Más de 2.000 invitados, aún por identificar, acudirán a la recepción de los reyes

Más de 2.000 personas acudirán al Palacio Real al primer acto oficial presidido por los nuevos reyes. Una recepción que sucederá a un trayecto de 45 minutos en coche por el centro de Madrid. Felipe y Letizia saludarán uno a uno a todos los invitados. Políticos, autoridades, miembros de la sociedad civil, de la cultura, del deporte, patronal, sindicatos, periodistas... No hay nombres ni una lista cerrada aún, a tan sólo tres días de la proclamación de Felipe VI como nuevo monarca. La Zarzuela no da muchos más datos, y de hecho sólo dará más detalles, en principio, el mismo jueves, 19 de junio. 

El cóctel en el Palacio de Oriente es la culminación de la secuencia de la sucesión a la Corona, cuyo perfil quedó este lunes algo más dibujado, tras un multitudinario encuentro con la prensa en la Moncloa pilotado por el Gobierno y la Casa del Rey. Es el acto con menor contenido institucional, pero sí simbólico, pues en él se podrá atisbar la "impronta" de los nuevos reyes, según reconoció la propia institución. 

El relevo se completará esta semana en tres tiempos. Mañana martes, el pleno del Senado aprobará definitivamente la Ley de Abdicación. El miércoles, será su sanción en el Palacio Real, a las 18 horas, en una ceremonia "muy solemne, corta", de no más de 15 o 20 minutos. Aquí, el protagonista será el jefe del Estado saliente, Juan Carlos. El Gobierno dará lectura a la norma, él la firmará en el Salón de Columnas y la refrendará el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. No habrá palabras de despedida del monarca, pero no se descartan "gestos" hacia su hijo. "Algo habrá", deslizaban fuentes de la Corona, sin más precisión. 

Además de Juan Carlos y la reina Sofía, acudirán los todavía príncipes, Felipe y Letizia: sus hijas, las aún infantas Leonor y Sofía, la infanta Elena y las hermanas de Juan Carlos, Pilar y Margarita. Con ellos, representantes de todos los poderes del Estado: el Gobierno en pleno; los presidentes del Congreso, Jesús Posada, y del Senado, Pío García-Escudero; del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes; y del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos. En representación del cuerpo diplomático asistirá el nuncio del Vaticano, Renzo Frattini. Se ha invitado asimismo a los tres expresidentes del Gobierno vivos –Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero–; todos los presidentes autonómicos, los miembros de las Mesas de las dos Cámaras y los tres ponentes de la Constitución no fallecidos (Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, José Pedro Pérez Llorca y Miquel Roca. 

A ellos hay que sumar el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce; el presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Álvarez de Miranda; la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan; la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes. Están invitados el jefe del Estado Mayor del Ejército (Jemad), almirante Fernando García Sánchez, los jefes de los tres Ejércitos, los representantes de la patronal y los sindicatos y los presidentes de las Reales Academias. La nómina se completa, entre otros, con los caballeros de la Orden del Toisón de Oro españoles, un miembro del Consejo de la Grandeza de España y representantes de los Reales Maestrazgos.

Publicación en el BOE de la ley y el real decreto

La cuenta total hace más de 160 invitados. Pero allí no se verá a la infanta Cristina, ni a su marido, Iñaki Urdangarin, ni sus cuatro hijos. Más aún, la hija pequeña de los reyes Juan Carlos y Sofía no acudirá a ninguno de los actos oficiales. No estará en ninguna foto. No existe para la Zarzuela. Para nada. Este lunes, un portavoz oficial no pudo precisar si Cristina de Borbón estará en España estos días o no (vive en Suiza con sus hijos). Los duques de Palma fueron apartados de la agenda institucional en diciembre de 2011, antes incluso de la imputación de Urdangarin en el caso Nóos. La infanta ha sido totalmente desterrada en el adiós de su padre y en la bienvenida de su hermano. Nada comparable al trato de la infanta Elena. Ella pertenecerá aún a la familia real el miércoles. El jueves, cuando el príncipe ocupe el trono, sus dos hermanas saldrán de la familia real, pero Elena al menos sí presenciará la proclamación desde la tribuna de honor del Congreso. 

