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Maleta de libros

'Entre sombras y sueños'

'Entre sombras y sueños', de Concha Méndez.

Concha Méndez

Durante mucho tiempo, durante décadas, Concha Méndez (Madrid, 1898-Ciudad de México, 1986) fue conocida simplemente como "la mujer de Manuel Altolaguirre", incluso tras su separación. Después de su muerte comenzaría también a ser vista como un repositorio del recuerdo de la cultura republicana y el exilio, gracias a Memorias habladas, memorias armadas, un título firmado por su nieta a partir de las cintas que Méndez grabó en vida. No está tan claro que el reconocimiento a su lucha política y personal en pos de la emancipación haya tocado, sin embargo, su poesía —o, ya de paso, su labor editorial junto a Altolaguirre—.

 

Por ello, el próximo septiembre la editorial Renacimiento —responsable también de la reedición de las Memorias— recorre en la antología Entre sombras y sueños los versos de Concha Méndez. James Valender, responsable de la edición, viaja desde sus primeros títulos publicados —Inquietudes (1926) y Surtidor (1928)— hasta sus versos póstumos pasando por aquellos en los que plasmó el exilio. infoLibre recoge algunos de los poemas presentes en la antología, incluyendo la serie dedicada a la muerte de Manuel Altolaguirre en 1959. 

_____

  Él y yo

  Al poeta nacional Rafael Alberti.

Yo le dije al pescador:

—¡A tu barca subiría!

El pescador respondió:

—¡Pues sube a la barca mía!

Y yo a su lancha subí e

n medio de la bahía.

El pescador preguntó:

—¿De dónde viene mi niña?

—Vengo de tierra, al calor

de tu barca pequeñita…

Una sirena gritó.

La charla fue interrumpida.

Y, silenciosos los dos,

llegamos junto a la Isla.

Yo me sentí marinera;

trepé por la roca viva.

Él debió sentirse Rey,

Rey de la piratería…

Regresamos hacia el puerto.

Ya la tarde se dormía.

 

Voy y vengo

Voy y vengo,

marinera del último puerto,

mariposa del último cielo.

Voy y vengo.

En la ruta,

mi bandera de soles enciendo;

mi bandera de soles ardiendo.

Y en mis alas,

relucientes van todos mis sueños.

Vida: noche.

En mi noche mis luces luciendo…

  Londres, 1929

A todas las albas

A María de Maeztu.

A todas las albas voy

a sentarme a la ribera.

No sé qué dicen que soy.

Yo sólo soy marinera.

Mi vida por ver el mar,

y cien vidas que tuviera.

Y no me quedaré en tierra,

no me quedaré, no, amante,

que me han hecho capitana

de la marina mercante,

y he de marchar en un alba

por los mares adelante.

San Sebastián

No sé dónde

A Concha Albornoz.

Hoy aquí. ¿Y mañana?

No sé dónde mañana.

Sólo sé que no sé

dónde encontrarme el alma.

En su busca he corrido

por ciudades lejanas.

Me asomé a los caminos,

a las altas barandas…

Me asomé a las distancias…

y al olvido primero

del jardín de la infancia.

Todo inútil. ¡Qué angustia!

¡Dónde encontrarme el alma!

Recuerdos

Recuerdos que ya sois sombras,

no os apartéis de mí,

que recuerdo que se borra

es que perdió el existir.

Yo quiero guardarlos todos

a la luz de mi memoria,

que aquel que borra recuerdos

es como un ser sin historia.

Déjame 

A María Zambrano.

No corras tanto, tiempo;

deja ya de empujarme

como si fueras viento.

Sé que a un final me llevas,

pero no tan aprisa, d

éjame que me entere

de lo que es esta vida.

A Manolo en su irremediable ausencia

1

Fue tan inesperado…

Por camino de luces

te vi marchar un día.

Ibas, sin yo saberlo,

a internarte en las sombras

donde tenue esperanza

me queda de encontrarte.

Pero será aquel niño

que perdimos, tan nuestro,

el que ya de tu mano

llevarás por la gloria.

Os veo a los dos juntos

–él, sus cabellos rubios,

tú, los cabellos canos–

andando por los cielos

como niños perdidos.

Mientras aquí el silencio

en torno, se ha agrandado

y sólo son mis ojos

los que riegan la ausencia.

2. Recuerdo

Te veo tan tranquilo

tú que eras como vértigo;

y los pies en reposo,

que tanto se movieron,

tanto dolor pisaron

por difícil camino.

Tan fuertes vendavales

llevabas en tu pecho

que apenas si podías

sostener tu persona.

Amapolas de sangre

crecían en tu frente

fundiéndose en tus ojos

cuando el llanto asomaba

descubriendo tu vida.

Contra ti te batías

en duelo permanente,

esa lucha contigo

se extendía en tus campos.

Y era un viento de fuera,

también huracanado,

el que te fue envolviendo

como manto de fuego.

Solamente tus manos

trataban de alargarse

para sentir apoyo

en tu cielo estrellado.

3

Él era como niño.

Yo solía decirle:

«No juegues con la muerte».

No escuchaba consejos

y seguía jugando.

Le advertía a menudo:

«Mira por dónde pisas»,

y sus pies se enredaban

mientras miraba el cielo.

En algunos momentos

él se sentía ángel,

se apoyaba en sus alas

y se venía al suelo.

Yo le vi levantarse

malherido mil veces.

Hasta que llegó el día

de caer sin remedio;

ya no pudo su cuerpo

sostenerse en la vida.

Fue el último juego

donde cayó vencido

y tal vez fueron alas

quienes se lo llevaron.

4. Era de noche

¿Será noche sin luna,

o habría una luna clara,

cuando cayó sobre el trigo

como amapola morada?

¿Sería un viento suave

el que acarició su cara,

cuando solo, sin remedio,

tirado y herido estaba?

El campo debió asustarse

Como él asustado estaba

con tanto dolor encima

viendo lo que le pasaba.

¿Cuál fue la primera mano?

¿Cuál la primera mirada

que se le acercó a ayudarle

en aquella hora amarga?

5

Andaremos por siglos

siempre juntos

en el camino de la poesía,

que fue quien nos unió

sin darnos cuenta

un ya lejano

y luminoso día.

México, 1959

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El triunfal fracaso de Elena Fortún

El triunfal fracaso de Elena Fortún

Entre sombras y sueñosConcha MéndezEdición de James ValenderRenacimientoSeptiembre de 2019 11,90 eurosEntre sombras y sueños

La editorial

El grupo Renacimiento, integrado por los sellos Renacimiento, Espuela de Plata y Ulises, ha sido uno de los pilares fundamentales de la la cultura española durante la democracia. Centrado primero en la poesía y en la edición de la revista literaria Renacimiento, es especialmente conocido por la recuperación de la memoria histórica. La Biblioteca del Exilio, creada en 1999, ha dedicado un gran esfuerzo a recuperar la obra, a menudo olvidada, de los intelectuales que abandonaron España tras la Guerra Civil. Algunos de sus últimos proyectos son la reivindicación de Elena Fortún, tanto en su personaje Celia como otras producciones, o la investigación sobre Luisa Carnés.

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