Un apartamento de veraneo en Elche: la única pista de la financiación de Alvise para las elecciones europeas

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El PSOE tiene Ferraz, un inmueble conocido de todos en el corazón del distrito de Moncloa de Madrid. El PP, Génova, en Chamberí, uno de los barrios más adinerados de la capital de España. Una de las pocas direcciones que se conocen, tras el sorprendente éxito electoral de Se Acabó la Fiesta, la plataforma liderada por Luis Pérez Fernández, que se hace llamar Alvise, es un apartamento de playa en Los Arenales del Sol, uno de los barrios costeros de Elche (Alicante). Esa es la sede de Somos Libres SL, la sociedad cuyo CIF, cuenta bancaria y código swift facilitó Pérez a través de la red de mensajería cifrada Signal a Álvaro Romillo, el dueño de Madeira Invest Club (MIC). Romillo, que se enfrenta ahora a un proceso judicial por los cientos de damnificados que ha dejado tirados en lo que parece una estafa piramidal, entregó en metálico al líder de SALF 100.000 euros después de aconsejarle que no los cobrara a través de la sociedad cuyos datos le facilitó Pérez. "En cash es irrastreable, sí", coincidió el ahora eurodiputado y líder de SALF.

"Necesidad de tráfico y alcance", "fondos que no requieran ser controlados por el Tribunal de Cuentas", "fondos para el partido (...) que a mí el Tribunal de Cuentas no me permite pagar de mi bolsillo por Ley de Financiación de Partidos", "multas por revelación de secretos contra el Estado y Protección de Datos (...) y la liquidez no me permite afrontarlas", "prepararnos para el objetivo de lograr 5 escaños en 2026 y optar a ser llave de gobierno". Esos son los objetivos declarados por Pérez en su chat con Romillo –que se hacía llamar Luis de Cryptospain– para reclamar su ayuda financiera para las elecciones europeas del pasado 9 de junio. Tras la cita electoral, la candidatura de Luis Pérez, totalmente desconocida hasta entonces, obtuvo tres escaños.

En el intercambio de mensajes con Romillo, Pérez le transmite el 14 de mayo que necesita para su campaña entre 300.000 y 360.000 euros. Ocho días después, el 22 de mayo, le da el nombre de Somos Libres, una empresa cuyo CIF es el B70862107. También le da una cuenta bancaria supuestamente perteneciente a la sociedad el ES8030810822775000429294 y el código swift ERSVES22 de Eurocaja Rural. Se trata de los únicos datos conocidos –aparte de los 100.000 euros aportados por Romillo en metálico– del entramado financiero de Se Acabó la Fiesta. Es ahí donde Pérez pretendía cobrar el dinero que le pudiera facilitar el dueño de MIC. Romillo le avisó de que no lo hiciera. "Si nosotros vinculamos a tu cuenta bancaria una transferencia desde nuestra sociedad pues lo vamos a poner en el foco, porque tú vas a estar absolutamente en el foco y eso a nosotros seguramente no nos interesa", le advirtió, según consta en la conversación entre ambos que Romillo ha mandado a la Fiscalía.

Finalmente, la vía de Somos Libres SL, mucho más rastreable que el cobro en efectivo, no fue la elegida para facilitar a Luis Pérez, Alvise, un tercio de los fondos que, según decía, necesitaba para su campaña y sus procedimientos judiciales. Pero, sin saberlo, pensando que nadie accedería a ello, el líder de SALF dejó por escrito el único rastro que existe de su financiación electoral, la que dio lugar al milagro de SALF. La sociedad, con 3.000 euros de capital social, fue creada el 23 de febrero de este año, apenas tres meses antes de las elecciones europeas. Su objeto social, según el Registro Mercantil, es la "edición y publicación. Mundo editorial. Márketing digital y promoción. Información digital. Impresión digital".

Su domicilio social, según esa misma fuente, es el número 10 de la calle Marbella del Elche (Alicante), en la barriada de Arenales del Sol, junto a la playa. Se trata de un bloque de apartamentos de entre 66 y 85 metros cuadrados típicos de veraneo, con un local en sus bajos, un restaurante llamado El Grumete. En la foto del inmueble que aparece en Google Maps no hay un solo letrero que muestre que ese lugar es uno de los centros financieros del partido que obtuvo 803.545 votos —el sexto lugar, por delante de Podemos— en los comicios al Parlamento Europeo que tuvieron lugar hace casi cuatro meses. Uno de los pocos nombres conocidos de su candidatura, el polémico activista Vito Quiles, es natural de esa localidad alicantina.

En cuanto a la propiedad y gestión de esta empresa basada en esa sede estival, el rastro es difícil de seguir. El dueño y administrador único de esa sociedad responde al nombre de Jorge Gracia Prieto. Bajo esa identidad no consta ningún alias en redes sociales. Tampoco aparece en ningún registro oficial como el Boletín Oficial del Estado, más allá de los datos facilitados para la creación de la firma. En el Registro Mercantil figuran otras 18 empresas relacionadas con ese nombre, aunque es difícil conocer si se trata de la misma persona, muchas de ellas ligadas a restaurantes y otros locales de ocio y el mundo de la hostelería.

Tras la denuncia de Álvaro Romillo, Luis de Cryptspain, se ha revelado parte de un misterio: la procedencia de los fondos que permitieron a Pérez viajar por toda España para publicitar su mensaje ultra plagado de bulos y contenido racista y sexista que le sirivieron, junto a otros dos candidatos de su lista, para acceder a la Eurocámara. Somos Libres SL, la empresa instrumental con sede en un bloque de apartamentos de playa, tiene, previsiblemente, mucho que decir sobre el logro electoral más importante en unas elecciones europeas desde la llegada de Podemos en 2014.

El PSOE tiene Ferraz, un inmueble conocido de todos en el corazón del distrito de Moncloa de Madrid. El PP, Génova, en Chamberí, uno de los barrios más adinerados de la capital de España. Una de las pocas direcciones que se conocen, tras el sorprendente éxito electoral de Se Acabó la Fiesta, la plataforma liderada por Luis Pérez Fernández, que se hace llamar Alvise, es un apartamento de playa en Los Arenales del Sol, uno de los barrios costeros de Elche (Alicante). Esa es la sede de Somos Libres SL, la sociedad cuyo CIF, cuenta bancaria y código swift facilitó Pérez a través de la red de mensajería cifrada Signal a Álvaro Romillo, el dueño de Madeira Invest Club (MIC). Romillo, que se enfrenta ahora a un proceso judicial por los cientos de damnificados que ha dejado tirados en lo que parece una estafa piramidal, entregó en metálico al líder de SALF 100.000 euros después de aconsejarle que no los cobrara a través de la sociedad cuyos datos le facilitó Pérez. "En cash es irrastreable, sí", coincidió el ahora eurodiputado y líder de SALF.

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