La Ley de Abdicación saldrá publicada en el Boletín Oficial del Estado el 19 de junio, a las 00.00 horas. Y desde ese momento Felipe se convertirá en rey y su primogénita, Leonor, en princesa de Asturias. A la vez, se publicará y entrará en vigor el real decreto aprobado el pasado viernes por el Consejo de Ministros, por el que Juan Carlos y Sofía continuarán usando vitaliciamente, a modo honorífico, el título de reyes, con tratamiento de Majestad y honores análogos a los del Heredero de la Corona. El orden de precedencia será inmediatamente posterior al de Felipe VI y Letizia y sus dos hijas. 

Día 19. A las 9.30 horas, Juan Carlos impondrá a su hijo el fajín de capitán general en la sala de Audiencias del palacio de la Zarzuela. Media hora más tarde, Felipe, Letizia, la princesa de Asturias y su hermana saldrán hacia el Congreso. A las 10.30, los nuevos reyes llegarán a la Cámara baja, recibirán honores de los tres Ejércitos en la carrera de San Jerónimo, serán saludados por los presidentes de Congreso y Senada y entrarán al hemiciclo. 

Un "gran discurso" del nuevo monarca, según la Zarzuela

Así se abrirá la sesión conjunta de las Cortes Generales. Tras unas palabras de Posada, el nuevo monarca prestará juramento y fidelidad a la Constitución, se le proclamará rey, sonará el himno nacional y Felipe VI pronunciará el primer discurso de su reinado. "Un gran discurso", según fuentes oficiales de la Zarzuela, pero del que no hay detalles. Sí que se lleva preparando desde hace tiempo, que sale de su pluma y en el que está colaborando su equipo –encabezado por el responsable de su secretaría, Jaime Alfonsín–, pero no si ha llegado ya a manos del Gobierno, que puede remitir sus sugerencias. Será, en cualquier caso, su speech más personal, el que marcará las prioridades de su reinado. No habrá ni coronación ni entronización, porque no es esa la tradición española. Los símbolos del cetro y la corona estarán presentes, pero no serán usados. Tampoco habrá símbolos religiosos en ninguno de los actos, ni habrá una misa posterior, como sí la hubo en 1975, cuando Juan Carlos sucedió a Francisco Franco en la Jefatura del Estado. 

El príncipe, con sus hijas, Leonor y Sofía, en una de las fotos del reportaje de Cristina García Rodero, tomada en agosto de 2012 pero distribuida este lunes por la Zarzuela | CASA DEL REY

En la tarima instalada en el Congreso –en sustitución de la tribuna de oradores, ya retirada– se sentarán los nuevos reyes, sus hijas, los miembros de las Mesas de las Cortes y los titulares de los poderes del Estado. Su madre, la reina Sofía, así como Elena y las infantas Pilar y Margarita, y también los familiares de Letizia Ortiz, se sentarán en la tribuna de honor del Congreso. La Casa del Rey sólo tiene 25 puestos reservados. No estará Juan Carlos –verá la proclamación de su hijo por televisión–, para ceder "todo el protagonismo" a su hijo, ni Cristina de Borbón. Los parientes de la nueva reina no estarán en la jornada anterior, en la sanción de la Ley de Abdicación.

Concluida la ceremonia, los reyes presidirán, con la princesa de Asturias y la infanta Sofía, un desfile militar desde la escalera de la Puerta de los Leones. Ello ha obligado a que Felipe VI vista uniforme de gala del Ejército de Tierra. Sobre las 11.30 horas, comenzarán el recorrido en automóvil desde el Congreso hasta el Palacio Real en uno de los dos Rolls Royce de Patrimonio Nacional. Por el momento, la Zarzuela se inclina por que hayan el trayecto con el coche cubierto, "por motivos de seguridad". Felipe y Letizia podrán saludar a los ciudadanos que salgan a las calles. La comitiva bajará por la plaza de las Cortes y discurrirá por Neptuno, paseo del Prado, Cibeles, Alcalá, Gran Vía, plaza de España y plaza de Oriente. 

