisos con la "sostenibilidad ambiental", procedentes de un alcalde que hizo bandera en campaña electoral de su oposición a Madrid Central, tienen relación con la presión tanto del Gobierno como de Bruselas. El Ejecutivo tramita ya en el Congreso una Ley de Cambio Climático que, de salir adelante –todo indica que así lo hará– obligará a los grandes municipios a contar con una zona de bajas emisiones. Por otro lado, la Comisión Europea vigila de cerca a España por sus cifras de contaminación atmosférica y ha amenazado en varias ocasiones con llevar al país a los tribunales del club comunitario. "Los ciudadanos, nuestra salud, el medio ambiente y la recuperación del espacio público para los vecinos avalan una rápida actualización ("por arriba" en ambición) de Madrid Central" ha asegurado la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. 

Más allá de defectos de forma, los datos con respecto a la contaminación avalan Madrid Central: los principales contaminantes, que causan importantes problemas a los sistemas respiratorio y cardiovascular, han reducido su presencia en la capital desde la puesta en marcha del área. No solo en el centro, lo que parecía evidente al no permitir la entrada a vehículos sucios: también en toda la urbe, que ha registrado un 10% menos de polución. No se produjo un efecto frontera, sino un efecto contagio. Madrid es más limpia desde que arrancó la medida del Gobierno municipal de Manuela Carmena.

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