Durante décadas Colombia ha sido el escenario de un conflicto armado silencioso pero enormemente desgarrador. Asesinatos, secuestros, exilio, desplazamiento forzoso de poblaciones enteras, son tristes realidades con las que durante años la sociedad colombiana ha tenido que convivir.
El pueblo colombiano tiene el 2 de octubre la oportunidad de empezar a pasar página y construir una paz con justicia social que asiente las bases de un nuevo país más democrático e inclusivo.
Tan sólo los sectores más reaccionarios de la oligarquía y del aparato del Estado, nucleados en torno al ex presidente Álvaro Uribe, ese viejo amigo de Jose María Aznar, se oponen a los acuerdos de paz, precisamente por su contenido social y progresista. Y es que precisamente lo más interesante de los acuerdos de paz de La Habana es que no se limitan a una simple negociación sobre la entrega de las armas por parte de la guerrilla, sino que plantea una auténtica refundación del Estado colombiano.
La violencia en Colombia ha estado desde sus inicios ligada al problema de la redistribución de la riqueza y el acceso a la tierra de la población campesina. Sin una verdadera reforma agraria que democratice la propiedad de la tierra en uno de los países más injustos y desiguales del continente americano, es imposible que la paz avance y que problemas como el narcotráfico puedan comenzar a tener una solución satisfactoria.
Desde la sociedad civil colombiana llevan años pidiéndonos a los europeos y europeas que nos impliquemos en la pacificación de Colombia. Programas pioneros, como el de la comunidad autónoma asturiana, para la atención a sindicalistas y activistas sociales perseguidos por los grupos paramilitares, deben seguir siendo apoyados, porque incluso con una victoria del Sí el 2 de octubre, la construcción de la paz va a ser un proceso largo y tortuoso.
Es necesario que la UE se implique activamente en que el Gobierno colombiano cumpla los acuerdos en materia de reforma agraria, en la democratización del Estado y en dar unas garantías de seguridad para que quienes pasen de las armas a la política pacífica no sean asesinados por las bandas paramilitares. Desde Podemos vamos a intentar que así sea y que tanto España como Europa cumplan con un país que necesita nuestro apoyo más que nunca.
El 62% de los colombianos dirá 'sí' al acuerdo de paz
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Tania González
es eurodiputada de Podemos.
Durante décadas Colombia ha sido el escenario de un conflicto armado silencioso pero enormemente desgarrador. Asesinatos, secuestros, exilio, desplazamiento forzoso de poblaciones enteras, son tristes realidades con las que durante años la sociedad colombiana ha tenido que convivir.