Dejaremos de escuchar la canción de moda para oír sin cesar los temas de nuestros políticos.
El periodo veraniego llega a su fin. En pocos días nada quedará de Eurocopa o Juegos Olímpicos, ni tan siquiera de sobremesas con etapas ciclistas. Las canciones frescas y bailables de la playa serán un mero recuerdo. Pero no se apuren, los DJs de la política acudirán raudos a pinchar sus discos de mayor éxito. En una sociedad en la que el hecho concreto se agota muy pronto, no hay más remedio que sacar un LP y estirarlo lo máximo posible.
Si la gente deja de escucharlo, se recurre a la hipérbole o al bulo y listo para otras buenas semanas de escucha. Y es que, lamentablemente, esa será la táctica que nos espera de algunos de nuestros partidos en el curso que está a punto de iniciarse. Parecerá como que durante un par de meses no han resonado los discos, pero ahí estaban. Ahora que ya gozarán de nuestra atención del día a día y ya no tendremos que preocuparnos de vivir, sino de escuchar cómo quieren que vivamos, podrán volver a retumbar sus altavoces mediáticos.
Por fortuna, siempre habrá melómanos de la vida pública que luchen por hacer sonar temas de calidad. Estos discos nunca deberían parar de escucharse, ni siquiera en verano. Canciones sobre el derecho a la vivienda, sobre la atención sanitaria de calidad en centros de salud con suficientes médicos y pediatras, sobre una fiscalidad proporcional, sobre la calidad del aire y el agua o sobre unas condiciones laborales dignas son las que deberíamos aprender hasta cantarlas a coro. Todas las demás podrían borrarse para dejar libres las pistas de grabación.
Siempre habrá melómanos de la vida pública que luchen por hacer sonar temas de calidad. Estos discos nunca deberían parar de escucharse
Piensen por qué se quedan en la memoria las canciones de verano con tanta facilidad. ¿Por su temática? ¿Por su ritmo? No. Porque nuestro cerebro recibe menos envíos constantes de polémicas artificiales y es capaz de conectar mejor con lo que nos rodea. Si las mentiras se agotaran tan rápido como lo hace el verano, podría afrontarse lo que de verdad importa con mayor dosis de energía y sentido de la realidad. Una sola cosa queda por pedir a los productores de fakes: ¡Entre canción de este verano y canción del siguiente, que no nos dejen sordos!
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Gerardo Centeno es vocal asesor de Más Madrid y autor de la obra 'A Pedales'.
Dejaremos de escuchar la canción de moda para oír sin cesar los temas de nuestros políticos.