¿Alguien conoce a alguien que al menos tenga un cuñado que a su vez conozca a alguien que una vez se fue de fin de semana y cuando volvió se encontró su casa okupada? Pues nada, seguimos escuchando cada mañana cuñas publicitarias radiofónicas que aseveran tal disparate y no pasa nada. Sales a buscar tabaco y cuando vuelves, ¡zas!, te han okupado el piso, y eso te pasa por no haber instalado una alarma, como han hecho la vecina del tercero y la del quinto. Este suculento bulo que financia vía publicidad a un montón de medios está presente en la campaña electoral del 28M. PP y Vox claman cada media hora contra una “avalancha de okupaciones” de cuya falsedad son perfectamente conscientes. Por el contrario, están descendiendo y, en cualquier caso, suponen un 0,07% del volumen de viviendas en España (ver aquí y aquí y aquí).
La confusión y la simplificación generan votos, especialmente si contribuyen a producir miedo. Claro que hay casos dramáticos, por supuesto, pero lo que hacen los pelmas de la okupación es meter en la misma coctelera allanamientos, impagos de alquiler, okupaciones y hasta asaltos con violencia. No distinguen entre inquilinos morosos, okupas y mafias organizadas. La inmensa mayoría de las okupaciones afectan a viviendas vacías propiedad de bancos o grandes fondos inmobiliarios.
Pero hay algo más que discurso del miedo y negocio de instalación de alarmas en este ejercicio de desinformación que contamina también la campaña de las elecciones autonómicas y municipales: el ruido de las okupaciones intenta evitar que se hable de la cuestión de fondo, las propuestas de cada cual para abordar el enorme problema de la vivienda, la necesidad de aumentar la oferta de vivienda pública y de poner coto a la especulación en los precios de los alquileres. Mientras hablamos de los okupas no señalamos a quienes se dedican a defender los privilegios de los especuladores del alquiler.
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(Aquí puedes leer las entregas anteriores de 'El dato y el dardo')
¿Alguien conoce a alguien que al menos tenga un cuñado que a su vez conozca a alguien que una vez se fue de fin de semana y cuando volvió se encontró su casa okupada? Pues nada, seguimos escuchando cada mañana cuñas publicitarias radiofónicas que aseveran tal disparate y no pasa nada. Sales a buscar tabaco y cuando vuelves, ¡zas!, te han okupado el piso, y eso te pasa por no haber instalado una alarma, como han hecho la vecina del tercero y la del quinto. Este suculento bulo que financia vía publicidad a un montón de medios está presente en la campaña electoral del 28M. PP y Vox claman cada media hora contra una “avalancha de okupaciones” de cuya falsedad son perfectamente conscientes. Por el contrario, están descendiendo y, en cualquier caso, suponen un 0,07% del volumen de viviendas en España (ver aquí y aquí y aquí).