La ruptura entre Podemos y Sumar tras la decisión de los primeros de pasar al Grupo Mixto en el Congreso ha generado alivio en ambas partes. El divorcio, aunque no se ha producido de forma amistosa, era prácticamente inevitable tras los múltiples desencuentros vividos dentro del espacio. Desde el entorno de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, confían en que a partir de ahora cesen los ataques y las críticas que comenzó a recibir desde el momento en que su antecesor en el cargo, Pablo Iglesias, la nombró oficiosamente como su sucesora. "Desde que Pablo me señaló me han llamado fascista, culebra, traidora...", subrayaba Díaz en conversación informal con los periodistas en el acto por el Día de la Constitución. En Sumar están convencidos, de hecho, de que Iglesias fue una de las personas que más presionó para Podemos se marchara del grupo parlamentario.
Los morados, sin embargo, remarcan que Iglesias está fuera de la Ejecutiva y atribuyen la ruptura a un cúmulo de malas de decisiones de Díaz, que a su modo de ver ha tratado de ningunearlos de todas las maneras posibles. "Ha sido imposible hacer política dentro de Sumar", argumentaba la actual líder de Podemos, Ione Belarra, en el mismo acto a unos metros de distancia de Díaz. Para la exministra de Derechos Sociales la "gota que colmó el vaso" fue la decisión de elegir a Agustín Santos Maraver para que le diera la réplica al ministro José Manuel Albares en el debate que se produjo sobre Palestina y fuentes del partido incluso han deslizado que "seguramente" el ministro de Exteriores conocía cuál iba a ser la línea argumental de Santos Maraver porque habría tenido acceso al discurso previamente. Para Belarra el hecho de que no se mencionara la palabra "genocidio" dejaba bien claro que Sumar no estaba dispuesta a dar esa batalla e incomodar a los socialistas.
A Sumar no le cabe ninguna duda de que los cinco diputados de Podemos "son tránsfugas" porque se han marchado del grupo parlamentario con el que se presentaron a las elecciones generales y la candidatura gracias a la cual consiguieron sus actas, mientras que los morados discrepan y aseguran que su formación sigue siendo la misma y que son a las siglas de Podemos a las que le deben lealtad. Desde el entorno de Díaz consideran razonable la petición de los comunes —"cuando alguno abandona un proyecto o rompe sus acuerdos firmados, la respuesta coherente es devolver el acta de diputado o diputado, para respetar la decisión de las urnas", reza el comunicado—, pero los morados ni se lo plantean. De hecho, han tomado la decisión para tener más protagonismo en el Congreso a través de iniciativas e intervenciones, no por "motivos económicos o personales", alegan.
Aunque la desconfianza entre ambas fuerzas es más que evidente, ninguna ellas quiere dar por hecha la ruptura de cara a futuros procesos electorales. La negociación para las gallegas y las vascas, que se celebrarán en 2024 aunque la fecha no está fijada, sigue su curso. La dirección de Podemos considera que tiene más fuerza en Euskadi, lo que a su juicio implica conservar la marca con la que se han presentado en otros comicios autonómicos, mientras que Sumar cree que Podemos es residual en Galicia y que no tiene otra opción que pactar o, en todo caso, no presentarse. En las europeas, sin embargo, se da por hecho que los morados concurrirán en solitario —la exministra de Igualdad, Irene Montero, es la mejor situada para ser la cabeza de lista— o, en todo caso, en una candidatura conjunta con ERC y Bildu, mientras que Sumar confía en reeditar el acuerdo con el resto de fuerzas con las que ya se coaligaron de cara al 23J.
