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El alumnado que apuesta por la FP crece un 23% en cinco años y lucha por salir del desprestigio

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El Ministerio de Educación y Formación Profesional, con Isabel Celaá al frente, ha mantenido firme su apuesta por fortalecer la Formación Profesional (FP). Una opción por la que cada vez se inclinan más alumnos. En el curso 2017-2018, un total de 815.354 estudiantes se matricularon en enseñanzas de FP, de los que un 72,68% optaron por centros públicos. La evolución en los últimos cinco cursos asciende al 23,3% y confirma la lucha de esta modalidad por salir del desprestigio.

Así lo revela la Estadística del alumnado de Formación Profesional Estadística del alumnado de Formación Profesionalelaborada por el Ministerio de Educación y Formación Profesional publicada este martes. El número de alumnos que cursaron FP Básica, aquella a la que se accede a partir de los quince años dentro de la enseñanza secundaria obligatoria, fue de 72.180, siendo el 75,83% los alumnos matriculados en centros públicos (54.739). Por comunidades, Andalucía (12.691), Comunitat Valenciana (11.106) y Madrid (11.076) son los territorios con un mayor de alumnos matriculados en FP Básica, frente a otras como Asturias (789) o Cantabria (797). En Cataluña no existe esta modalidad.

En cuanto a la FP de Grado Medio, en el curso analizado fue la opción escogida por un total de 344.266 alumnos, el 72,89% en centros públicos (250.951). Cataluña (64.730), Andalucía (62.139) y Comunitat Valenciana (40.917) se posicionan a la cabeza, mientras que La Rioja (2.583), Navarra (4.200) y Cantabria (5.113) registran el menor número de matrículas en esta modalidad.

Finalmente, fueron 398.908 los estudiantes matriculados en FP de Grado Superior, el 71,93% en centros públicos (286.969). De nuevo, Cataluña (74.620) se alza como la comunidad con mayor número de matrículas, seguida por Andalucía (66.787) y Madrid (49.468). En el extremo opuesto, La Rioja (2.903), Navarra (4.602) y Cantabria (6.090) se quedan a la cola.

El informe del Ministerio de Educación destaca igualmente que las enseñanzas de FP se impartieron en 3.739 centros educativos repartidos por el país, de los que el 68,03% eran de titularidad pública. Más de la mitad de estos centros se ubican en cuatro comunidades autónomas: Andalucía (811), Cataluña (431), Comunitat Valenciana (442) y Madrid (322). En cuanto a los centros públicos, otras tres comunidades cuentan con un porcentaje de opciones públicas muy superior al resto: son Extremadura (con 142 públicos de 160, el 88,75%), Canarias (con 151 centros públicos de 179, un 84,35%) y Castilla-La Mancha (con 171 públicos de 203, un 84,23%). Por el contrario, dos territorios cuentan con más centros privados que públicos: Madrid, con sólo un 46,58% de centros públicos y País Vasco, con un 48,36% de públicos.

En cuanto a la FP Dual, una modalidad que "profundiza en la inmersión en el entorno productivo, combinando los procesos de enseñanza y aprendizaje en la empresa y en el centro educativo", los alumnos matriculados sumaron 22.586 en un total de 890 centros, de los que el 69,66% son públicos. En Canarias, Galicia y Extremadura todos los centros de FP Dual son públicos, mientras que en Murcia ocurre a la inversa.

Género y brecha

Según la estadística, la distribución por sexo del alumnado matriculado en los ciclos de Grado Medio y Superior no presenta desequilibrios alarmantes. De esta forma, las estudiantes representan el 43,3% y el 47,4%, respectivamente. Es en la FP Básica donde, por el contrario, se registra una diferencia abrumadora, con un 70,8% de hombres y un 29,2% de mujeres.

En cuanto a las ramas profesiones, la Formación Profesional está atravesada por una brecha de género que se reproduce de forma muy similar a la que anida en los estudios universitarios. Las mujeres están sobrerrepresentadas en enseñanzas como Imagen Personal –un 83,06% en FP Básica, un 89,7% en Media y un 94,1% en Superior– o Servicios Socioculturales y a la Comunidad –un 72,6% en FP Básica, un 85,8% en Media y un 87,07% en Superior–. Por el contrario, el alumnado femenino queda visiblemente mermado en estudios como Electricidad y Electrónica –un 3,47% en FP Básica, un 3,02% en Media y un 4,8% en Superior– o Transporte y Mantenimiento de Vehículos –un 2,05% en FP Básica, un 2,8% en Media y un 3,2% en Superior–.

