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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Un audio del vicepresidente andaluz torpedea la hoja de ruta de Moreno al admitir que no les interesa un nuevo Presupuesto

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El contraste entre el discurso público actual y las palabras a puerta cerrada de julio resulta tan drástico como innegable. El vicepresidente andaluz, Juan Marín (Cs), repite estos días con machacona insistencia ante los medios de comunicación que el Gobierno autonómico tiene un presupuesto de más de 43.000 millones listo para su aprobación, que deja en el tejado de la oposición, como una forma de presionar a Vox, socio parlamentario durante la legislatura, y al PSOE, que desde la llegada de Juan Espadas ha mostrado una mayor proclividad al pacto. "Eso es lo que yo les pido a Vox, al Partido Socialista y a Adelante Andalucía: que no piensen en sus votantes, que piensen en todos los andaluces, que necesitan un presupuesto para la recuperación económica".

Pero eso no es, ni mucho menos, lo que le ha dicho a su grupo parlamentario.

La Cadena Ser publicó este lunes un audio grabado en julio en el que el vicepresidente se dirige durante una reunión a sus compañeros de la bancada naranja. Es a puerta cerrada, pero está siendo registrado. Marín, en su intervención, supedita el presupuesto al interés electoral de los partidos del Gobierno. "¿En año electoral nos podemos permitir el lujo de presentar un presupuesto? Yo creo que no. Es estúpido. Ningún Gobierno aprueba presupuestos en el último año de legislatura, pero no porque no pueda aprobarlos sino sencillamente porque no interesa aprobarlos y por eso se prorrogan, nada más", afirmaba a puerta cerrada Marín, candidato de Cs en 2015 y 2018 y que pretende volver a serlo en 2022. Marín afirmaba que iban a ser unos presupuestos de "recortes" que harían parecer "útil" al PSOE antes de unas elecciones.

Estas palabras chocan con el actual discurso de Marín, que durante el verano sí afirmó en una entrevista con Europa Press que la prórroga presupuestaria "no sería una mala opción", una posición que se convierte ahora en un asidero para el vicepresidente. En declaraciones al programa Mesa de Análisis, de Canal Sur, Marín ha explicado que cambió su posición cuando fue informado de la llegada de unos fondos europeos que evitarían los "recortes". El vicepresidente se reafirma en lo que dijo "entonces", con la información de entonces, y "ahora", con la información de ahora, y acusa al PSOE y a Vox de haber encontrado en la filtración una "excusa" para salir de la negociación.

Preguntado por su preocupación ante la posibilidad de que el PSOE parezca "útil", lo cual resta credibilidad a toda la negociación del Gobierno andaluz con Espadas, Marín afirmó: "Evidentemente, es mi adversario político. Si durante la campaña electoral no le voy a intentar quitar espacio al PSOE, ¿qué hago aquí? ¿A qué me dedico? ¿A ponerle la alfombra roja?". Marín afirmó que el presidente Juan Manuel Moreno (PP) lo apoya: "Él entiende perfectamente el escenario y el contexto. Los dos somos muy sensatos y sabíamos qué pasaba entonces". El PP se refirió a las palabras de Marín como "opiniones personales". El portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo (PP), se centró en insistir en que el Ejecutivo tiene "una sola voz" y quiere aprobar los presupuestos.

Las palabras de Marín desveladas ahora chocan con la actual posición Moreno, que ha cargado toda la responsabilidad de un hipotético adelanto electoral en los hombros del PSOE y Vox si no aprueban las cuentas y otras leyes y decretos de importancia. "Si el Parlamento empieza a decidir que no podemos aprobar leyes tan importantes como los presupuestos, que no podemos sacar decretos, que no podemos sacar leyes fundamentales, ustedes irán empujando al Gobierno a un callejón sin salida", afirmó Moreno durante un reciente debate parlamentario. Se trata de una hoja de ruta torpedeada por el audio de su propio vicepresdiente.

Ahora la oposición acusa a Moreno y Marín de mentir.

Un audio con impacto político

Todo el mundo en política sabe que rara vez se dice lo mismo con el micrófono delante que a puerta cerrada. Las declaraciones públicas son fruto a menudo de cálculos, obedecen a intereses concretos, pretenden acorralar al adversario y construir una narración verosímil sobre la posición propia... Es decir, no son una fiel representación de los hechos. Pero eso no evita que la publicación de las palabras de Marín sea un acontecimiento relevante, con capacidad potencial para alterar el guión político andaluz.