Invitaciones por correo electrónico

Ese recorrido les llevará unos 45 minutos. Completado, los reyes y sus hijas, junto a Juan Carlos y Sofía, saldrán al balcón central del Palacio de Oriente para saludar a los presentes –hay cabida para 40.000 personas–. Este será el único momento del día donde se verá a los cuatro reyes juntos. 

Justo después comenzará la recepción. La Jefatura del Estado sostiene que esta foto, junto con la imposición del fajín de capitán general por la mañana, mostrará el acompañamiento del monarca saliente a su hijo, el relevo en el trono, pero él decidió que no podía estar en la proclamación en el Congreso, para no quitarle protagonismo. 

Los nuevos reyes, y sólo ellos, saludarán uno a uno a los 2.000 asistentes en el Salón del Trono. El besamanos se prolongará, por tanto, unas dos horas y media. 

El ejemplo más cercano de cómo discurrirá este cóctel son las recepciones del 12 de octubre. Pero en ellas participa un millar de invitados y la línea de saludos suele ser más corta. Tampoco habrá brindis ni discursos, sobre todo porque no habría forma de escuchar las palabras de Felipe VI, ya que la mayor concurrencia hace que los asistentes tengan que repartirse entre varios salones del Palacio de Oriente.

La Zarzuela subraya que se quiere invitar a una "muestra lo más amplia posible" de la sociedad española. Los mismos sectores que en otros cócteles, pero con más miembros. Según fuentes de la institución consultadas por infoLibre, cada unidad de la Casa ha ido proponiendo nombres, y también los aún príncipes, aunque no han estado encima de cada detalle, sí han deseado dejar su "impronta". Han querido que estén allí, por ejemplo, miembros "vinculados a fundaciones". No obstante, el sello de Felipe y Letizia, recalcan en la Corona, se irá viendo "durante su reinado". "Primero habrá una inercia, luego irá viéndose la evolución, como ocurrió con don Juan Carlos", destacan fuentes oficiales. También dará alguna pista su primera actividad pública, a partir del viernes. Tampoco hay detalles. Y no los habrá hasta que se firme la Ley de Abdicación, por "respeto" a las Cortes Generales. 

La Casa del Rey insistía ayer en que se ha querido buscar un modelo "austero" en los actos de relevo en la Corona, pero a la vez "digno y solemne". Tenía dos ejemplos cercanos, ambos en 2013: el de Holanda –la sucesión de Beatriz en su hijo Guillermo Alejandro tuvo una fuerte componente internacional y estuvo envuelta de pompa y fastos– y el de Bélgica –la cesión del trono de Alberto II a su hijo Felipe se vivió más "en clave interna"–. Y ha optado por un paradigma más similar a este último, "por los tiempos que corren", que aconsejan no hacer demasiado gasto. Tampoco había espacio en el Congreso ni en el Palacio Real, ni tiempo, para invitar a jefes de Estado extranjeros ni a miembros de otras casas reales. 

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Almuerzo en la Zarzuela, último acto de los reyes salientes

La falta de tiempo ha hecho que la Zarzuela esté remitiendo aún las invitaciones por correo electrónico, y no vía postal. La institución no quiere precisar las identidades hasta tener las confirmaciones de asistencia en su mano, "mayores que en otras recepciones". El mismo 19 de junio, no obstante, sí dará a conocer el perfil de los asistentes y algunos de los nombres más relevantes. 

El último acto de Juan Carlos y Sofía como reyes será mañana, martes. A las 14 horas presidirán un almuerzo en la Zarzuela con Rajoy, Posada, García-Escudero y los presidentes del Supremo y del Constitucional. Al día siguiente, a las 12.30 horas, el todavía príncipe se reunirá con el patronato del Real Instituto Elcano, en su sede. Ambas audiencias serán las últimas antes del relevo en la Corona.