7NN: una televisión con sello franquista y financiación misteriosa se suma a la carrera mediática de la derecha

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Con un plantel abiertamente alineado con las posiciones de la extrema derecha y una marca registrada por una nueva productora en la que aparecen como únicos accionistas dos miembros de la Fundación Nacional Francisco Franco, el canal 7NN comienza sus emisiones este próximo martes 12 de octubre. Capitaneado por Marcial Cuquerella, exdirector general de Intereconomía, columnista hasta junio del digital de Vox –gaceta.es– y persona vinculada a la asociación ultraconservadora Hazte Oír, todo indica que el canal nace con un propósito inequívoco: fortalecer la difusión de los postulados de un segmento político y social que domina el partido de Santiago Abascal.

7NN nace también marcada por un enigma: el de quiénes financiarán una televisión llamada como primer paso a competir con medios como Trece TV y otros como El Toro TV,  heredero oficial de Intereconomía, fundada por un hombre clave de la constelación Vox, Julio Ariza. La nómina de medios con los que disputará audiencia se engrosa con Libertad Digital, el grupo de Federico Jiménez Losantos. 7NN prevé emitir en toda España pero también en distintos países de Latinoamérica donde la ultraderecha ha ido tejiendo alianzas. Constituida el 19 de mayo, la empresa –que ya ha solicitado el registro de la marca 7NN, Producciones Audiovisuales Hispania SA– nace con un capital social de 2,5 millones de euros, de los que solo se han desembolsado 650.000.

Como accionistas a partes iguales, y así lo detalla la información registral obtenida por infoLibre, figuran los hermanos José Ángel, que consta como presidente, y Jaime Alonso García. Los dos aseguran en la escritura constituyente que actúan en su propio nombre. El día en que se constituyó la empresa, acudieron también a la cita con el notario otros dos fundadores que se integran como consejeros. Uno de ellos se llama Jaime Alonso Gila. Su nombre y apellidos sugieren que pertenece a la misma familia que los dos miembros de la Fundación Franco ya mencionados. Y coinciden exactamente con el de un asesor parlamentario de Vox en el Congreso pero no ha sido posible verificar si se trata de la misma persona. La sede de la productora se localiza en el bufete de abogados del primero de ellos.

Su entrada en escena convierte a 7NN, que ha elegido la Fiesta Nacional como fecha inaugural de su programación, en un participante de relieve en la carrera con que la derecha mediática ha dado el pistoletazo de salida del recién iniciado otoño. En esa misma carrera ya avanza el digital El Debate, dirigido por el exdirector de ABC Bieito Rubido, y propiedad de la Asociación Católica de Propagandistas, a su vez dueña de la universidad privada CEU San Pablo. Y en una fecha todavía imprecisa se incorporará La Séptima, la televisión que pretende darle un bocado a la audiencia de los gigantes del sector y cuyo rostro visible es ya Marcos de Quinto, expresidente de Coca-Cola en España y exdiputado de Ciudadanos. La panoplia se cierra, de momento, con otro digital: The Objective. Fundado hace ocho años por la empresaria colombiana y venezolana de adopción Paula Quinteros, The Objective aspira a ser un medio de referencia en el ámbito del centro-derecha y la derecha tras fichar como director a Álvaro Nieto, que durante una breve etapa llevó las riendas del también conservador vozpopuli.com.

Salvo sorpresas, el medio más cercano al extremo derecho de la vara será 7NN.  Que la presidencia de la compañía recae sobre un integrante de la fundación que reivindica con uñas y dientes al dictador ya fue adelantado a mediados de septiembre por pandemiadigital.net. La misma web subrayó que Marcial Cuquerella mantiene vínculos con la organización ultraderechista y secreta El Yunque. Fue elconfidencial.com el que en mayo de 2014 publicó que varios testigos habían revelado en un juicio la identidad de distintos miembros de la secta. Además de a Cuquerella, El Confidencial incluyó en la lista a Luis Losada, que fue director de La Gaceta cuando pertenecía a todos los efectos a Intereconomía. Losada dirigirá un programa en 7NN.