Plan estratégico

La ministra en funciones Isabel Celaá se ha esforzado en garantizar su firme intención de situar a la Formación Profesional en el centro. En esa labor, el Ministerio de Educación trabaja sobre un plan estratégico con la colaboración de los interlocutores sociales y del sector empresarial "para actualizar estas enseñanzas, con el fin de mejorar la empleabilidad y satisfacer las necesidades del mercado laboral".

Este viernes, el Gobierno aprobó en Consejo de Ministros el I Plan Estratégico de Formación Profesional del Sistema Educativo 2019-2022. La estrategia contiene nueve ejes de actuación, basados en la colaboración con las empresas, la actualización del catálogo de títulos, la ampliación de oferta, la formación del profesorado y la alianza con otros países. El desarrollo de la FP Dual, el impulso de la modalidad a distancia o acortar los procedimientos de diseño de las cualificaciones son algunos de los objetivos marcados.

Su implantación era una vieja promesa que los sindicatos mayoritarios venían demandando desde hace meses. "No estaría de más que la colaboración entre el Ministerio de Trabajo y de Educación fuera más estrecha, porque no siempre ha funcionado". Habla Maribel Loranca, responsable de Enseñanza de FeSP-UGT. La sindicalista insiste igualmente en la interposición de "mecanismos que agilicen la detección de las necesidades del mercado" porque "el mundo laboral es cambiante y a veces la oferta formativa va por detrás de lo que la empresa necesita".

Coincide en el análisis Francisco García, su homólogo en CCOO. "Es imprescindible un plan estratégico que dimensione bien la oferta" con el objetivo de "ajustar la demanda de los alumnos y las necesidades del mercado". También sería positivo, bajo su punto de vista, una mayor implicación institucional "para facilitar prácticas, mirar al mercado de trabajo y también a las aspiraciones e intereses ciudadanos". Igualmente, un mayor peso "del tejido empresarial para la posterior inserción laboral sería útil", razona. Todo ello, no obstante, requiere de planificación, recursos materiales y celeridad, requisitos severamente lastrados por la ausencia de Gobierno.

Salir del desprestigio

¿Por qué es necesario un plan estratégico para revitalizar la FP? "Hablamos de un tipo de educación íntimamente vinculada al mundo del trabajo", comienza a explicar Loranca, pero que además "ha tenido una consideración injustamente negativa". En esa coyuntura, existen diversas variables a tener en cuenta. "Es cierto que todo el mundo aspira a que sus hijos alcancen el mayor nivel de educación, lo que se ha identificado tradicionalmente con los estudios universitarios", reflexiona. Durante una larga temporada ha primado especialmente "el gran esfuerzo personal" de las familias "para que sus hijos reciban mayor formación" y la universidad ha sido, "hasta ahora, el mayor ascensor social".

Pero más allá de la percepción generalizada al respecto, "ha faltado también un tejido empresarial adecuado", una carencia que se ha traducido en "una falta de compromiso por parte de un sector de la patronal española". Loranca sí reconoce que "en los últimos tiempos la Formación Profesional está empezando a tener cierto prestigio que antes no tenía", un avance "íntimamente ligado al índice de empleabilidad que se está ofreciendo ahora a los egresados de los estudios de FP".

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Según un estudio de Adecco Group Institute, durante el año 2018 el 42,26% de las ofertas de empleo solicitabam la posesión de un título de FP, una cifra que por vez primera superaba a las ofertas que demandaban un título universitario. De acuerdo al mismo análisis, los ciclos formativos de Grado Medio fueron demandados en el 17,82% de las ofertas, mientras que los ciclos de Grado Superior alcanzaron el 24,44%.

Coincide García al señalar que "un problema que ha tenido la FP históricamente es que ha sido considerada como un itinerario formativo de menos valor", algo que "no se sustenta después en la realidad del mercado de trabajo".

Lo cierto es que, pese a la mejora evidenciada por las cifras, España sigue por debajo de la media a nivel global. Según los últimos datos disponibles, la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se encuentra en un 25% de alumnos de entre quince y diecisiete años matriculados en FP. En el caso de España, el porcentaje desciende al 12%, muy lejos de países como Austria (43%), Italia (42%) o Suiza (40%).

El Ministerio de Educación y Formación Profesional, con Isabel Celaá al frente, ha mantenido firme su apuesta por fortalecer la Formación Profesional (FP). Una opción por la que cada vez se inclinan más alumnos. En el curso 2017-2018, un total de 815.354 estudiantes se matricularon en enseñanzas de FP, de los que un 72,68% optaron por centros públicos. La evolución en los últimos cinco cursos asciende al 23,3% y confirma la lucha de esta modalidad por salir del desprestigio.

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