El alcalde de Rivas y sus críticos de IU acercan posturas en el ‘caso EMV’

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La laberíntica crisis en Rivas Vaciamadrid, el municipio emblema de Izquierda Unida en todo el Estado, un feudo que gobierna desde 1991 (y desde 2011 con mayoría absoluta), está comenzando a reconducirse. No hay nada cerrado, pero todos los interlocutores –el alcalde de la ciudad, José Masa; la organización local, dirigida por Pedro del Cura, y las direcciones regional y federal– coincidieron ayer miércoles en mostrarse aún algo "escépticos", pero más "optimistas" que 24 horas antes. La escalada verbal se ha relajado y los dos sectores enfrentados (Masa y Del Cura) se muestran dispuestos a hacer concesiones para poder poner fin al conflicto abierto a consecuencia del informe definitivo de la Cámara de Cuentas sobre la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) en los años 2010 y 2011. La ciudad no es poca cosa: 80.000 habitantes en el verano de 2013, por los 500 que tenía a finales de los años setenta. 

El dictamen del máximo órgano fiscalizador de la Comunidad de Madrid –en el que se sientan representantes designados por PP y PSOE– encendió todas las alarmas y elevó enormemente la crispación interna. La culpa la tienen los 20,9 millones de euros de desajuste contable destapados en el documento sobre la empresa pública, cuya gestión se externalizó en 2004 a favor de la compañía privada Habyco XXI. Además, el informe descubrió una sobrefacturación de 3,7 millones de euros, ausencia del pago al Consistorio del alquiler del inmueble... Un cúmulo de "deficiencias e irregularidades" que ha ahondado el cisma entre Masa, alcalde desde 2003, y Del Cura, coordinador local y concejal portavoz del Gobierno de la ciudad. 

Unos y otros se han ido moviendo en las últimas horas, pese a que al final, por "razones de agenda" no se pudo producir la reunión a varias bandas –o sea, con participación de Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM) y Olimpo, el estamento federal– al mediodía de ayer. La cita se desconvocó en la noche del martes y se pospuso a la semana que viene. Ahora, Masa está dispuesto a "reconsiderar" el cese de su concejala de Hacienda, Ana María Reboiro, sólo si se produce un "contexto de acuerdo". A su vez, la organización local no mantiene como condición sine qua non la dimisión de Fausto Fernández, primer teniente de alcalde, edil de Política Territorial y Urbanismo y presidente del consejo de administración de la EMV, si se garantiza "la máxima transparencia" y se da una cumplida "explicación" de qué ha ocurrido en la empresa pública. Ambas son cesiones claves para desatascar el conflicto. IU-CM y Olimpo reconocen los acercamientos y confían en que se salve el abismo "rebajando el nivel de tensión y dialogando". 

Análisis en la comisión de investigación

Masa cesó el lunes a Reboiro por haber perdido su "confianza" en ella, por un tema "totalmente aparte" del caso EMV, porque la edil "alteró" sin su "conocimiento un expediente que debía sostener la aprobación de la cuenta general del Ayuntamiento" de 2012, según explicó el regidor ayer miércoles en rueda de prensa y tal y como había adelantado un día antes a infoLibre. Denunció que esa modificación, que no había pasado por la Comisión Especial de Cuentas –en la que están Gobierno y oposición–, le habría situado en una posición comprometida de haberlo llevado al pleno del pasado jueves 28 de noviembre, pues en cada Consistorio el responsable último de las finanzas es el primer edil. La desposeyó de sus competencias por "deslealtad".

IU Rivas volvía ayer a pedir la restitución de Reboiro y subrayaba que había sido "purgada por pedir que se aclaren las cuentas de la EMV". Según la versión de la dirección de Del Cura, el problema radicaba en las "diferencias contables" entre el balance económico presentado por la EMV y el que arrojó la intervención general del Ayuntamiento en su informe técnico. Ante esas discrepancias, y siguiendo el hilo de este relato, la concejala "lo puso en conocimiento del alcalde" y en la reunión del grupo municipal, el miércoles 27, se decidió retirar la aprobación de la cuenta general del pleno del día siguiente. La decisión fue "colectiva y unánime" del grupo, y no participaron de ella ni Masa ni Fernández porque no acudieron a la reunión. 

Reboiro se ha convertido con claridad en una pieza maestra del tablero. Masa, el martes, decía que "de ninguna manera" se le pasaba por la cabeza devolverle las competencias. Ayer por la tarde, en conversación telefónica con este diario, sus palabras ya no traducían tal firmeza: "Sólo en un contexto de acuerdo me puedo plantear reconsiderar mi decisión si eso puede contribuir a la normalización". El regidor pone condiciones: que cesen los "ataques" de IU Rivas a un Ayuntamiento "emblemático y limpio" para la federación, "con una EMV que ha entregado 3.000 viviendas y ha redistribuido decenas de millones de euros para las arcas municipales, que ha luchado contra la especulación". Considera "intolerable" que "una parte de IU" se convierta en "una acusación más". "Es esencial defender la gestión del Ayuntamiento, de la empresa, de la que todos somos responsables. Ahora bien, analicemos también en el seno de la comisión de investigación [constituida el 3 de diciembre y presidida por el PP] lo que tiene de verdad, insinuación o mentira el informe de la Cámara de Cuentas y en función de ese análisis, decidamos responsabilidades políticas. En ese contexto de normalización yo lo haría, yo reconsideraría mi posición, aunque la destitución de la concejala se deba a otra razón. Si se dan esas condiciones de normalización, yo soy capaz de reflexionar". 