Defendiendo al dictador y arropando a Mario Conde

En España, la transmisión de acciones de una sociedad no requiere ser comunicada al Registro Mercantil salvo que se produzca una ampliación de capital. Pero si la financiación de 7NN permanece en la sombra, de lo que no existe duda es de que los hermanos José Ángel y Jaime Alonso pertenecen a la Fundación Franco: de hecho, el segundo fue vicepresidente de la fundación, que esta semana abre su web con un artículo suyo donde se lanza a degüello contra la Ley de Memoria Democrática. En 2016, los dos hermanos actuaron como avalistas de Mario Conde para respaldar la fianza de 300.000 euros de cuyo pago dependía que el banquero saliera de prisión. 

Aunque Marcial Cuquerella no ostenta ningún cargo en el organigrama de Producciones Audiovisuales Hispania SA ni participó en su constitución, representa la cara visible de 7NN. Este periódico no ha logrado contactar con él. Tampoco con los hermanos Alonso. Todo lo que se conoce sobre los entresijos del nuevo canal televisivo es lo que reflejó Cuquerella en uno de sus tuits: que fueron "empresarios audaces" quienes iniciaron hace un año "un proyecto de tv nacional alternativo" cuya programación –asegura– será accesible en TDT, cable y móvil. A día de hoy, sigue sin conocerse la identidad de los "audaces" inversores de un medio con destacados componentes o simpatizantes de la ultraconservadora asociación Hazte Oír y cuya marca no llegó a la Oficina de Patentes (OEPM) hasta hace un mes: exactamente la solicitud de registro quedó fechada el 8 de septiembre.

Pero la marca real y definitoria de 7NN se acerca de forma vertiginosa tanto a Hazte Oír como a Vox. Entre los periodistas del canal ocupa un puesto Javier Villamor, antiguo portavoz de Hazte Oír y que en 2019 protagonizó un sonoro encontronazo televisivo durante una entrevista en La Sexta. Y otro ejemplo: uno de los programas del canal estará dirigido por Fernando Paz, el candidato de Vox por Albacete que en 2019 hubo de renunciar tras cuestionar la propia existencia del Holocausto nazi

Antes de que la empresa que gestionan los dos hermanos miembros de la Fundación Franco presentaran en la OEPM la solicitud para inscribir 7NN, un despacho de abogados ya había inscrito el 19 de abril otra marca que no guarda relación con Cuquerella pero que también remite al número 7: La Séptima Suma. Aunque permanece en el campo de las incógnitas cuándo comenzará a emitir, La Séptima ya ha quedado anudada al nombre de Marcos de Quinto. Vicepresidente de Coca-Cola hasta 2017, el empresario cruzó dos años más tarde la puerta giratoria en sentido inverso al habitual para convertirse en el número dos de Albert Rivera en las elecciones generales y engrosar el ala menos centrista de Ciudadanos. Apenas doce meses más tarde, dejó el escaño: lo hizo porque, con la pandemia en la cresta de la ola, el partido había decidido apoyar otra prórroga del estado de alarma. Y así cruzó otra vez la puerta, ahora para situarse de nuevo en el ámbito empresarial.

La puerta giratoria de Marcos de Quinto y el misterio de las licencias

¿Es la trayectoria de Marcos de Quinto un anticipo de lo que será la cadena? Los portavoces del grupo que se prepara para lanzar La Séptima, grupo cuyo nombre ni siquiera ha salido a la luz, se centran en tres mensajes: que el canal perseguirá hacerse con "el más amplio espectro del centro"; que pretende tener capacidad para "competir con los grandes operadores, Antena 3 y la Sexta". Y que la empresa titular del canal continúa en la ronda de contactos para obtener financiación.

