Escándalo de las tarjetas
Abandona la UNED un profesor imputado por las tarjetas B de Caja Madrid y acusado de plagio
Antonio Romero Lázaro, que gastó 252.000 euros con una tarjeta B de Caja Madrid, ha abandonado la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), sólo tres días después de haber sido imputadoimputado por el juez Fernando Andreu en el caso. Romero Lázaro era hasta ahora profesor asociado en el Departamento de Sociología III de la UNED. El pasado noviembre se vio obligado a retirar su tesis doctoral tras ser acusado de plagio. Antes había sido expulsado del PSOE, partido al que representaba en la Comisión de Retribuciones de Caja Madrid.
Según fuentes de la UNED, Antonio Romero causó baja como profesor “a petición propia” el pasado 31 de enero. Como profesor asociado, fue contratado por ser un profesional de reconocida competencia, para trasladar sus conocimientos prácticos a la universidad. Su trabajo era a tiempo parcial y se le renovaba el contrato cada año. Tras conocerse, primero, su implicación en el caso de las tarjetas opacas a Hacienda de Caja Madrid y publicar después Vozpopuli las sospechas de plagio sobre un artículo de su tesis doctoral, su permanencia en la UNED era conflictiva.
Por el contrario, continúa en la UNED Juan Iranzo, catedrático de Economía Aplicada y también imputado en el caso de las tarjetas B. Con la suya gastó 46.800 euros entre 2010 y 2012, mientras se sentaba en la Comisión de Control de Caja Madrid. Al ser catedrático, por tanto funcionario, sólo si es inhabilitado tras una condena perderá su puesto en la universidad. Según fuentes de la Uned, además, se encuentra en excedencia, aunque a punto de tener que solicitar su reingreso. Iranzo ya dimitió como vocal del Consejo Económico y Social (CES) y como consejero de Red Eléctrica de España, una empresa propiedad en un 20% de la pública SEPI. Aún permanece, no obstante, al frente del Colegio de Economistas de Madrid.
Un caso parecido es el de Juan Gómez Castañeda, también catedrático de Economía Aplicada, pero de la Universidad Complutense de Madrid. Gastó 128.100 euros con su tarjeta B. Fue secretario de la Comisión de Control a propuesta de Izquierda Unida. Al igual que otros dos beneficiarios de las tarjetas, Ramón Espinar y José Luis Acero, que se sentaban, también representando a la coalición de izquierda, en el Consejo Social de la Complutense. Debe ser IU quien inste la dimisión
Exalcalde de Leganés por el PSOE, Ramón Espinar cargó a su tarjeta gastos por importe de 178.400 euros y presentó su dimisión en este órgano al poco de saltar el escándalo. Al contrario que José Luis Acero, quien continúa en el Consejo Social. Fuentes de este órgano indican a infoLibre que Acero explicó en un pleno sus gastos con la tarjeta opaca y que sus miembros se dieron por satisfechos. “El Consejo Social no puede forzar la dimisión de ninguno de sus miembros; deben ser las instituciones o empresas que los proponen quienes lo hagan”, señalan las citadas fuentes. Es decir, Izquierda Unida debería haber instado la renuncia de Acero, lo que no ha hecho hasta el momento.
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En todo caso, éste es año de renovación del Consejo Social, por lo que a José Luis Acero, que gastó 10.200 euros con su tarjeta black, le queda poco tiempo en ese órgano. Los 19 miembros de este consejo sólo cobran dietas por asistencia. Sus funciones –poner en relación a la universidad con la sociedad y viceversa– incluyen aprobar los presupuestos de la Complutense, así como sus planes de inversión o los de reforma universitaria. También elabora un estudio sobre inserción laboral de los universitarios y ofrece hasta 200 becas de colaboración.
Tampoco se encuentra ya en la Complutense José Antonio Moral Santín, que gastó 456.522 euros con su tarjeta B y era el hombre fuerte de IU en Madrid. Sólo 10 después de que se revelara el escándalo, fue nombrado director del Euromediterranean University Institute; según fuentes de la Complutense, “de forma provisional e interina”, hasta que se celebraran elecciones, “por ser el miembro más antiguo y de mayor rango” del organismo. “Es el procedimiento estipulado en los estatutos”, recalcan,“sólo fueron unas semanas”.
Desde que estalló el escándalo de las tarjetas B, se han sucedido las destituciones y ceses de los implicados. Desde Rafael Spottorno en la Casa Real hasta Rodolfo BenitoRodolfo Benito en CCOO o Juan Astorqui en Burston-Marsteller, una de las mayores agencias de comunicación del mundo. Tanto el PP como el PSOE e IU expulsaron a sus militantes con tarjetas opacasel PP PSOEIU .