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Soberanía de España, República, OTAN

Manuel Pardo de Donlebún Montesino

Resulta difícil hablar de soberanía en estos tiempos de globalización, y más desde un país de capacidades limitadas y dependencias económicas importantes.

Pero también es difícil hablar de soberanía desde un país como España, que ha sido objeto, a lo largo de la historia reciente, de la ambición de las principales potencias mundiales. 

Los últimos 300 años han visto la decadencia del imperio y las continuas injerencias de las potencias, viejas o emergentes; inicialmente, para hacerse con el control de las colonias americanas, pero también por razones estratégicas de control del acceso al Mediterráneo.

La tardía incorporación de España a la revolución industrial es impulsada por capitales extranjeros. La crisis del Estado a lo largo del S XIX y principios del XX se produce al tiempo que surgen los primeros movimientos obreros en un país fundamentalmente agrario.

España se incorpora a un modelo de explotación colonial de África, del que participaría con el premio de consolación que recibió en la Conferencia de Berlín (1884) (Marruecos, Guinea Ecuatorial, Sáhara Occidental).

La pérdida de las últimas colonias americanas en 1898 supone un retorno de capitales, que encuentran nuevo destino en África.

Ya en el S XX se crean la Legión y los Regulares como tropas coloniales, con un marcado carácter violento y desde actitudes supremacistas para someter a las levantiscas tribus rifeñas. El ejército español haría su aportación al modelo de guerras imperialistas, con el primer desembarco anfibio de la historia y con el empleo de armas químicas contra la población civil. Los métodos de terror acostumbrados en Marruecos por estas tropas serían después los utilizados por el ejército de Franco durante la guerra en España.

En todo este periodo, los intereses de la burguesía están vinculados siempre a capitales foráneos, principalmente ingleses, decididos a mantener su control sobre España a través de la corona, de los que siempre se beneficia.

La República supondría, por una parte, un freno para el espíritu militarista de la monarquía, con un cuestionamiento absoluto del papel de los ejércitos y del modelo de explotación colonial, que lleva a una reducción muy importante del tamaño del ejército. 

La República, por otra parte, refuerza la soberanía española al desbaratar las injerencias sobre la corona y limitar el poder de la burguesía dependiente, que inmediatamente empezará a conspirar contra ella.

En ese convulso mundo de entreguerras y ante el ascenso del fascismo en Europa para acabar con el estado obrero, la Constitución de la República marcará un hito al establecer el principio de neutralidad en su artículo 6º: "España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional". 

Alemania aparece como el gran competidor de Inglaterra, pero el auténtico enemigo a batir es la URSS. Tanto los ingleses como los alemanes conspirarían contra la República.

En ese periodo, las provocaciones de los fascistas justifican los planes de monárquicos, terratenientes y burgueses, con el apoyo de la iglesia y el respaldo decidido del ejército africanista para derribar la República.

El golpe de Franco fue apoyado por ambas potencias. Mientras la Alemania nazi y la Italia fascista se vuelcan con apoyo militar a Franco, Inglaterra y Francia se esconden en la falsa neutralidad del Comité de No Intervención, que consiente el bloqueo naval y el corte de los suministros a la República.

El apoyo del fascismo a Franco y el limitado auxilio prestado por la URSS decantan la guerra en favor de Franco. Inglaterra y Francia reconocerán al gobierno de Franco antes de ganar la guerra.

Antes de estallar la SGM, las potencias contemporizan con Hitler en la esperanza de que su enfrentamiento con la URSS debilite a ambas partes. El Pacto de No Agresión Ribbentrop-Molotov y la invasión de Polonia decantan a Francia e Inglaterra hacia la guerra.

EEUU se mantendría mientras a la expectativa, generando enormes ganancias con la venta de armas y bienes a ambos bandos.

La Operación Barbarroja y la derrota del ejército nazi en Stalingrado convencen a EEUU de que ese es su momento para entrar en la guerra.

Mientras tanto, Franco se mantuvo neutral siempre sopesando la conveniencia de entrar en la guerra, aunque no pasó del envío de la División Azul.

Franco se haría con el poder absoluto, una vez convencido de que Alemania iba a perder la guerra, neutralizando a los sectores mas radicales del fascismo; todas las derechas estaban felices bajo el mando indiscutido de Franco.