Asociado al empresario murciano Juan Francisco Zambudio, propietario de una tv privada en esa comunidad, el perfil de De Quinto aventura sin embargo que el centro del canal se ubicará probablemente en la derecha. ¿Tanto como el de 7NN? Eso parece improbable. Fuentes consultadas por infoLibre recalcan que no hay por medio dinero venezolano ni de ningún país de Latinoamérica. Ni de ninguna sociedad con sede en Miami, ciudad clave en el mapa del exilio cubano. Las mismas fuentes aseguran que la ronda de contactos con potenciales inversores se está centrando en España. Y como colofón agregan que De Quinto no necesariamente será el nombre más sonoro de quienes manejen los hilos de La Séptima.

Entre las incógnitas relativas tanto a 7NN como a La Séptima hay una fácil de resumir: ¿de dónde van a sacar la licencia que ha de permitirles operar? Como publicó hace una semana eldiario.es, el mercado de la TDT está hoy cerrado. En total hay 21 canales en abierto para todo el territorio, más de la mitad en manos del duopolio  de Mediaset (con siete licencias) y Atresmedia (con seis). Alquilar una de esas señales supondría un desembolso de entre siete y ocho millones de euros al año. Y comprarla, agrega el citado medio, podría superar los 25.

Pero los interrogantes persisten. Por ejemplo, ¿qué factor explica que la derecha más conservadora y la ultraderecha hayan entrado en erupción y ultimen el desembarco de dos nuevas televisiones y el nacimiento de un medio digital como El Debate? "Buscan –sostiene en referencia a 7NN Manuel Chaparro, catedrático de Periodismo de la Universidad de Málaga– reforzar el voto de una derecha extrema e incluso dirigir el discurso del PP para aproximarlo a Vox". Chaparro cree que "Vox busca dirigirse a su propia audiencia para no depender de canales ya orientados a las tesis del PP como 13 TV".  "Estamos –continúa– ante la ideologización extrema en líneas editoriales cada vez más vinculadas a intereses políticos y posicionamientos económicos neoliberales". Pero lo más grave, razona, es "la instrumentalización de las emociones mediante discursos fáciles e informaciones extremadamente sesgadas".

Fundador de Teledetodos, grupo de investigación que aglutina a profesionales, académicos e investigadores, el periodista Pedro Soler ofrece a esa pregunta una respuesta cimentada en el origen de la expansión de la extrema derecha: "Ha crecido en España debido a un descontento social, pero el papel de los medios ha contribuido considerablemente a su auge". Soler, que en 2004 fue asesor del Consejo de Sabios para la Reforma de la RTVE, se cuenta entre quienes no albergan ni un ápice de duda sobre la obligación de dar espacio informativo a Vox.  "En una sociedad democrática –dice– no se puede silenciar a partidos que, como Vox, tienen una amplia representación en las instituciones. Pero los medios de comunicación, especialmente los públicos, tienen la obligación de contextualizar sus mensajes o directamente desmentirlos si se trata de falsedades o verdades manipuladas".

¿Guerra interna en la ultraderecha?

 ¿Se está gestando el nacimiento de una especie de Fox española? En España, diagnostica Chaparro, ya existe una discípula de Fox: "Creo que 13 tv está bien cerca, como Jiménez Losantos y, en algunos casos, periodistas empotrados en otras cadenas que orientan su información en favor de una derecha intransigente". Así que, salvando las distancias, el espacio de Fox  "ya está ocupado". Pero surge un pero: que en cualquier caso "una cadena centrada en espectacularizar la política, basada en la construcción de mentiras desde hechos insustanciales o inexistentes no es deseable y solo será posible si el resto de medios no es capaz de combatir estos intereses espurios".

Pedro Soler acude a una frase literalmente de cine ante la pregunta sobre Fox: “Hay muchas personas entre nosotros que no saben qué creer. Si les dices lo que tienen que pensar las pierdes, pero si les dices lo que tienen que sentir, son tuyas”. El entrecomillado –explica el periodista tras dejar constancia de una de esas citas difíciles de olvidar– se le atribuye a Roger Ailes, fundador de Fox News, en la miniserie La voz más alta. "Los impulsores de estos grupos –prosigue el experto– han debido pensar: ya que otros medios nos han allanado el terreno, vamos a crear el nuestro con una línea editorial sin complejos y un discurso claramente orientado a nuestros votantes potenciales". El fundador de Teledetodos no descarta un ascenso mediático de tales grupos en un futuro cercano. Y traza una analogía casi a modo de aviso: "Tampoco se le dio importancia a Vox y ahora tienen 52 diputados".

