Hecho. Alberto Garzón ya está en la pista de salida. Ya es candidato a las primarias federales de Izquierda Unida. Y será, si ningún imprevisto se le cruza en el camino, el hombre que encabezará las listas a la Moncloa en las próximas elecciones generales.
El diputado por Málaga lo anunció en declaraciones a los medios este viernes, a las puertas del Congreso. Relajado, sonriente. No había sorpresa, porque estaba claro que daría el paso adelante. "He asumido la responsabilidad política porque creo que es una cuestión fundamental en estos momentos que corren que todos asumamos la responsabilidad política. Este país está en un momento de inflexión y necesitamos estar a la altura de la Historia, necesitamos no repetir la Historia y necesitamos que este país tenga un Gobierno de iquierdas. IU va a ser el instrumento útil para que sea así", justificó. España vive un "momento de emergencia social" al que hay que dar la vuelta para transformarlo en la "esperanza", la ilusión para "acabar con el paro, la desigualdad, la pobreza y la miseria", consecuencia de la "gestión neoliberal" de la crisis del Ejecutivo de Mariano Rajoy y el de su predecesor, José Luis Rodríguez Zapatero, añadió "En IU tenemos la llave para abrir las instituciones y devolverles su sentido original".
Garzón recordó que él, aunque tenía carné de IU y del PCE de mucho antes, participó en la eclosión del Movimiento 15-M, y sintió que debía "entrar en el Congreso" para defender lo que gritaba en las calles. Ahora se plantea las primarias presidenciales como un paso más. "Hay que entrar en la Moncloa para expulsar a los mercaderes que actúan contra la mayoría de la población. En la Moncloa no hay un presidente del Gobierno, sino un director ejecutivo que habla a los accionistas a través de un plasma. No es nuestra concepción del país. La nuestra es la de un presidente que responda a los intereses de la mayoría social", señaló, como objetivos de la "nueva etapa" en IU.
"Oportunidad histórica"
Aún es pronto para saber si concurrirán otros rivales contra el diputado por Málaga. El proceso, de hecho, no se abre formalmente hasta que se apruebe el reglamento, el próximo 13 de diciembre, y la votación de militantes y simpatizantes llegará el 8 de febrero. Pero Garzón, de sólo 29 años, cuenta con sólidos apoyos orgánicos y se presenta como la renovación en la federación. Él mismo lo reconoció ante la prensa: "Esta candidatura refleja un cambio generacional y una nueva forma de entender la política y la sociedad, muy vinculada a lo que ocurre en la calle", al "15-M, las mareas, las manifestaciones, las huelgas generales", y eso es un "salto cualitativo en IU". El parlamentario, pues, representa una IU menos institucional y más ligada a las nuevas plataformas y demandas sociales, y no sólo al movimiento obrero.
Durante la breve comparecencia, se le preguntó por la confluencia con Podemos. Garzón es, desde el verano pasado, secretario ejecutivo de Proceso Constituyente y Convergencia y en él descansa la responsabilidad de buscar esa alianza, que por ahora Pablo Iglesias rehúye. "No le doy importancia a Podemos. No me preocupa, me preocupan IU y los problemas de este país", respondió. El candidato insistió en todo momento en que la federación es el "instrumento más útil" para la transformación del país, y es una fuerza "de izquierdas", mientras que Podemos "no ha dicho que lo sea", porque se ha presentado como una formación transversal, que pretende barrer a lo que llama "la casta". "Nosotros tenemos nuestra hoja de ruta. Si Podemos quiere converger será cómplice, pero es una cuestión que les compete a ellos".
Garzón, en línea con lo manifestado en los últimos meses, remachó que la convergencia "nunca se sitúa en el vacío", sino en torno a un programa de izquierdas "que defienda los derechos conquistados por las generaciones precedentes" a la suya: la educación y sanidad pública, el Estado del bienestar. "Si Podemos lo comparte, sería satisfactorio que nos encontremos. La idea fundamental es que, unidos, la mayoría social somos más fuertes", rubricó. El diputado, como la federación, cree que esta es una "oportunidad histórica" para la confluencia, de modo que si los de Iglesias se suman al barco, sería "una buena noticia" porque son "un actor relevante". Y si lo rechazan, sería una "irresponsabilidad política" que en modo alguno alteraría el plan de IU.