PSOE, la fuerza "obrera" cooptada, legitimará la consagración de estos dos principios. Acabará siendo la fuerza más otanista en el espectro político

1944: En contra de la postura del Reino Unido, EEUU decide no presionar a Franco para que ceda el poder a la monarquía: había obtenido garantías de EEUU de que la península podría ser usada como retaguardia estratégica contra la URSS en la guerra que ya planeaba.

EEUU se ha preparado para la postguerra, impulsando la creación de las instituciones internacionales (ONU, Acuerdos de Bretton Woods) que conducirían a la extinción de los imperios coloniales, cuyos territorios quedarían bajo su control en el modelo neocolonial (de no ocupación militar, sino de exportación de capitales para la extracción de los recursos, alianza con las élites locales cooptadas y con hilo directo con los jerarcas militares).

Concluida la guerra, las potencias vencedoras no iban a admitir a España en la ONU por el origen fascista de su régimen (1946: Resolución 36 de las Naciones Unidas que excluye a España de todos los organismos internacionales).

1950: bajo la presión de Estados Unidos, se levanta en Naciones Unidas el veto a la pertenencia de España a organismos internacionales. Franco ofrece entonces tropas a EEUU para la guerra de Corea, que no fueron aceptadas por la desconfianza de sus aliados en un ejército de origen fascista.

Tres años más tarde se firmaron los Pactos de Madrid, que confirman la coincidencia de Franco y de EEUU en su objetivo estratégico: la derrota de la URSS. Supone la implicación de la dictadura en la estrategia de la guerra fría, a cambio de reconocimiento internacional.

A partir de ese momento, se producirá la entrada masiva de capital norteamericano en España, junto con intercambios militares, de proyectos educativos y dirección encubierta de la inteligencia, lo que va conformando un esquema de penetración cultural y dependencia cada vez más profunda.

1973: se hace preciso darle salida a la dictadura; solo hay dos líneas rojas para una transición a una democracia formal: no cuestionar la corona y asegurar la fidelidad a la coalición de guerra. El Congreso de Suresnes del PSOE va a consagrar el lanzamiento de una izquierda cooptada que se convertirá en el principal aliado de la OTAN. Hay reticencias en el gobierno de Franco, lo que ha dado pie a numerosas conjeturas sobre la participación o, cuando menos, inhibición de la embajada de EEUU en el atentado que costó al vida a Carrero Blanco.

1975: Agonía y muerte de Franco entre convulsiones: Semana Negra; últimas ejecuciones; entrega del Sáhara a Marruecos y Mauritania, mediada por EEUU, a cambio de garantías para el mantenimiento de Juan Carlos en el trono.

1976: los Pactos de Madrid se transforman en Tratado de Amistad y Cooperación, con básicamente el mismo contenido, pero ahora aprobado en las Cortes.

Se aprueba la Constitución de 1978, concedida por el franquismo, no surgida de un real proceso constituyente. Sin consulta previa, se adopta la monarquía y la posibilidad de hacer compromisos internacionales sin debate público. Los partidos cooptados transigen. Se debilita la soberanía popular en los dos aspectos.

1981: Reagan, Presidente de EEUU; dentro de su ofensiva global contra la URSS, busca el refuerzo de la OTAN; se producen presiones al gobierno de Suárez, que consideraba que la entrada en la OTAN merecía un debate público y acabaría dimitiendo. Solo el 18% de la población apoyaba la entrada.

Golpe de estado del 23 F, con conocimiento de los EEUU, que no mueven un dedo por apoyar el régimen constitucional: por conflictos entre las distintas propuestas, acaba fracasando formalmente, pero condicionará las políticas futuras: en el propio debate de  investidura, Calvo Sotelo anuncia que pedirá el ingreso en la OTAN.

1986: referéndum de permanencia en la OTAN, con 3 condiciones: no entrada en estructura militar, cierre de las bases americanas y no autorizar armas nucleares; a favor, el 52% de los votos; rechazado en Euskadi, Catalunya y Canarias. El Tratado del Atlántico Norte excluye la defensa de los territorios continentales africanos (Ceuta y Melilla).

1988: se renovaron los acuerdos en forma de Convenio de Cooperación para la Defensa, teniendo en cuenta ya la pertenencia de España a la OTAN.

1991: España participa (Primera misión internacional) en la primera guerra del Golfo en coalición propuesta por EEUU (Operación Desert Storm: embargo marítimo a Irak con medios navales y aéreos).