¿Se está produciendo una guerra interna dentro de la ultraderecha dado que El Toro TV existe y otorga un papel estelar a Julio Ariza pese a que, según su web, pertenece a una empresa ajena a Intereconomía? Fuentes del sector que piden expresamente no ser identificadas creen que sí hay una guerra interna en la ultraderecha mediática. Y que el hecho de que 7NN vaya a contar con periodistas que han abandonado El Toro TV para trabajar con Cuquerella lo confirma. Y esa guerra se está desarrollando "entre 7NN e Intereconomía" aunque "también están por medio los de 13TV".

La reciente bronca de Federico Jiménez Losantos con Santiago Abascal, a quien reprochó en una entrevista que se negase a revelar si se había vacunado o no contra el Covid-19, emerge en este escenario de dudas. Pero las mismas fuentes sostienen que una de las cuestiones por resolver gira en torno a qué posición adoptará Vox, cuyo digital gaceta.es surgió como fruto de una "cesión gratuita temporal" de la marca. En esa cesión tuvo un papel protagonista Gabriel Ariza, hijo de Julio Ariza y personaje capital en la malla societaria próxima al partido de Abascal. Por ejemplo, una de sus empresas –Lepanto Strategy SL– era la propietaria del dominio gaceta.es, cuyo nombre es un calco del diario que editaba Intereconomía hasta que sus cuentas cayeron en picado, tanto que su nombre acabó en la lista de morosos con Hacienda. Otra, Tizona Comunicación SL, asomó en marzo de 2020 como la que había solicitado a Patentes y Marcas inscribir la marca comercial ISSEP. Es decir, la que representa al Instituto Superior de Sociología, Economía y Política (ISSEP), sucursal española del centro fundado en Lyon por la ultraderechista francesa Marion Maréchal-Le Pen.

"Una inversión política más que económica"

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Guerra potencial de la ultraderecha al margen, queda otra pregunta que genera incertidumbre: la de si hay espacio para dos nuevas televisiones, en este caso para 7NN y La Séptima. "Espacio comercial –responde ahora el catedrático Manuel Chaparro en referencia a la primera– no hay. Incluso muchos anunciantes no quieren que se les vincule a estos canales". 

El profesor abre con su discurso una línea inexplorada: saber de dónde llegan los recursos destinados a financiar las nuevas televisiones "será un desafío de transparencia que la Ley general de Comunicación Audiovisual de 2010 no resolvió y que muy probablemente, por lo que se desprende del nuevo Anteproyecto de Ley General Audiovisual, tampoco se resolverá". Chaparro remarca que el espacio radioeléctrico "es un bien común". Y que su administración debe responder a intereses generales: "Auditar la transparencia y la rentabilidad social de los medios son medidas de importancia para que la audiencia reconozca las marcas y entienda quiénes la financian".

Pedro Soler no cree que la  clave resida en si caben más televisiones o no. "No creo que la intención de estos grupos –argumenta en referencia a 7NN– sea tanto la búsqueda de una rentabilidad comercial a corto plazo como la búsqueda de un posicionamiento mediático dentro de una estrategia política más amplia que les permita diferenciarse nítidamente del PP". Se trata, concluye el periodista, "de una inversión política más que de una inversión económica".

Con un plantel abiertamente alineado con las posiciones de la extrema derecha y una marca registrada por una nueva productora en la que aparecen como únicos accionistas dos miembros de la Fundación Nacional Francisco Franco, el canal 7NN comienza sus emisiones este próximo martes 12 de octubre. Capitaneado por Marcial Cuquerella, exdirector general de Intereconomía, columnista hasta junio del digital de Vox –gaceta.es– y persona vinculada a la asociación ultraconservadora Hazte Oír, todo indica que el canal nace con un propósito inequívoco: fortalecer la difusión de los postulados de un segmento político y social que domina el partido de Santiago Abascal.

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