Comunicación a Lara hace dos días
El candidato intervino ante los medios con una sonrisa de oreja a oreja. Al lado tenía a sus más cercanos colaboradores, como la dirigente Clara Alonso o el economista Carlos Martínez Núñez, con quien ha preparado propuestas como la del trabajo garantizado para todos los parados. Decidió comparecer al lado del Congreso para denunciar que la Cámara se encuentra "secuestrada", porque vota rescates de autopistas y del sistema financiero, y recortes en sanidad e impuestos "para los más ricos". "Este Congreso está secuestrado por los intereses de la oligarquía española y europea. Se transforma el país no sólo votando, sino con la movilización en la calle. Y nosotros tenemos una historia en la calle que ha certificado que estamos allí donde hay un conflicto social, defendiendo los intereses de la mayoría social", explicó.
Garzón dijo el pasado domingo, cuando Cayo Lara adelantó que no repetiría como candidato, que estaba "disponible". Pero antes quería sondear sus apoyos tanto dentro como fuera de IU, y anticipó que el test le llevaría aproximadamente una semana. Ha sido finalmente algo menos. Además, al final decidió no hacer coincidir su anuncio con el Encuentro Político-Progamático que la federación celebra este fin de semana, para no "instrumentalizar" unas jornadas que son de toda IU, según alegaron fuentes de su entorno. La decisión, por otro lado, estaba tomada visto el caudal de respaldos y recibido el visto bueno de Lara, a quien le comunicó su determinación de concurrir a las primarias hace dos días, el 19 de noviembre. Garzón se felicitó del apoyo público visto en esta semana, un "sustrato suficiente" como para poner en marcha un candidatura con la que espera "ganar".
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Poderosos apoyos y cuenta @ConAGarzon
El empujón al parlamentario ha venido de pesos pesados de IU, como su coordinador de la Presidencia y líder del PCE, José Luis Centella; el coordinador andaluz, Antonio Maíllo (el barón más poderoso) y varios coordinadores territoriales, como Yolanda Díaz (Galicia), José Antonio Pujante (Murcia), Marga Sanz (Valencia), Eddy Sánchez (Madrid), Manel Carmona (Baleares) o Joan Josep Nuet (EUiA, Cataluña). A ello se suman el apoyo de dirigentes como los madrileños Tania Sánchez (candidata a las primarias abiertas), Hugo Martínez Abarca y Jorge García Castaño; el aspirante a la Presidencia de la Generalitat Valenciana, Ignacio Blanco; la parlamentaria valenciana Esther López Barceló; los eurodiputados Javier Couso y Marina Albiol; las responsables de Comunicación y Convergencia de la ejecutiva federal, Clara Alonso y Lara Hernández (ambas del círculo cercano de Garzón); la secretaria general de Vivienda de la Junta de Andalucía, Amanda Meyer; el líder de Jóvenes de IU, Carlos Martínez Núñez. Poderosos avales que se han ido centralizando a través de la cuenta de Twitter @ConAGarzon.
Izquierda Abierta, el partido de Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, aún no ha revelado qué hará, si pujará o no por la candidatura presidencial, porque antes quiere saber el reglamento. Por lo pronto, uno de sus dirigentes, Tasio Oliver, que ganó las primarias internas para las europeas y es un valor emergente en su formación, felicitó al diputado por Málaga a través de Twitter:
Hecho. Alberto Garzón ya está en la pista de salida. Ya es candidato a las primarias federales de Izquierda Unida. Y será, si ningún imprevisto se le cruza en el camino, el hombre que encabezará las listas a la Moncloa en las próximas elecciones generales.