Impunidad policial en Ferguson

2

De nada sirvió la llamada televisada a la calma del presidente Barack Obama; ni su invitación a que las manifestaciones fuesen pacíficas; tampoco sirven sus promesas de buscar una solución al problema de fondo. Las protestas se extienden por el país.

En la población afroamericana de EEUU existe el convencimiento de que hay una justicia para blancos y otra para negros e hispanos. La decisión del gran jurado de Misuri de no procesar al policía blanco Darren Wilson -quien el 9 de agosto mató de seis disparos, dos de ellos en la cabeza, al joven de color Michael Brown- se suma a otros casos icónicos. El más importante desde el asesinato de Martin Luther King fue el apaleamiento en 1991 en Los Ángeles del taxista negro Rodney King. Las imágenes grabadas por un ciudadano se convirtieron en un símbolo de la brutalidad policial.

Lo ocurrido en Ferguson (Misuri) en agosto y durante las manifestaciones posteriores a la muerte de Brown son parte del mismo relato; cambian los nombres, las fechas, pero no el fondo del problema: la brutalidad policial, el exceso.

La militarización de la policía, la presencia abusiva de agentes con vehículos blindados y helicópteros y un gobernador que declara Ferguson zona de exclusión aérea, como si fuera Irak, Libia o Siria, demuestra que la violencia no está solo en los jóvenes negros. La cultura de la violencia también anida en muchas autoridades que actúan como pirómanos en un incendio. Se ha discutido mucho en EEUU desde agosto sobre la indumentaria policial y sus armas de fuego, más próximas a la guerra de las galaxias que al policía de barrio que se adelanta a los problemas, ayuda a la gente y detiene a los delincuentes.

The New York Times explica en esta información que las contradicciones de los testigos en detalles esenciales fueron claves para no procesar al agente Wilson. The Washington Post sostiene que estas contradicciones llevaron al gran jurado a otorgar el beneficio de la duda al policía, algo que es bastante frecuente. Se cree que de esta manera se refuerza la autoridad de la policía.

La familia, sus abogados y algunos líderes expertos en chupar cámara como el reverendo Al Sharpton, afirman que el proceso está viciado desde la investigación policial, en la que se obviaron elementos importantes para dilucidar la verdad. Lo explica bien esta información de la BBC, que incluye un mapa con la reconstrucción de los hechos.

Todo comenzó cuando el joven de 18 años Michael Brown entró en una tienda y robó unas cajetillas de tabaco por valor de 46 dólares. Salió a la calle principal del barrio y un poco más adelante el agente Wilson le dio el alto. Brown no portaba armas. El policía asegura que se comportó de manera agresiva y disparó seis veces. Una vez en un zona no mortal hubiese sido suficiente para frenar al joven. La primera brutalidad está en el exceso, que es una forma de abuso de poder.

La decisión del gran jurado desató una nueva ola de violencia: coches calcinados, comercios saqueados. Nadie informa sobre la suerte de la tienda en la que comenzó todo, pero es fácil de imaginar. Los habitantes de Ferguson se sienten discriminados.

El gran perdedor de lo ocurrido y de la decisión del gran jurado es el propio sistema; se extiende la creencia de que la policía es impune, como sugiere Michael Daly en el digital The Daily Beast. No todo el mundo está en contra de la decisión, hay medios y columnistas que están de acuerdo, como es el caso de David Harsanyi en The Federalist.

Dos medios publican sendas fotogalerías sobre lo ocurrido en los últimos días, incluidos los incidentes. Uno es ‘The Boston Globe’ a través de su página de fotografías Big Picture http://www.bostonglobe.com/news/bigpicture/2014/11/24/ferguson-waits-and-reacts/pahWflEa5XUilnFObOhAUK/story.html?p1=BP_Headline y otra la revista ‘The Atlantic’, que recoge más fotos en su sección Infocus http://www.theatlantic.com/infocus/2014/11/violent-protests-in-ferguson-missouri/100860/.

Más de 400 detenidos en EEUU tras el fallo del jurado por el caso de la muerte de Michael Brown

Ver más

Para seguir los acontecimientos en Twitter: #Ferguson

Dos textos esenciales en The New Yorker: “How Not to Use a Grand Jury” por Jeffrey Toobin y “A Closer Look at Officer Wilson’s Testimony” por John Cassidy.

Para terminar, un documental de la CNN sobre lo ocurrido con Rodney King en 1991 y los disturbios raciales de Los Ángeles. Tampoco hemos avanzado tanto.

Más sobre este tema
>