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... Una noticia apasionante

Raquel Martos nueva.

“Para nosotros es una noticia apasionante”. De este modo comenzaba un mensaje de la cuenta de Twitter de Juan Luis Arsuaga el pasado jueves y continuaba así: “Hemos recuperado ADN nuclear de varios individuos neandertales a partir del sedimento del yacimiento de Galería de las Estatuas en Atapuerca. Lo publica Science”.

Aquel tuit fue un destello en medio de la boina oscura de contaminación y griterío que nos aplasta. El primer mensaje de otros seis en los que el paleontólogo explicaba, en la versión resumidísima que permite el formato de esta red social, los resultados de un intenso trabajo a cargo de un amplio y versado equipo internacional.

Entre el vocerío habitual de mensajes cruzados a todo volumen –con muchas mayúsculas y poca reflexión– nos comunicaba, con emoción y sin aspavientos, un hallazgo que abre una puerta. Un nuevo paso adelante en ese camino apasionante que nos permite saber más sobre quiénes somos al contarnos más sobre quiénes fuimos.

Escuchar, leer a Arsuaga, es siempre un ejercicio de interés y aprendizaje, porque el terreno que conoce al milímetro, la paleontología, resulta cautivador en sí mismo. Pero también por su capacidad divulgativa, tan alejada de la pedantería.

Cuando nos enfrentamos al grueso álbum familiar de antepasados remotos –en el que los profanos nos perdemos con facilidad– él se sienta, lo abre y va pasando las hojas con naturalidad para explicarnos quién era quién, cómo eran, cómo vivían

Pero seguirle es también un ejercicio de humildad para nosotros, que nos creemos tan importantes, tan decisivos en cada etapa de la historia. Si olvidáramos por un instante que somos individuos, dejáramos a un lado la visión histórica y nos miráramos al espejo simplemente como especie, comprobaríamos que un siglo es un soplo, que no hay cambios sustanciales en el género humano.

Desde una visión paleontológica, el tango de Le Pera podría titularse: “Que cien años no es nada” y sería más verdadero que el original, ese que se refiere a las vidas individuales…

Cualquiera de las anteriores razones podrían haberme animado a abrir su hilo de mensajes, pero en realidad fue el modo de construir la primera frase lo que me empujó a hacerlo: “Para nosotros es una noticia apasionante”.

Hacerse un Charles Michel

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“Para nosotros es…” ¿Solo a mí me resulta humilde ese modo de exponer algo realmente valioso en tiempos de arrogancia, egos exacerbados y amplificación de mensajes huecos? Y rematarlo a continuación con ese adjetivo: “apasionante”, uno de los más importantes del diccionario. Que sí, con su sentido peligroso por la bajeza de algunas pasiones, pero con un lado luminoso tan intenso… La pasión es uno de los motores del ser humano para poder continuar a pesar de las dificultades.

Decía Arsuaga en una entrevista reciente, refiriéndose al optimismo: “El optimista es el que cambia las cosas. El pesimista no cambia nada. El predicador tampoco”. En días de mantras y consignas, de afición por la involución predicada desde rincones oscuros, qué gustazo encontrarse con estos destellos de conocimiento.

Para muchos de nosotros, Arsuaga y equipo, vuestro hallazgo es también una noticia apasionante y vuestra pasión inspiradora.

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