A partir de 1992, fuerzas españolas participarán en las guerras en los Balcanes, colaborando en el desmembramiento de la República Federativa de Yugoslavia, en plena debacle de Rusia tras el colapso de la URSS. Solana fungiría como SG de la OTAN del 95 al 99; bajo su mandato, se desplegó la operación de bombardeos de Serbia, sin aprobación del CSNU. La presencia de un socialista en la SG de la OTAN refuerza extraordinariamente la legitimidad de la OTAN ante los sectores obreros.

1997: cumbre de la OTAN en Madrid. El Gobierno de Aznar decide la entrada en la estructura militar de la OTAN. La participación española en operaciones y fuerzas permanentes de la OTAN será creciente.

2002: Operación ISAF en Afganistán y en la fuerza naval del Mediterráneo (Active Endeavour), tras el inicio de la “guerra global contra el terror”.

Marzo de 2003: el gobierno de Aznar apoya la guerra para derrocar a Sadam Hussein, en contra del CS de la ONU. Cerca del 90% de los españoles se declaran contra la guerra. Despliegue de la brigada multinacional Plus Ultra en Irak.

Se repliega en 2004, tras la victoria del PSOE en las elecciones, que había llevado esta promesa en su programa electoral; para compensarlo, se refuerza el despliegue en Afganistán.

2011: Guerra contra Libia (primavera árabe, agitación política animada por los aliados del Golfo, con el empleo masivo de takfiríes): los socios de la OTAN no estaban dispuestos a admitir la creación de una moneda de intercambio africana al margen del dólar y respaldada por el oro libio. Consiguen una Resolución del CSNU con la falsa excusa de que Gadafi estaba masacrando a su población. Devino en una guerra para matarle y destruir el país. Las fuerzas españolas participarían en el embargo naval y aéreo, pero no en operaciones de combate.

2013: se establece el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de Torrejón (CAOCTJ), desde donde se planifican y controlan todas las operaciones del flanco sur de la OTAN.

2013: despliegue de baterías de misiles Patriot en Turquía, durante la guerra de Siria; se alega que Siria amenaza a una nación aliada, cuando en realidad, se la ha sometido a una guerra proxy en la que participan combatientes de más de 50 países, con apoyo logístico y de inteligencia de la OTAN.

2016: tras el golpe de Estado en Ucrania y la guerra contra el Donbass, se produce la participación española en el despliegue de 4 batallones multinacionales en Polonia y los países bálticos dotados de medios blindados, ampliado con otros 4 en 2022, en Bulgaria, Hungría, Rumanía y Eslovaquia.

2022: El payaso Zelenski es apoyado por nuestros gobernantes y agentes políticos, mediáticos y de todo orden, haciendo ocultación culpable del carácter fascista de su régimen, funcional al imperialismo anglo-sionista-norteamericano.

En la Cumbre de la OTAN de Madrid, Pedro Sánchez se compromete con Biden a ampliar a seis los destructores AEGIS en Rota: será la base naval de EEUU más importante en Europa.

Tanto la participación directa en operaciones militares en el exterior como los medios puestos a disposición, tanto de la OTAN como de los EEUU, ponen de relieve la extremada subordinación de las fuerzas armadas españolas a los intereses imperialistas y la implicación en guerras contra enemigos que no suponen una amenaza para nosotros.

La participación en la OTAN y la presencia de las bases de los EEUU en España tienen como consecuencia el incremento de los gastos militares, mientras empeoran las condiciones de vida de capas crecientes de la población por la enorme crisis del mundo capitalista occidental, que se resiste a ceder su hegemonía frente a la emergencia de nuevos competidores.

Otras consecuencias de la disciplina de la OTAN, en relación con la guerra contra Rusia son:

• Niveles inusitados de propaganda para la fabricación del consenso, en una situación que no se quiere reconocer formalmente como de guerra.

• Marginación de la disidencia.

• Extensión del miedo.

• Militarización de la vida, adoptando medidas extremas de control social ensayadas en la pandemia.

• Nuestro seguidismo de los EEUU en su estrategia de apoyo a Ucrania ha significado la desvinculación de Europa de Rusia.

• Sanciones que prácticamente han bloqueado el comercio con Rusia, con graves consecuencias para empresas y empleo.

• Dependencia energética de Estados Unidos a precios muy superiores.

• La aceptación de que Europa sea el campo de batalla de la guerra de Estados Unidos contra Rusia.

