La estadística de víctimas mortales refleja cómo la violencia de género también pervive entre las parejas jóvenes. De las 36 mujeres que durante este año han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, doce tenían 40 años o menos. Es el 33% del total. Sin embargo, los expertos advierten de que el porcentaje es incompleto y que seguramente subirá conforme vayan avanzando los meses.
De hecho, en 2013, de las 54 mujeres que fueron asesinadas 32 tenían menos de 40 años, el 59,3% del total. Es un porcentaje poco menor que el de hace diez años. Entonces, de las 71 mujeres que murieron a manos de sus parejas o ex parejas, 44 estaban por debajo de la cuarentena (61,9%). Los datos del INE también ponen de manifiesto esta realidad. En 2012, de las 29.146 mujeres que sufrieron malos tratos, 19.942 tenían menos de 40 años. Es el 68,42% del total. De ellas, 1.464 tenían menos de 20 años; 8.114, menos de 30; y 10.364, menos de 40.
La última de las víctimas todavía no ha sido incluida en los registros oficiales del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, una estadística que fue actualizada por última vez el pasado 11 de agosto. No ha trascendido su identidad. Murió la noche de este jueves, 14 de agosto, en la localidad madrileña de Móstoles. Tenía 38 años. Su presunto agresor, su pareja, un peruano de 61 años sin antecedentes penales, fue detenido. Los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por salvar a la mujer, que fue encontrada tendida en el suelo con heridas de arma blanca.
Ana María M. es la penúltima víctima menor de 40 años. Fue asesinada por su pareja el pasado siete de agosto en Torrox (Málaga). Tenía 37 años. Antes que ella, otras mujeres –algunas muy jóvenes– sufrieron las más crueles consecuencias del machismo. Uno de los casos más mediáticos de los últimos años fue quizá el de Almudena, una niña de 13 años que fue asesinada a tiros por un hombre con quien había mantenido un romance en octubre de 2012 en El Salobral (Albacete).
La edad media de las víctimas mortales por su condición de mujeres está situada en los 40 años. Y eso algo que preocupa, y mucho, a expertos y asociaciones de mujeres, pues consideran que no ha sido posible revertir ciertas actitudes represivas en parejas que ya han crecido en un Estado democrático, donde la mujer tiene más participación en la mayoría de los aspectos de la vida, aunque haya todavía muchos desafíos pendientes para ellas.
"Hay patrones que se siguen produciendo, la inercia nos lleva a ello. En un momento pudimos pesar que las mayores tasas de igualdad que hemos logrado las mujeres serían un antídoto frente a ciertos comportamientos, pero vemos que no ha sido así. Los valores de la sumisión total, de la entrega, el mito del amor romántico que dibuja a los hombres fuertes y a las mujeres débiles... Todo eso sigue ahí", señala Marisa Soleto, presidenta de la Fundación Mujeres.
Miguel Lorente, forense y ex delegado del Gobierno para la violencia de género con el PSOE, también considera que hay referencias y valores que no han cambiado. "En las situaciones más cotidianas, en los chistes, en las bromas... todavía permanecen roles o conductas que son el abono perfecto para comportamientos machistas que pueden acabar en agresiones graves. Ellos conservan ciertos referentes culturales que les llevan a intentar mantener ese control sobre sus parejas", asevera. Lorente señala también otra circunstancia. "Muchas mujeres, conscientes de estas situaciones de abuso, hacen ver a sus parejas que no van a aceptarlas. Y eso es algo que indigna a mucho hombres, que en algunos casos reaccionan con comportamientos agresivos".
La violencia también llega a las más jóvenes
Además, expertos y colectivos de mujeres aseguran que se están detectando, y produciendo, comportamientos y agresiones machistas a edades cada vez más tempranas. Entre los más jóvenes apuntan a la sumisión psicológica como la forma más habitual del maltrato. Y en este campo aluden especialmente a la influencia de las nuevas tecnologías.
Ocho desafíos para la mujer
"Es muy preocupante que se den ciertas situaciones en parejas jóvenes que no son interpretadas como hechos de violencia. Actitudes como buscar que su chico las proteja o acceder a vestir de una determinada forma para no provocar sus celos... En algunos casos hay incluso un control mayor del que había antes gracias a nuevos dispositivos electrónicos con los que una persona puede estar al tanto de casi todos los movimientos de otra", analiza Amalia Fernández, miembro de la Asociación de Mujeres Juristas Themis.
De forma reciente, el informe Igualdad y prevención de la violencia de género en la adolescencia, editado por el Ministerio de Sanidad en base a 10.983 entrevistas a jóvenes de entre 14 y 24 años, también ha arrojado conclusiones preocupantes. Según este documento, el 4,96% de las adolescentes "han vivido situaciones de maltrato en la pareja con cierta frecuencia". Además, el 18,9% justifica en cierta medida el sexismo y la violencia como reacción, así como algunas creencias que pueden llevar a justificar la violencia de género. Por eso, los firmantes del estudio señalan que "a pesar de los avances el cambio generacional detectado entre las adolescentes no es suficiente para erradicar la violencia de género".
A juicio de Soleto, la única forma de intentar atajar esta deriva es intervenir sobre el modelo de relaciones afectivas desde la escuela. Y en este punto señala: "Nos preocupan medidas como la supresión de la asignatura Educación para la Ciudadanía, que es uno de los motores de la Ley contra la Violencia de Género. Era una materia destinada a evitar comportamientos machistas y que ahora quedará diluida en otros contenidos". Fernández, por su parte, cree que el camino por recorrer es todavía largo. "Las leyes necesitan un recorrido, sólo lo conseguiremos cambiando actitudes y maneras de pensar. Las mujeres tienen que asumir que tienen que actuar por ellas mismas", sentencia.
La estadística de víctimas mortales refleja cómo la violencia de género también pervive entre las parejas jóvenes. De las 36 mujeres que durante este año han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, doce tenían 40 años o menos. Es el 33% del total. Sin embargo, los expertos advierten de que el porcentaje es incompleto y que seguramente subirá conforme vayan avanzando los meses.