"Explicar qué ha pasado a los vecinos"

Masa advertía ayer de que ese clima aún no existe, porque no hay "ámbito negociador" formal –sí conversaciones– y la situación no se ha resuelto. Y quiere que se impliquen a fondo los aparatos regional y federal. De hecho, llamó a Cayo Lara para trasladarle la importancia del conflicto por el peso de Rivas, pero no pudo hacerlo porque el coordinador federal y su número dos, José Luis Centella, se hallan esta semana de viaje. "Pero el alcalde está seguro, en su puesto, defendiendo a la institución, a sus representantes y a los ciudadanos, y se alegrará de que se reconduzca esta irracionalidad –agregó–. No pondré obstáculos, lo facilitaré y escucharé". Como prueba de su compromiso de acercamiento, acudirá hoy a las 13 horas a la reunión del grupo municipal. "Siempre he ido a los órganos. No fui únicamente a dos reuniones desautorizadas por la dirección de IU-CM". Entre ellas, la del miércoles 27 de noviembre, cuando IU Rivas pidió la dimisión de Fernández. 

El alcalde decía alegrarse de las "llamadas de ánimo" y de "respaldo" de "la dirección regional, de colectivos ciudadanos, de vecinos". Defendió que las medidas anunciadas –la creación de la comisión de investigación, la renovación del consejo de administración de la EMV, la reclamación del dinero a Habyco XXI si se demuestra que hay "merma" del patrimonio municipal– no "llegan tarde", como opinaban sus críticos, sino "cuando corresponde". No después del informe preliminar de la Cámara de Cuentas, que se conoció en el verano, sino tras el dictamen final, aprobado el 19 de noviembre. "Las medidas se toman en el momento procesal oportuno". 

La estructura local, mientras, intentaba igualmente bajar el pistón. Un alto dirigente ponía todo tipo de prevenciones porque hasta ahora no se ha formalizado la "mediación" de los equipos regional y federal, pero subrayaba que lo fundamental para IU Rivas no es cobrarse la pieza del edil de Urbanismo, Fernández. "Lo importante es contar qué estamos haciendo y qué vamos a hacer para garantizar la transparencia, luz y taquígrafos. No tenemos intención de purgar a nadie, ni de despreciar a nadie, ni de que nadie se sienta chivo expiatorio. Queremos que se dé toda la información. Y si no hay información, ya hemos dicho que la única salida que nos queda es echar a Fausto. La dimisión de un concejal es un instrumento para garantizar la transparencia. Pero lo que queremos es poder explicar lo que ha pasado a los vecinos. Hay que hacerlo como hay que hacerlo. También hemos aprendido este consejo de Pepe y Fausto: que nadie está por encima de la organización". 

Que se corte "la dinámica suicida"

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Aunque en IU Rivas se manifestaban ayer "escépticos", sí creían que se empezaba a crear un buen "punto de partida", alentado también por las expectativas de "acuerdo" entre la mayoría que controla el aparato (el 51%) y la minoría (el 49%) que está fuera de la ejecutiva de IU-CM. Y desacastar el conflicto en la ciudad ripense significa desembarazarse de un "escollo grandísimo". 

La dirección regional reconoció que estaba redoblando "la presión" para que "se corte la dinámica suicida" de acción-reacción y se acuda al "diálogo". El acuerdo que está propiciando es precisamente ese camino que se va vislumbrando: que IU Rivas aparque su petición de dimisión de Fernández –porque "no hay por dónde cogerla", ya que la mano derecha del alcalde reingresó en la Corporación municipal en junio de 2011, por lo que de los dos años escrutados por la Cámara de Cuentas, sólo un semestre es atribuible a su gestión– y que el regidor restituya a cambio a Reboiro, pues su cese fue "sorpresivo" y más producto de un "calentón". Es decir, que la situación se retrotraiga una semana, que se retiren los órdagos recíprocos y se tomen medidas para despejar toda sospecha sobre la gestión del Ayuntamiento y la EMV. 

Olimpo respira más tranquilo y se siente "más optimista". Y aunque mantiene su política de prudencia y defiende su "neutralidad", la dirección federal advierte de que "no se pueden apagar incendios echando gasolina al fuego". "Tenemos esperanza de que las cosas se reconduzcan. Además, nuestra organización en Rivas tiene una trayectoria solvente y seria muy dilatada, y no es una organización inmadura. Estamos abiertos a participar en todo lo que se nos pida. Y el diálogo es la línea. Los ciudadanos esperan soluciones de nosotros, y no peleas internas", aconsejaba ayer un dirigente federal implicado en las negociaciones, quien subrayaba a la vez que "nadie" quiere purgas: "Lo que se quiere es respaldar al alcalde y su gestión, pero no se es talibán. No se trata de cargarse a Pepe". Olimpo, además, hace valer su relación directa con Masa porque es su representante en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Razón de más para que todos teman la ruptura como a un nublado. 

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