26M | 'Superdomingo' electoral
Los alcaldes gallegos del cambio no conseguirían revalidar mayorías según una encuesta a pie de urna
Los alcaldes del cambio que hace cuatro años aterrizaron en las principales ciudades gallegas no revalidarían las mayorías que en 2015 le dieron las urnas. Es uno de los resultados de la encuesta a pie de urna hecha pública por la TVG este domingo. Tanto en A Coruña como en Ferrol y Santiago de Compostela, el partido que de forma más acusada se beneficiaría de la caída de las mareas sería el PSOE. En Pontevedra, los nacionalistas del BNG mantendrían la hegemonía que llevan cosechando desde 1999 y en Vigo los socialistas de Abel Caballero reeditarían también su mayoría absoluta. En Lugo, sin grandes cambios, socialistas y conservadores se disputarían el primer puesto mientras que en Ourense el PSOE ganaría fuerza respecto a los pasados comicios.
Por ciudades, el electorado de Santiago de Compostela cedería entre ocho y diez asientos a los socialistas, por encima de los cuatro que lograron en 2015. Compostela Aberta, el partido al frente de la Alcaldía, pasaría de diez escaños a cosechar entre siete y ocho, de acuerdo a la encuesta de la televisión autonómica. En cuanto a los conservadores, el PP compostelano se haría con entre cinco y seis actas, frente a las nueve que consiguió en 2015. Los nacionalistas del BNG, por su parte, podrían lograr entre tres y cuatro escaños, cuando en 2015 se hicieron con dos. Ciudadanos podría entrar en la capital gallega con entre cero y un asiento. La mayoría en Compostela está en trece escaños.
En A Coruña, los socialistas también podrían hacerse con entre ocho y diez escaños, por encima de los seis que lograron en las pasadas elecciones. Por detrás, el PP coruñés conseguiría entre siete y ocho representantes, algo menos que los diez de 2015. Xulio Ferreiro, actual alcalde de la ciudad, se haría con entre seis y siete escaños, una pérdida respecto a los comicios anteriores, cuando Marea Atlántica logró diez escaños. BNG podría hacerse con entre dos y tres actas, lo que mejoraría el resultado de 2015, cuando los nacionalistas se hicieron con un solo escaño. Podría entrar, con entre cero y un escaño, tanto Ciudadanos como Vox. La mayoría en el Ayuntamiento coruñés está en catorce escaños. En 2015, Ferreiro fue investigo con el apoyo de los socialistas coruñeses.
De los conocidos como alcaldes del cambio, el ferrolano Jorge Suárez sería el que de forma más acusada perdería hegemonía. En la ciudad vencería el PP con entre diez y doce escaños, un resultado similar a los once de 2015. Serían, por tanto, los socialistas quienes verían mejorar sus resultados de manera notable: pasarían de los cinco de 2015 a entre ocho y diez asientos este 26M. El BNG se quedaría con entre uno y dos escaños, un resultado similar a los comicios pasados, cuando obtuvo dos. Y Ciudadanos podría entrar con entre cero y un asiento. La mayoría en Ferrol se sitúa en trece escaños y en el año 2015, Suárez alcanzó la Alcaldía gracias al apoyo de PSOE y BNG.
En Vigo, Abel Caballero (PSOE) se haría de forma indiscutible con la victoria. El socialista obtendría mayoría absoluta con entre 19 y 21 escaños, frente a los 17 de 2015. Por detrás, a mucha distancia, se situaría el PP con entre tres y cuatro escaños (las pasadas elecciones obtuvo siete) y Marea de Vigo con entre dos y tres (en las anteriores se hizo con tres). En la ciudad podrían entrar, con entre cero y un escaño, BNG y Ciudadanos. La mayoría está compuesta por catorce asientos.
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En cuanto a Pontevedra, los nacionalistas del BNG, con Miguel Anxo Fernández Lores al frente, se haría una vez más con el poder gracias a una mayoría absoluta de entre trece y quince escaños. En 2015, Lores –que lleva gobernando la ciudad desde 1999– logró doce escaños. Por detrás, el PP se posicionaría con entre seis y siete actas, un resultado idéntico al de las elecciones pasadas, cuando obtuvo siete escaños. Los socialistas se harían en Pontevedra con entre tres y cuatro concejales, también sin grandes cambios respecto a hace cuatro años (obtuvieron tres). Finalmente, podrían irrumpir en el Ayuntamiento con entre cero y un escaños, Ciudadanos, Podemos y Marea de Pontevedra. La mayoría se sitúa en los trece escaños.
En Ourense, el PSOE cooptaría el primer puesto con entre ocho y diez concejales, frente a los seis que obtuvo en las elecciones pasadas. Por detrás, Democracia Ourensana obtendría, según la encuesta autonómica, entre seis y siete asientos, una cifra ligeramente menor que en 2015, cuando se hizo con ocho. Los conservadores ourensanos disputarían el segundo puesto con también seis o siete asientos, cuando en 2015 habían conseguido sumar diez. El BNG irrumpiría en el Ayuntamiento con entre dos y tres concejales. Lo harían también Ciudadanos y Ourense en Común, con entre uno y dos asientos. La mayoría está en catorce escaños y el PP gobierna actualmente con diez.
Respecto a Lugo, los socialistas podrían reeditar el resultado de los anteriores comicios (8) con entre ocho y diez concejales, por encima de los conservadores, que se harían con siete u ocho escaños, un ligero descenso respecto a la cita electoral de hace cuatro años, cuando lograron nueve representantes. En tercer lugar, el BNG lograría entre cuatro y cinco asientos (en 2015 fueron dos) y por detrás Ciudadanos sería quien de mantener entre uno y dos (en 2015 se hizo con dos). Finalmente, tanto Unidas Podemos como Alternativa Cidadá de Esquerdas podrían entrar con entre cero y un concejal. La mayoría en la ciudad lucense está en trece asientos. Lara Méndez, actual alcaldesa de Lugo, llegó al Ayuntamiento en 2015 con el apoyo de PSOE, BNG y Lugo Novo.