En primer lugar, porque ahondan en la crisis de Cs, que tiene previstas unas primarias antes de final de año y cuya inestabilidad se puede trasladar al Gobierno andaluz. En segundo lugar, porque justo ahora mismo –al menos, formalmente– el Gobierno andaluz está negociando con los grupos el presupuesto de 2022, negociación cuya credibilidad sale más que tocada. En tercer lugar, por la crudeza de la exposición del vicepresidente: "Nosotros como Gobierno estamos obligados a un presupuesto, pero no estamos obligados a cuándo, ¿me entendéis? Podemos presentar un presupuesto para que no nos lo aprueben [...] es que no nos interesa. Prorrogamos y listo". Marín, que se precia de representar los valores de la responsabilidad en contraste con el circo partidista, aparece en unas grabaciones salidas de sus propias filas diciendo que unas nuevas cuentas públicas "supondrían un lastre" desde un punto de vista electoral al requerir un tiempo de tramitación que retrasaría la ejecución y por lo tanto la capacidad del Gobierno andaluz de mostrar el "estirón" económico. Otra frase: "La campaña electoral empieza en enero y hay que quitarle al PSOE la posibilidad de demostrarse útil". En cuarto lugar, el audio es grave la colisión frontal con el discurso del Gobierno en bloque, de Juan Manuel Moreno hasta el último miembro, pasando por el portavoz y consejero de Presidencia, Elías Bendodo (PP), responsable del discurso del Ejecutivo. Ese gobierno tiene difícil ahora su estrategia de presión sobre los líderes del PSOE, Juan Espadas, y Vox, Manuel Gavira. El Ejecutivo de Moreno queda en posición incómoda. 

Las palabras de Marín encierran un problema añadido para el Gobierno andaluz: la puesta en circulación de una palabra que oficialmente no aparece por ningún lado: "recortes". Frente al discurso de presupuesto récord y expansión económica que mantiene el Ejecutivo autonómico, Marín explicaba a los suyos: "Tenemos ya unas cuentas públicas. ¿Para qué hacer otras que van a implicar recortes y que no vamos a poder prácticamente ejecutar?". La explicación es que cuando se hacen las entregas a cuenta se tienen en cuenta las liquidaciones de los años anteriores, "y en 2020 hubo muchos menos ingresos que en 2019, concretamente 2.346 millones de euros", asegura Marín. "Es de una lógica aplastante que habría que hacer recortes". Marín explica ahora que eso queda neutralizado por la llegada de fondos europeos.

El PSOE abandona la negociación

El Gobierno andaluz se quedó este martes sin grupos para negociar tras publicar la Ser el audio. El PSOE andaluz anunció que abandona la mesa, al considerarla un "engaño", y anunció por boca de su número 2, Ángeles Férriz, una enmienda a la totalidad. Estaba cantado. El partido se había abalanzado sobre el Gobierno andaluz utilizando la grabación filtrada, con reacciones desde que esta se hizo pública.

La dirección federal socialista se había sumado a la ofensiva.

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"Ahora lo entendemos todo", señaló Férriz en rueda de prensa, recalcando que Marín dice lo que oye en San Telmo, sede de la Presidencia. Es decir, el PSOE apunta a Moreno. A juicio de los socialistas, que las palabras de Marín sean de hace meses no resta gravedad, sino que la suma, porque desvela un prolongado "engaño". "Este es el gobierno de la mentira y no nos vamos a cansar de decirlo", afirmó.

La enmienda a la totalidad del PSOE se suma a las anunciadas por Vox y Unidas Podemos. El partido ultraderechista, a través de su portavoz, Manuel Gavira, dio por terminada cualquier negociación, reclamó la dimisión de Marín y elecciones anticipadas. Técnicamente, las posibilidades de negociación presupuestaria están abiertas hasta el 24 de noviembre, cuando se desarrollará el debate de totalidad del proyecto de ley de presupuestos. Pero ahora mismo parece un callejón sin salida.

Martina Velarde, secretaria general de Podemos en Andalucía, integrada junto a IU en Unidas Podemos, calificó de "muy grave" haber conocido que este es "un presupuesto de recortes" y que el Gobierno andaluz "está jugando con los grupos parlamentarios y con el pueblo andaluz". "Llevan meses engañándonos. Moreno Bonilla y él [Marín] están jugando con los tiempos para convocar elecciones. No les importa Andalucía, les importa su sillón. Tienen que dimitir", afirma Velarde. Toni Valero, líder de IU, afirmó que el Ejecutivo andaluz es un "Gobierno fallido" centrado sólo en su propia superviviencia. Adelante Andalucía, el grupo liderado por Teresa Rodríguez, afirmó que la "credibilidad" del Gobierno andaluz queda desmontada.

El contraste entre el discurso público actual y las palabras a puerta cerrada de julio resulta tan drástico como innegable. El vicepresidente andaluz, Juan Marín (Cs), repite estos días con machacona insistencia ante los medios de comunicación que el Gobierno autonómico tiene un presupuesto de más de 43.000 millones listo para su aprobación, que deja en el tejado de la oposición, como una forma de presionar a Vox, socio parlamentario durante la legislatura, y al PSOE, que desde la llegada de Juan Espadas ha mostrado una mayor proclividad al pacto. "Eso es lo que yo les pido a Vox, al Partido Socialista y a Adelante Andalucía: que no piensen en sus votantes, que piensen en todos los andaluces, que necesitan un presupuesto para la recuperación económica".

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