Esperanza Aguirre no se mueve. Sigue defendiendo su gestión al frente de la Comunidad de Madrid y del PP de Madrid y señala que su política de 'fichajes' sólo ha fallado en un par de ocasiones. Una vez más, en esta ocasión en el marco de su comparecencia en la comisión sobre corrupción de la Asamblea regional, la presidenta de los conservadores madrileños defendió al grueso de los cargos públicos con los que ha trabajado. “He nombrado a más de 500 altos cargos y dos me han salido rana”, señaló. Se refería concretamente a los exconsejeros Francisco Granados y Alberto López Viejo.
La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre entró en la Asamblea regional apuntando a la formación liderada por Pablo Iglesias. "Hay partidos como es el caso de Podemos, que no ha tenido poder y ya tiene casos. Hay un integrante que ha cobrado sin ir a trabajar en la Universidad [por Íñigo Errejón], Monedero cobró de Venezuela y ahora se está investigando la financiación de Irán", aseguró la presidenta del PP regional.
La dirigente del Partido Popular explicó que no le han llamado desde la dirección nacional de su partido después de los registros que tuvieron lugar este jueves en la sede de la formación madrileña en el marco de la Operación Púnica y que se siente respaldada. "Hombre, cómo no", dijo.
En sus primeras declaraciones ya en el seno de la comisión de investigación, Aguirre puntualizó que el exconsejero Salvador Victoria no era el máximo responsable de la empresa de informática implicada en la Púnica: "No lo nombré yo, yo nombré a Engracia Hidalgo y a Ignacio González". Aguirre manifestó su confianza en Salvador Victoria y la exconsejera de Educación Lucía Figar, investigados en el caso Púnica.
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Sin embargo, mostró su rechazo al supuesto comentario que Victoria hizo al considerado "conseguidor" de la Púnica, el empresario Alejandro de Pedro, al decirle que los pagos en negro se habían hecho "toda la vida" y "nunca" había pasado nada, según revelaron unas grabaciones.
"No escuché si el señor Victoria dijo eso, no sabía que se hiciera semejante cosa y me parece indignante. Yo no lo he visto jamás y espero no verlo", dijo en su comparecencia. Asimismo, explicó que tanto como Victoria como Figar "declinaron la posibilidad" de ir en la lista del PP para la Comunidad de Madrid en las pasadas elecciones regionales. Ambos presentaron su dimisión tras ser imputados en la Púnica para no ser un impedimento a que Cristina Cifuentes fuera investida presidenta con el apoyo de Ciudadanos.
Al contrario que a López Viejo y Granados, Aguirre sí defendió a su jefa de prensa, Isabel Gallego, y a la exconsejera Lucía Figar: "Hay imputaciones e imputaciones. pongo la mano en el fuego por la señora Figar y la señora Gallego". En concreto, Aguirre ha asegurado que Gallego, contratada por el Grupo Municipal del PP en el Ayuntamiento de Madrid, "no ha cometido ningún ilícito penal".
Esperanza Aguirre no se mueve. Sigue defendiendo su gestión al frente de la Comunidad de Madrid y del PP de Madrid y señala que su política de 'fichajes' sólo ha fallado en un par de ocasiones. Una vez más, en esta ocasión en el marco de su comparecencia en la comisión sobre corrupción de la Asamblea regional, la presidenta de los conservadores madrileños defendió al grueso de los cargos públicos con los que ha trabajado. “He nombrado a más de 500 altos cargos y dos me han salido rana”, señaló. Se refería concretamente a los exconsejeros Francisco Granados y Alberto López Viejo.