Sueles autoubicarte ideológicamente en el “centro moderado”. Ambos sabemos que casi siempre, desde finales de los noventa, votas a la derecha. Y en tu decisión pesa mucho la economía. ¿No te parece sospechosa la insistencia por tierra, mar y aire en convencernos de que esta campaña “no va” de economía? Ahora los más listos de la tribu sostienen que las políticas económicas sólo mueven voto cuando la cosa va mal, pero no si (más o menos) va bien. Es muy curioso: primero Casado y después Feijóo pronosticaron una recesión tras otra, una “quiebra” inminente de España, un desastre para el empleo… No se ha cumplido un solo vaticinio (pincha aquí). Al contrario, los datos clave de la situación económica son positivos. Como este domingo advertía Sol Gallego-Díaz (pincha aquí), a sólo seis días del 23J seguimos sin saber “absolutamente nada” del programa de Feijóo o de quién llevará las riendas de la economía. Pero tenemos unas cuantas pistas…
¿No te habría resultado conveniente y esclarecedor un ‘cara a cara’ entre Nadia Calviño y ese misterioso nombre que Feijóo mantiene en secreto como futuro ministro de Economía? En los cenáculos de la corte se dice que se trata del actual gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos (pincha aquí). Ya sabes, el mismo que en su día vaticinó que la subida del salario mínimo provocaría cierres de miles de empresas o que la reforma laboral destruiría empleo. En realidad importa poco el nombre. Lo que sabemos del programa económico del PP es que promete una rebaja fiscal tan (in)creíble como las que anunciaba Rajoy meses antes de subir todos los impuestos. Bueno, todos no: Feijóo también se compromete a eliminar el nuevo Impuesto a las Grandes Fortunas. Y mientras tanto, Aznar, el hombre que susurra al oído…, proclama la necesidad urgente de recuperar las políticas de la mal llamada “austeridad”. Es decir, los recortes drásticos de toda inversión pública. (Permíteme una maldad: ¿tanto esfuerzo en disparar contra el funcionamiento de Correos no estará sembrando la semilla de su privatización?).
¿Qué necesitamos: más ultraliberalismo o más regulación y un libre mercado más equilibrado, competitivo y justo?
Que las derechas políticas y mediáticas impongan el marco de conversación de esta campaña sobre la “derogación del sanchismo” o el “que te vote Txapote” no significa que tú y yo y millones de votantes estemos obligados a caer en la trampa. Por supuesto que importa, y mucho, elegir entre el modelo económico que ha evitado los desastres que proclamaban los agoreros y una enigmática hoja de ruta que recupera las recetas neoliberales que dispararon la precariedad y la desigualdad.
Te sugiero una lectura del día. Iniciamos hoy la publicación en infoLibre de una amplia investigación de nuestro compañero Ángel Munárriz sobre el poder real de los fondos de inversión en España (pincha aquí). Sólo comprobar el peso que la gestora de activos Blackrock tiene en el accionariado de la mayoría del Ibex es para echarse a temblar. ¿Qué necesitamos: más ultraliberalismo o más regulación y un libre mercado más equilibrado, competitivo y justo? Ya me dirás.
Seguimos mañana.
(Aquí puedes leer las entregas anteriores de 'Diario de campaña para un amigo de derechas').
Sueles autoubicarte ideológicamente en el “centro moderado”. Ambos sabemos que casi siempre, desde finales de los noventa, votas a la derecha. Y en tu decisión pesa mucho la economía. ¿No te parece sospechosa la insistencia por tierra, mar y aire en convencernos de que esta campaña “no va” de economía? Ahora los más listos de la tribu sostienen que las políticas económicas sólo mueven voto cuando la cosa va mal, pero no si (más o menos) va bien. Es muy curioso: primero Casado y después Feijóo pronosticaron una recesión tras otra, una “quiebra” inminente de España, un desastre para el empleo… No se ha cumplido un solo vaticinio (pincha aquí). Al contrario, los datos clave de la situación económica son positivos. Como este domingo advertía Sol Gallego-Díaz (pincha aquí), a sólo seis días del 23J seguimos sin saber “absolutamente nada” del programa de Feijóo o de quién llevará las riendas de la economía. Pero tenemos unas cuantas pistas…