Galicia
Aunque Yolanda Díaz juega en casa, la cita se prevé complicada y los antecedentes no son precisamente halagüeños. Sumar deberá competir por el voto progresista con el PSdeG y con el BNG y revivir a una formación que actualmente no tiene presencia en el Parlamento. El precursor de Sumar, Galicia en Común, no llegó al 4% en 2020, pese a que ese mismo espacio, con las denominadas mareas, llegó a liderar la izquierda en Galicia. Sin embargo, se acabó disolviendo, agotado por las disputas internas. El objetivo de Sumar es triple: atraer en una misma candidatura a Podemos, Esquerda Unida y Anova, superar el umbral del 5% y hacer posible una alternativa que ponga fin a 14 años de gobiernos consecutivos de la derecha
Para Díaz el pacto en Galicia debe hacerse bajo la premisa de que tienen una fuerza que avalan sus "más de 3.000" inscritos. Aun así, ha subrayado que no será ella quien "tutele" ese proceso desde Madrid. Desde Podemos admiten que las cosas no van bien para llegar a un acuerdo en Galicia. En conversación informal, Belarra ha criticado que "a dos o tres meses" de que se celebre la convocatoria electoral, no se haya elegido a un potencial candidato, aunque ha admitido que uno de los nombres que más suenan es el de Martiño Noriega, ex alcalde de Santiago. Aun así, Belarra se ha mostrado dispuesta a que la dirección autonómica de Podemos pacte con Sumar si lo cree conveniente, pero con la condición de que se haga "sin vetos y con primarias".
Euskadi
En el caso de Euskadi, Podemos quiere tener la voz cantante en la elección de la candidata, con Miren Gorrotxategi al frente —ya lo fue en 2020—, aprovechando la falta de implantación territorial de Sumar. En las pasadas elecciones la marca del espacio, Elkarrekin Podemos, en la que también están Ezker Anitza-Izquierda Unida, Berdereak Equo y Alianza Verde, obtuvo el 8,05% del apoyo electoral y seis asientos, pero en las generales Sumar únicamente logró un diputado. Así, los morados subrayan su preponderancia sobre Díaz, lo que les deja mejor situados para negociar.
Ver másPodemos ejecuta su ruptura con Sumar para "hacer política" desde el Grupo Mixto con sus 5 diputados
Por lo pronto, la vicepresidenta segunda ha creado la marca Sumar Mugimendua, conformada por excargos de Podemos que se fueron cuanto tomó el control de la organización la actual dirección, en manos de Pilar Garrido —concurrió como candidata el pasado 23J pero se quedó fuera del reparto—. De hecho, el principal negociador por parte de Sumar es el predecesor de Garrido, Lander Martínez, diputado por Bizkaia. Desde Sumar admiten que la marca de Podemos está fuerte, pero reclaman un "acuerdo justo".
Europeas
Una de las batallas que van a dar desde Podemos ya en el Grupo Mixto tiene que ver con el ámbito internacional. Desde el partido insisten en que tienen posiciones "marcadamente diferenciadas" de Sumar en cuestiones como la OTAN, el envío de armas a Ucrania, el aumento del presupuesto militar o la política de alianzas europeas de Díaz y la "rama ICV", en referencia a la extinguida Iniciativa Per Cataluña, de la que proviene el portavoz de la coalición y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y la portavoz adjunta y número uno por Barcelona al Congreso, Aina Vidal. Podemos prevé trabajar en ese "espacio propio" durante los próximos meses y subrayar esas diferencias en el Congreso y actos específicos.
Fuentes de la dirección morada admitían este miércoles que ven las elecciones europeas como "una oportunidad muy interesante" y que actualmente están barajando todos los escenarios. En ese sentido, subrayaban que al ser circunscripción única "los discursos de presión son más difíciles de desplegar". Los morados tampoco cierran la puerta a que su número dos, Irene Montero, lidere esa candidatura. El partido pertenece a Izquierda Unitaria, en la que se encuadran otros grupos como la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, el Bloco de Esquerda portugués, el Sinn Fein irlandés o el griego Syriza con los que, afirman, tienen más en común. Una posición compartida también por otros actores de la coalición como Izquierda Unida, lo que complica, todavía más, la reedición de la coalición de Sumar conforme se dio el pasado 23J.
La ruptura entre Podemos y Sumar tras la decisión de los primeros de pasar al Grupo Mixto en el Congreso ha generado alivio en ambas partes. El divorcio, aunque no se ha producido de forma amistosa, era prácticamente inevitable tras los múltiples desencuentros vividos dentro del espacio. Desde el entorno de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, confían en que a partir de ahora cesen los ataques y las críticas que comenzó a recibir desde el momento en que su antecesor en el cargo, Pablo Iglesias, la nombró oficiosamente como su sucesora. "Desde que Pablo me señaló me han llamado fascista, culebra, traidora...", subrayaba Díaz en conversación informal con los periodistas en el acto por el Día de la Constitución. En Sumar están convencidos, de hecho, de que Iglesias fue una de las personas que más presionó para Podemos se marchara del grupo parlamentario.