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La “contienda atronadora” es más ruido que parálisis: cinco acuerdos entre PSOE y PP en la España de 2024

Ellos nunca lo harían y nosotros dejaremos de hacerlo

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Javier Alfonso Cendón

La oscuridad estaba llegando y, cansado de soportar aquella agonía producida por un fuerte impacto contra su pequeño cuerpo, casi se había dado por vencido. Las lesiones sufridas estaban acabando con su vida, y nadie, ni siquiera quien le atropelló, había acudido en su auxilio para hacer menos amarga una despedida del mundo que no se merecía. “¿Para qué? Solo se trataba de un perro abandonado”, pensaría seguramente quien lo hizo.

Pero llegó una familia que se empeñó en hacer todo lo que estaba en su mano para ayudar, para salvarle.

Así empiezan muchas historias de sacrificio y de amor hacia los animales. Con personas que anteponen los sentimientos, que les tratan con respeto, que no se aprovechan de una situación de superioridad. Como quedó claro en el Congreso hace unos días, la violencia no puede ser un modo de vida ni de control hacia los débiles en ningún sentido, tampoco cuando estamos hablando de animales.

Se trata de sucesos tristes, que muchas veces tienen un final horrible, y muy frecuentes: muchos hemos sido testigos de estos episodios tan lamentables mientras circulamos por una autovía, por una carretera, y vemos algo tristemente común en la cuneta, cuerpos inmóviles de perros que han sido abandonados y no han sobrevivido a la embestida de un coche.

Por todos ellos y para acabar con esta injusticia, el Congreso ha aprobado definitivamente que los animales dejen de ser legalmente cosas. A partir de ahora, se considerarán “seres sintientes” y como tales tendrán un tratamiento legal diferente al de cualquier objeto inanimado. La Ley que modifica el Código Civil sobre el régimen jurídico de los animales humaniza nuestras normas, ya que su bienestar pasará a depender de los jueces. Una modificación legislativa necesaria y demandada por la sociedad española, que responde a situaciones cada día más crecientes como divorcios y separaciones, donde se deberá concretar el régimen de convivencia, y otras de herencia en las que un magistrado se encargará de fijar el destino de un animal en caso de fallecimiento de su dueño, garantizando su protección, atendiendo a su bienestar y examinando un nuevo destino libre de malos tratos hacia animales, violencia doméstica, de género, maltrato y abuso sexual infantil. Crímenes que están peligrosamente relacionados, ya que quienes son violentos con los animales lo son potencialmente con las personas.

"En caso de accidente, los animales ya no quedarán abandonados en la carretera, sino que tendrán que ser atendidos".

Además, a partir de ahora con esta modificación, serán absolutamente inembargables y, en caso de accidente, los animales ya no quedarán abandonados en la carretera, sino que tendrán que ser atendidos.

Por todo esto, para consolidar esta seguridad jurídica a los animales y a su relación con los humanos, se ha promovido una reforma que afecta, además de al Código Civil, a la Ley Hipotecaria y a la Ley de Enjuiciamiento Civil, contemplando una realidad que nos acerca a los países de nuestro entorno y que reconoce que en España el 40% de los hogares convive con animales de compañía.

El Partido Socialista, desde el Gobierno, está decididamente comprometido con la protección y defensa animal, una responsabilidad inequívoca. Este Gobierno es el primero en contar con una Dirección General para los Derechos de los Animales, y ya ha presentado un anteproyecto de Ley integral para el Bienestar Animal, actualmente en exposición pública.

Además, aunque quedan muchos pasos por dar, el Gobierno camina en la dirección correcta con actuaciones como la del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que ha puesto en marcha un ‘Plan de actuaciones para la tenencia responsable de animales de compañía (PATRAC)’. Seguimos avanzando para alcanzar un cambio de actitud real en la relación con los animales; los socialistas trabajamos para cumplir con el compromiso adquirido tras la ratificación del Convenio Europeo sobre Protección de Animales de Compañía con campañas de sensibilización, ordenación, transparencia y tenencia responsable.

Y, como siempre, apostando por un cambio de mentalidad desde la educación; la nueva Ley de Educación (LOMLOE) incorpora la empatía hacia los animales dentro del currículo obligatorio en todos los niveles de enseñanza. También se ha elaborado una guía sobre las condiciones de bienestar animal para el transporte por carretera de perros y gatos en España.

Hace unos días, mi provincia, León, se mantuvo con el corazón encogido esperando el diagnóstico de un mastín, Klaus, que apareció en un pueblo sobre la nieve tras haber sido apaleado, en un grave estado de salud que finalmente no pudo superar. Quiero pensar que algo está cambiando entonces, somos ya muchos quienes nos hemos dado cuenta de que los animales son más que una frase hecha, ‘nuestros mejores amigos’, a los que no podemos dar la espalda según nuestra conveniencia.

Por eso, leyes como la recién aprobada a su favor, en la que dejan de ser considerados bienes y evitan situaciones tan dolorosas como que en un accidente de tráfico tengan la misma consideración que una maleta, nos hacen mejores. Ellos nunca lo harían y tengo el convencimiento de que nosotros dejaremos de hacerlo.

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Javier Alfonso Cendón, Diputado por León y portavoz de Ciencia del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados.

La oscuridad estaba llegando y, cansado de soportar aquella agonía producida por un fuerte impacto contra su pequeño cuerpo, casi se había dado por vencido. Las lesiones sufridas estaban acabando con su vida, y nadie, ni siquiera quien le atropelló, había acudido en su auxilio para hacer menos amarga una despedida del mundo que no se merecía. “¿Para qué? Solo se trataba de un perro abandonado”, pensaría seguramente quien lo hizo.

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