A estas alturas nadie puede tener ya dudas del juego que practica la gestora del PSOE tras el sorprendente anuncio que realizaron el viernes tres de sus más cualificados portavoces. Eduardo Madina –alineado con la presidenta de Andalucía–, Mario Jiménez –mano derecha de Susana Díaz y hombre fuerte de la gestora– y el economista José Carlos Díez, encargados de la importante misión de preparar el Congreso –se supone que desde la imparcialidad–, presentaron la lista completa de las 226 personalidades socialistas que han sido invitadas a formar parte de los equipos que redactarán las líneas maestras de las ponencias política y económica del próximo Congreso del PSOE y las supuestas nuevas líneas estratégicas.
El sectarismo que practica la gestora a la hora de rechazar y despreciar el pluralismo existente en la familia socialista quedó patente al comprobarse que de las más de 226 personas invitadas a participar en el desarrollo de los trabajos de redacción de los documentos precongresuales, ninguna mantiene una posición pública de apoyo a las tesis políticas de Pedro Sánchez. Todos han quedado fuera. ¿Y a esto le llaman proceso participativo?
Estamos ante una nueva decisión partidista de la gestora, con la que se deslegitima a sí misma. Pero en este caso resulta de especial gravedad por tratarse de los trabajos de las ponencias de un Congreso que debiera servir, entre otras cosas, para reconstruir la unidad del PSOE. Todos aquellos socialistas que compartimos convicciones con Pedro Sánchez hemos sido excluidos de esa larga lista en la que abundan los consejeros del Gobierno de Andalucía y representantes de la otra candidatura a las primarias. Por cierto, es para echarse a temblar cuando pensamos en la "organización" de unas primarias con todas las garantías democráticas.
¿De qué cultura de partido nos están hablando quienes excluyen de esa colaboración en las tareas de reflexión y debate a una parte del PSOE? ¿No sería exigible a la gestora una posición de neutralidad en todo tipo de actuaciones, así como la adopción de medidas de distensión para tratar de reducir la fractura que vive el PSOE? ¿No son conscientes de la gravedad de semejante exclusión que no pasa desapercibida para una parte importante de la militancia, la misma que exige que le devuelvan la voz en las decisiones tras la conspiración que alcanzó sus objetivos en octubre?
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Digo yo que la voluntad de pacto y de no agresión gratuita que se jacta de practicar la gestora y sus apoyos hacia el Gobierno de Rajoy, como oposición útil, podría aplicarla al conjunto de la militancia socialista. Me temo que la idea que tienen de la democracia interna, de la participación y de la unidad, no es compartida por la mayoría. Para ellos no existimos. ¡Qué oportunidad han perdido!
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Odón Elorza es diputado del PSOE por Gipuzkoa
A estas alturas nadie puede tener ya dudas del juego que practica la gestora del PSOE tras el sorprendente anuncio que realizaron el viernes tres de sus más cualificados portavoces. Eduardo Madina –alineado con la presidenta de Andalucía–, Mario Jiménez –mano derecha de Susana Díaz y hombre fuerte de la gestora– y el economista José Carlos Díez, encargados de la importante misión de preparar el Congreso –se supone que desde la imparcialidad–, presentaron la lista completa de las 226 personalidades socialistas que han sido invitadas a formar parte de los equipos que redactarán las líneas maestras de las ponencias política y económica del próximo Congreso del PSOE y las supuestas nuevas líneas estratégicas.