Las instalaciones de la OTAN y de EEUU en España son objetivos prioritarios de posibles actos de represalia, en el caso de que Rusia perciba una amenaza existencial y recurra a sus armas nucleares. 

La guerra de la OTAN contra Rusia está condenada al fracaso; pese a ello, resulta un excelente sumidero de recursos, que, dicho por sus propios gobernantes, está sirviendo para dinamizar la economía de EEUU en esta crisis.

En los últimos dos meses, hay que añadir el apoyo a Israel en su despiadada campaña genocida contra Palestina. Al apoyo político y diplomático se añade el intenso flujo de armas y servicios de seguridad, en las dos direcciones, que suponen una vinculación estrecha que las autoridades españolas no están dispuestas a romper, pese a las declaraciones de Pedro Sánchez en el sentido de recriminar a Netanyahu sus violaciones del DIH y apelar a la solución de los dos estados, cuarenta años después de que se propusiera. 

El proyecto sionista de colonización por expulsión y exterminio ha quedado de manifiesto de la forma más explícita; pese a ello, los gobernantes del occidente colectivo continúan en su apoyo, contradiciendo todas sus grandes proclamas sobre democracia, libertad y derechos humanos, en un consenso fabricado por los medios de comunicación, en su mayoría controlados por el sionismo internacional. Se discute si España aportará un buque de guerra para la fuerza naval que ha organizado EEUU para neutralizar los ataques de los hutíes de Yemen en apoyo de la resistencia palestina.

La entrega de la soberanía es total, en estos tiempos en que las amenazas a la paz mundial son mayores que nunca. ¿Qué ganamos con nuestro alineamiento a EEUU y la UE?.

1. La sumisión a las políticas de la UE que responden a los intereses del capital financiero globalizado y de las corporaciones, con desprecio absoluto de las condiciones de vida y de los derechos de la población. La Europa de los derechos se va al traste: blanqueo del fascismo, censura, rusofobia, prohibición de manifestaciones de apoyo a Palestina... 

2. Riesgo de extensión de la guerra en Ucrania, a lo que nuestras unidades están contribuyendo desde hace 9 años con acciones de provocación incesantes.

3. Riesgo cierto de desborde de la guerra en Oriente Próximo, a lo que contribuye el despliegue de unidades militares de aliados de la OTAN en el Mediterráneo y el Mar Rojo, en las que España tiene cierta participación.

4. La cooperación en el Sahel ha sido puesta en entredicho tras la expulsión de las tropas francesas de Níger y la formación de una alianza Mali-Níger-Burkina Faso, que muestran un destino incierto para el apoyo español. Mientras, crece el prestigio de Rusia como esperanza de un orden mundial alternativo.

Como síntesis: 

Sometimiento histórico a otras potencias. 

• La República refrena las injerencias y apuesta por la neutralidad. 

• El apoyo del fascismo y la supuesta neutralidad de las potencias europeas conducen a la derrota de la República.

• La negativa de Franco a ceder el poder a la monarquía.

• Deslizamiento del régimen hacia el apoyo a EEUU, contra las pretensiones del RU. 

Coincidencia estratégica de Franco con EEUU en su enfrentamiento al primer estado obrero.

Riesgos de la transición ante la presión popular y la garantía de la monarquía y el partido de la guerra como líneas rojas a las concesiones del régimen para su autoliquidación. 

PSOE, la fuerza "obrera" cooptada, legitimará la consagración de estos dos principios. Acabará siendo la fuerza más otanista en el espectro político.

• Acceso a las instituciones de la democracia liberal (OTAN y UE) vinculadas entre sí: se consolida la sumisión a la estrategia neoliberal de laminación de las conquistas del Estado del bienestar socialdemócrata.

La apuesta y la implicación en ellas irán creciendo hasta vernos inmersos en un marasmo de acciones de guerra contra enemigos ficticios, que únicamente defienden los intereses del capital financiero y de las corporaciones, liderados por el eje anglo-sionista-norteamericano.

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Manuel Pardo de Donlebún Montesino es capitán de Navío (R) de la Armada y presidente de la Asociación por la Memoria Militar Democrática.

Resulta difícil hablar de soberanía en estos tiempos de globalización, y más desde un país de capacidades limitadas y dependencias económicas importantes.

Pero también es difícil hablar de soberanía desde un país como España, que ha sido objeto, a lo largo de la historia reciente, de la ambición de las principales potencias mundiales. 

Publicado el
7 de enero de 2024 - 17:24 h
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