Abusamos de los análisis políticos en clave estatal/centralista y también de los que focalizan las comparaciones en el nivel autonómico. Sería muy interesante observar con más detenimiento la evolución comparada entre grandes ciudades de la misma o de diferentes comunidades. Probablemente esa mirada nos aportaría visiones más concretas, realistas y cercanas de lo que (nos) pasa (ver aquí ejemplo). Y lo mismo ocurre con el seguimiento de los procesos económicos, demográficos, industriales o de servicios entre provincias de una sola comunidad.
En el caso de Andalucía, los datos demográficos indican un claro desequilibrio entre la costa y el interior, cuyo origen es anterior a la llegada de las derechas al poder, pero que se ha seguido acentuando desde 2018. Jaén ha perdido casi el 6,5% de su población en los últimos diez años, y es la única provincia andaluza más envejecida que el conjunto de España. Según las últimas estadísticas oficiales, Jaén y Córdoba son las que pierden habitantes durante la última legislatura en la comunidad más poblada de todo el Estado, mientras ganan población las otras seis provincias andaluzas. La España de las sombrillas se impone a la de los olivos.
Frente a la imagen tópica de una Andalucía eminentemente rural, los datos actualizados del INE que Ángel Munárriz aporta en estas mismas páginas indican que es una comunidad fundamentalmente urbana, en la que crece el peso de las poblaciones entre los 50.000 y los 100.000 habitantes, lugares donde, por cierto, las derechas de PP y Vox se muestran especialmente fuertes.
A juzgar por los indicios en clave netamente política, el otro eje de cambio que se viene produciendo desde 2018 afecta a la vieja rivalidad entre las dos principales ciudades de Andalucía: Sevilla y Málaga. Como este mismo miércoles apuntaba Enric Juliana (ver aquí), múltiples indicadores señalan que la segunda está tomando el relevo a la primera como "centro de gravedad" o motor del poder andaluz. Tanto Juanma Moreno como su mano derecha, Elías Bendodo, y los principales nombres del equipo que dirige el PP, proceden de las Nuevas Generaciones malagueñas, y el apoyo a los proyectos económicos, tecnológicos y turísticos ubicados en Málaga es notorio.
Eso sí, entre las variadas fake news que se han escuchado en campaña en boca de Juanma Moreno, una de las más repetidas es la de que el crecimiento demográfico de Andalucía se debe a su "bajada de impuestos". Como veremos en el siguiente capítulo de esta serie, la rebaja fiscal no es para nada como la pinta la derecha, pero además el crecimiento demográfico tampoco tiene relación alguna con ella. De hecho esa curva ascendía ya cuando las grandes fortunas andaluzas se trasladaban a Madrid aprovechando las facilidades exclusivas para ricos de las administraciones del PP.
(Mañana analizaremos los números sobre economía, empresa y fiscalidad. Aquí puedes leer las entregas anteriores).
Abusamos de los análisis políticos en clave estatal/centralista y también de los que focalizan las comparaciones en el nivel autonómico. Sería muy interesante observar con más detenimiento la evolución comparada entre grandes ciudades de la misma o de diferentes comunidades. Probablemente esa mirada nos aportaría visiones más concretas, realistas y cercanas de lo que (nos) pasa (ver aquí ejemplo). Y lo mismo ocurre con el seguimiento de los procesos económicos, demográficos, industriales o de servicios entre provincias de una sola comunidad.